(Minghui.org) Batallé debido al gran sufrimiento mental y físico que padecí cuando era niña. Afortunadamente, a los 39 años aprendí Falun Dafa. Desde entonces, me liberé del trauma de las desgracias de mi infancia, recuperé mi salud física y mental, y mi familia también se benefició.

Mi infancia traumática

Nací en una zona remota de China. La Revolución Cultural empezó cuando yo tenía 8 años. Mi padre, que era el jefe de producción del pueblo, fue perseguido por el Partido Comunista Chino. Lo calificaron de "criminal" y, de la noche a la mañana, aparecieron carteles acusándolo de varios delitos cerca de nuestra casa y por todo el pueblo. Un grupo de personas irrumpió en nuestra casa y golpeó a mi padre. Yo estaba aterrorizada y no podía dejar de llorar.

Esas personas incluso amenazaron con tirar a mi hermano pequeño a un pozo. Vivía con mucho miedo todos los días. Con el tiempo, mi salud se deterioró. A menudo vomitaba sangre, me sentía débil y no podía hacer ninguna actividad física. Mi padre me dijo: "Es hora de que vayas a la escuela y aprendas a leer y escribir. Deberías irte del pueblo cuando seas mayor. No te quedes aquí; eres demasiado débil para hacer trabajos agrícolas".

A los 22 años me mudé a la ciudad en la que vivo ahora. Fue la primera vez que salí de casa. Mi padre me llevó a la estación de tren. Él lloraba mientras me decía que no sintiera nostalgia. Pidió prestados 20 yuanes (unos 2,75 dólares), gastó 14 (unos 1,90 dólares) en el billete de tren y me dio los 6 yuanes restantes (unos 0,80 dólares). Fue el incidente más desgarrador e inolvidable de mi vida. No tenía dinero suficiente para comprar un billete de regreso.

Por suerte, encontré trabajo en la ciudad y me casé. Pero mi salud seguía mal, me dolían las piernas y tenía poca fuerza. Después de caminar sólo 30 minutos estaba agotada. Aún tenía que cuidar a mis hijos. Parecía que cada día era una lucha.

Un giro radical en mi vida

En 1997, mi jefe contrató a una mujer que practicaba Falun Dafa. Ella me sugirió que yo también lo practicara. Me dijo que Falun Dafa es una antigua disciplina espiritual y de meditación cuyos principios son Verdad, Benevolencia y Tolerancia, y que su práctica puede mejorar la salud.

Al día siguiente, me dio el libro Zhuan Falun. Cuando lo abrí y vi la foto de Shifu, noté que me estaba sonriendo. Empecé a practicar Dafa.

Leía el libro todos los días y mi compañera de trabajo me enseñó las cinco series de ejercicios. Antes de darme cuenta, mis enfermedades habían desaparecido. Y lo más importante, ¡me sentía feliz! Leyendo el libro comprendí el sentido de la vida y tuve confianza en el futuro. Ahora, a los 66 años, practico los ejercicios todas las mañanas y sigo los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia en mi vida diaria. No puedo expresar el agradecimiento que siento hacia Shifu.

Toda la familia se beneficia

Shifu nos dijo que practicar Dafa trae bendiciones a los familiares.

Antes de practicar Falun Dafa, mi esposo tenía fuertes dolores de espalda y dificultad para moverse. Consultó a varios médicos, pero no pudieron encontrar la causa de su dolor. Cuando comenzó a practicar Falun Dafa, su dolor de espalda desapareció.

A mi hija le pasaron cosas parecidas. Por ejemplo, la atropelló un auto mientras llevaba a su hijo a la escuela. Perdió la memoria y no recordaba cómo se había lesionado. Cuando el médico le preguntó dónde estaba su hijo, ella respondió: "¿Tengo un hijo?". Mi esposo estaba preocupado y lloraba, pero yo estaba tranquila y le pedí a Shifu: "Shifu, por favor, salva a nuestra hija".

El conductor lamentó el accidente y dijo que pagaría todos los gastos del hospital. Sin embargo, no le pedimos ni un céntimo. Le dije a mi esposo: "No te preocupes, nuestra hija se pondrá bien".

Dos días después, le dieron el alta. El conductor se enteró de que el teléfono de nuestra hija se había estropeado en el accidente y le compró uno nuevo.

Los dos primeros días después de que nuestra hija regresara a casa le goteaba sangre de los ojos y la nariz. Me daba miedo. Pero sabía que expulsar la sangre era bueno. Les dije a mi esposo y a mi hija que siguieran recitando: "Falun Dafa es bueno; Verdad, Benevolencia y Tolerancia es bueno". Mi hija se recuperó al poco tiempo. Creemos que Shifu le salvó la vida. De lo contrario, no habría sobrevivido al accidente.