(Minghui.org) Nací en un hogar de campesinos pobres en los años 50, durante la Gran Hambruna. A pesar de mi cardiopatía congénita, mi familia no podía permitirse un tratamiento médico para mí. Fui muy débil y enfermiza durante toda mi infancia. Una vez me resfrié y la tos que me acompañó persistió durante un año. Luego de eso también sufría de asma y bronquitis.

En la escuela me acosaban porque caminaba despacio, con la espalda encorvada, tosía constantemente y me faltaba el aire. Empecé a trabajar tras graduarme de una escuela secundaria técnica. Me casé poco después.

La vida me asestó otro duro golpe justo después de mi boda. Mi marido era de ciudad y trabajaba en una fábrica. Antes de casarnos, me dijo que sólo tenía su madre en casa, pero descubrí que también tenía dos hermanos discapacitados. Era un hogar golpeado por la pobreza.

Mi suegra tenía muchas enfermedades y necesitaba muchos cuidados. Era egoísta, arrogante y despreciaba a los agricultores. Me exigió que le entregara mi sueldo. No estuve de acuerdo con su pedido, lo cual hizo que se enfadara y que me hiciera la vida difícil de todas las maneras posibles.

Mi marido tenía mal genio. Además, me reprochaba casi todo lo que hacía: que utilizaba demasiada agua, que lavaba la ropa con demasiada frecuencia, que derrochaba, etc. Después de tener a nuestro primer hijo, hizo caso omiso de mi mala salud e insistió en que tuviéramos un segundo hijo.

En mi trabajo me degradaron y me redujeron el sueldo debido a mi embarazo. Con tanto estrés en mi vida, mi salud empeoró. A menudo me desmayaba en el trabajo y a raíz de esto, más tarde me diagnosticaron un problema hepático. Probé varios tratamientos médicos, pero fue en vano. Perdí mucho peso y se me cayó mucho el pelo.

Un viejo amigo me visitó en el verano de 1997 y me presentó Falun Dafa. Después de leer Zhuan Falun, el libro principal de Falun Dafa, me di cuenta de que era un libro de auto cultivación. Hablaba del sentido de la vida y de por qué la gente tenía tribulaciones, enfermedades y dificultades. Las preguntas que tenía sobre la vida fueron respondidas una a una. Resultó que el sufrimiento era algo bueno: a través del sufrimiento, estoy pagando mis deudas, y sólo después de pagar las deudas podría ir a un lugar mejor. Me decidí entonces a comenzar a cultivarme en Falun Dafa.

Empecé a estudiar el Fa y a practicar los cinco ejercicios de Falun Dafa. Mi xinxing mejoró gradualmente. Dejé de toser y ya no me faltaba el aire. Mi cuerpo se sentía más ligero. También mejoró mi estado de ánimo. Trabajé diligentemente en casa y en mi empresa. Al cabo de un año, todas mis enfermedades habían desaparecido.

Fui reconocida y premiada en el trabajo por mi rendimiento. Sabía que fue Shifu, quien eliminó mi yeli y me concedió una nueva vida.

Mi familia fue testigo de mis enormes cambios y también está profundamente agradecida con Shifu. Todos me animan a seguir cultivándome bien en Falun Dafa.