(Minghui.org) La Sra. Zhang Hua, de 61 años, del distrito de Tongnan, Chongqing, fue detenida el 8 de agosto de 2023 por su fe en Falun Dafa, una disciplina mente-cuerpo perseguida por el Partido Comunista Chino desde 1999.

No es la primera vez que Zhang Hua, exempleada de la empresa de maquinaria agrícola del condado de Tongnan, es perseguida por su fe. Anteriormente cumplió un año de trabajo forzado entre 2000 y 2001 y diez años de prisión entre 2005 y 2015. Durante su detención fue sometida a bárbaras torturas. Su madre falleció antes de que ella saliera de prisión, y no se le permitió verla antes de que muriera.

Un año de trabajo forzado

Un día de marzo de 2000, Zhang estaba limpiando su casa cuando un grupo de agentes de policía irrumpió y la interrogó. Le preguntaron si seguía practicando Falun Dafa. Cuando respondió que sí, la detuvieron y la llevaron a comisaría. La retuvieron toda la noche en un cuarto oscuro con un sospechoso. Al día siguiente la trasladaron a un centro de detención. La policía exigió a su familia el pago de 2.700 yuanes (aprox. 364,5 USD) cuando fue puesta en libertad dos meses después.

La Sra. Zhang fue con otros practicantes a Beijing para apelar por el derecho a practicar Falun Dafa. El 5 de julio de 2000, cuando desplegaron una gran pancarta en la plaza de Tiananmen, fueron golpeados por la policía. Zhang escapó. Realizó los ejercicios de Falun Dafa en el puente Jinshui, frente a la plaza de Tiananmen, y fue detenida.

Zhang se negó a responder a las preguntas de la policía cuando la interrogaron en la comisaría. Un instructor de policía le azotó la cara con un rollo de papel y abusó verbalmente de ella. La Sra. Zhang fue llevada posteriormente al Centro de Detención de Daxing, en Beijing, antes de ser trasladada de nuevo a Chongqing.

A su regreso a Chongqing, Zhang fue recluida primero en el Centro de Detención del condado de Tongnan y después en el calabozo y en el Centro de Rehabilitación de Drogodependientes de ese mismo Condado. Durante su encarcelamiento hizo huelga de hambre durante 13 días y fue alimentada a la fuerza en seis ocasiones.

Como Zhang se negó a renunciar a Falun Dafa, la policía la recluyó durante un año en el campo de trabajo forzado para Mujeres de Maojiashan. Las reclusas la vigilaban las veinticuatro horas del día. A menudo la ataban, la sujetaban en el suelo y la golpeaban. Le tapaban la boca con cinta adhesiva o la rellenaban con toallas después de usarlas para lavarse los pies. También la obligaban a permanecer en cuclillas o de pie durante largas horas sin moverse. Las reclusas también la esposaban con las manos a la espalda durante horas. Realizó múltiples huelgas de hambre y fue alimentada a la fuerza en repetidas ocasiones.

Como se negó a cooperar en las sesiones de lavado de cerebro, su condena se prorrogó dos meses. En lugar de ponerla en libertad cuando expiró la prórroga, los agentes de la Oficina 610 de Tongnan la llevaron al calabozo de Tongnan. Hizo una huelga de hambre para protestar y fue puesta en libertad siete días después.

Unas dos semanas después de que la Sra. Zhang regresara a casa, volvió al campo de trabajo para liquidar los gastos de su condena. Yu Qinghua, director de la guardia, denunció a la Sra. Zhang por darle material informativo sobre Falun Dafa. La Sra. Zhang fue detenida de nuevo. Estuvo recluida en el Centro de Reclusión y Lavado de Cerebro del Condado de Tongnan durante unos meses y no fue puesta en libertad hasta poco antes del Año Nuevo Chino, el 12 de febrero de 2002.

Como la policía acosó con frecuencia a la Sra. Zhang después de aquello, se vio obligada a vivir fuera de casa para esconderse de ellos.

Torturada en el centro de detención tras su arresto en 2005

Zhang fue denunciada a la policía cuando regresó a casa en julio de 2005 para visitar a sus padres. Zhang Liang, jefe de la Oficina de Seguridad Nacional del Condado de Tongnan, llevó a más de diez agentes a irrumpir en la casa de los padres de Zhang. La esposaron y la sacaron a rastras.

En señal de protesta, gritó en la calle: "¡Falun Dafa es bueno; Verdad, Benevolencia, Tolerancia es bueno! La policía detiene a gente buena". Algunos curiosos que la conocían condenaron a la policía por detenerla. Para evitar llamar la atención, la policía llamó a un taxi y llevó a la Sra. Zhang a la comisaría de la calle Zhengxing, antes de trasladarla esa misma noche al Centro de Detención del Condado de Tongnan.

Zhang, de la Oficina de Seguridad Nacional del Condado de Tongnan, organizó un equipo de más de diez agentes para interrogar a la Sra. Zhang, entre ellos Gao Xiang, Luo Yonghong, Zhang Shima, Li Hengyi, Qiu Chongyang y otro agente de apellido Li. Formaron grupos de dos y se turnaron para interrogar y torturar a la Sra. Zhang.

Cuando la Sra. Zhang hizo una huelga de hambre para protestar, la privaron de sueño durante diez días. Cuando su estado se volvió crítico, la policía la llevó al hospital para que le pusieran suero, mientras la esposaban a la cama del hospital en posición de águila abierta. La llevaron de nuevo al centro de detención para seguir interrogándola después de los goteos intravenosos.

La policía volvió a llevar a la Sra. Zhang al hospital para que le pusieran suero varias veces a lo largo de las tres semanas siguientes. Se deshidrató gravemente. Finalmente, la policía la llevó a un hospital interno, donde fue ingresada. Había guardias armados en la puerta de su habitación las 24 horas del día para vigilarla. El médico y la enfermera también intentaron alimentarla a la fuerza. Cuando Zhang se negó a cooperar, la policía le golpeó la cara. La enfermera le introdujo la sonda en la fosa nasal, que le llegó hasta el estómago. Su nariz empezó a sangrar profusamente y su estómago sufría intensos dolores.

A pesar de que el médico había dicho que sólo se le podía dar una pequeña cantidad de comida, ya que llevaba varios días sin comer, el agente Gao Xiang inyectó una gran cantidad de agua en la sonda. La Sra. Zhang vomitó inmediatamente y su almohada se mojó.

Al no poder convencerla con la violencia, la policía llamó al padre de Zhang, que entre lágrimas le suplicó que comiera. Como no quería que su padre se preocupara por ella, Zhang empezó a comer. En cuanto se recuperó un poco, la policía la llevó de nuevo al centro de detención y continuó torturándola.

A principios de noviembre de 2005, Zhang recibió una notificación del Tribunal del Condado de Tongnan en la que se le informaba de que su caso se juzgaría en breve. Hizo otra huelga de hambre para protestar y se deshidrató gravemente. El día de la audiencia, el alguacil la llevó al tribunal. Estaba muy débil y el médico del tribunal determinó que no estaba en condiciones de ser juzgada. El juez anuló la audiencia y Zhang fue devuelta al centro de detención.

Zhang decidió volver a hacer huelga de hambre a finales de diciembre de 2005, tras casi seis meses de detención. Los guardias buscaron a un médico para que la alimentara a la fuerza y también la llevaron al hospital para que le pusieran suero.

Cuando la Oficina de Seguridad Pública de Tongnan se enteró de la huelga de hambre de Zhang, ordenó al centro de detención que intensificara las torturas como represalia.

Zhang fue recluida sola en una habitación y atada a la cama en posición de águila abierta. El médico le inyectó drogas desconocidas. Sus ojos empezaron a derramar lágrimas, a hincharse y a dolerle. También se volvieron sensibles a la luz. Tenía las piernas entumecidas y náuseas. Su peso bajó rápidamente de 65 kg a 25 kg. Su estado se volvió crítico tras 69 días en huelga de hambre. Temiendo que muriera en el centro de detención, las autoridades dijeron a su padre y a su hijo que la llevaran a casa.

Como no quería que la policía acosara a su familia, Zhang abandonó su casa unos días después y se escondió.

Diez años de tortura en prisión

Zhang fue detenida en la ciudad de Xiaodu, condado de Tongnan, en septiembre de 2006. Días después, la policía y agentes de la Oficina 610 la llevaron directamente al juzgado en una camilla. Llevaba una máscara de oxígeno. El juez anunció que había sido condenada a diez años de prisión.

En octubre de 2006, Zhang fue trasladada al sexto Pabellón de la Prisión de Mujeres de Yongchuan, en Chongqing. Las reclusas le quitaron la ropa a la fuerza y la vistieron con el uniforme de reclusa. Al principio, los guardias acordaron con dos expracticantes que habían renunciado a Falun Dafa bajo presión que le lavaran el cerebro a la Sra. Zhang. Ella se negó a escucharlas. Le ordenaron que recitara las normas de la prisión. Los guardias también obligaron a la Sra. Zhang a escribir "informes de pensamiento". Cuando firmó con su nombre, "practicante de Falun Dafa", los guardias le prohibieron ir al baño y la obligaron a hacer sus necesidades en los pantalones.

Más tarde, Zhang fue trasladada al Tercer pabellón. Como intentó impedir que el guardia Tang Anzhi calumniara a Falun Dafa, fue amenazada por Tang con graves torturas. Posteriormente, Tang y el director del Tercer Pabellón recluyeron a la Sra. Zhang en una "sala de estudio" y le pusieron durante todo el día vídeos que calumniaban a Falun Dafa al máximo volumen.

Zhang se negó a ver los vídeos y mantuvo una huelga de hambre en señal de protesta. Los guardias la electrocutaron con picanas eléctricas hasta agotar las pilas. La señora Zhang se revolcaba por el suelo a causa del dolor. El lavado de cerebro duró más de un mes.

Durante la huelga de hambre de Zhang, los guardias instigaron a las 15 reclusas de su celda a alimentarla a la fuerza. La empujaron al suelo y le abrieron la boca con palillos y cucharas. Zhang sufrió graves heridas en la boca y se le aflojaron los dientes. Como los reclusos seguían sin poder alimentarla a la fuerza, la policía la llevó al hospital para que la alimentaran a la fuerza.

Más tarde, los guardias empezaron a obligar a la Sra. Zhang a trabajar durante el día y a ver programas de lavado de cerebro por la noche. Cuando se negaba, la golpeaban y le aplicaban descargas eléctricas.

Zhang fue trasladada a la Prisión de Mujeres de Chongqing en 2009. Un guardia de apellido Fan le ordenó que difamara a Falun Dafa por escrito. Cuando ella se negó, el guardia cerró la cortina de su despacho y propinó a Zhang descargas eléctricas.

En 2010, la prisión sometió a todos los practicantes de Falun Dafa que se negaban a renunciar a su fe a una sesión de lavado de cerebro en el Primer Pabellón. Los practicantes eran obligados a ver vídeos que calumniaban a Falun Dafa, leer libros de propaganda y escribir informes de pensamiento todos los días. Antes de cada comida, también se los obligaba a cantar canciones que alababan al Partido Comunista Chino. Como la Sra. Zhang se negó a cantar las "canciones rojas", el guardia Tang la obligó a seguir viendo vídeos de propaganda por la noche y retrasó la hora de irse a la cama.

Tang también ordenó a la Sra. Zhang y a otras practicantes que limpiaran los baños de la primera a la quinta planta, pero solo les dio un pequeño cepillo de dientes y un pequeño trapo para limpiar el suelo. Cuando los practicantes no podían terminar el trabajo exigido, Tang lo utilizaba como excusa para privarlos del sueño. La Sra. Zhang perdió una cantidad considerable de pelo y se quedó calva.

Cuando Zhang fue puesta en libertad, en agosto de 2015, su madre ya había fallecido. Estaba llena de una enorme pena por no haber podido acompañar o cuidar a su madre en sus últimos días.

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