(Minghui.org) Un residente de 43 años de la ciudad de Guangzhou, provincia de Guangdong, fue condenado a tres años de prisión y a pagar una multa de 10.000 yuanes (aprox. 1.510 USD) el 6 de abril de 2023 por repartir un folleto sobre Falun Gong, disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

Cai Huaxing apeló la sentencia ese mismo día. Su abogado también le ayudó a presentar denuncias contra procuradores y jueces por acusarlo y condenarlo sin base legal alguna. Las denuncias se presentaron ante la Comisión Provincial de Supervisión de Guangdong, el Congreso Popular de la provincia de Guangdong, la Procuraduría Popular Suprema, el Tribunal Popular Supremo y la Comisión Nacional de Supervisión.

El Tribunal Intermedio de la ciudad de Guangzhou dictaminó el 29 de mayo de 2023 mantener la sentencia original del Sr. Cai. El Sr. Cai sigue a la espera de recibir respuesta de los cinco organismos gubernamentales mencionados en relación con sus denuncias contra los represores.

El Sr. Cai Huaxing

La persecución a Falun Gong es una de las peores injusticias de la historia

El Sr. Cai y su abogado reiteraron los principales argumentos de defensa que utilizaron en el juicio y que posteriormente incluyeron en su caso de apelación.

Cai fue condenado por infringir el artículo 300 de la Ley Penal, que establece que toda persona que utilice una organización de culto para socavar el cumplimiento de la ley debe ser procesada con todo el peso de la ley. El órgano legislativo chino, el Congreso del Pueblo, nunca ha promulgado ninguna ley que criminalice a Falun Gong o lo califique de secta. Por lo tanto, la condena carece de fundamento jurídico.

El procurador Xiong Yihua, de la Procuraduría del Distrito de Liwan, había citado como base legal una interpretación del artículo 300 de la Ley Penal emitida por el Tribunal Popular Supremo y la Procuraduría Popular Suprema en noviembre de 1999. La interpretación exigía que toda persona que practicara o promoviera Falun Gong fuera perseguida hasta las últimas consecuencias.

El abogado de Cai señaló que el 1 de febrero de 2017 entró en vigor una nueva interpretación legal que sustituyó a la versión de 1999. La nueva interpretación no menciona a Falun Gong y hace hincapié en que cualquier acusación contra cualquier persona que participe en un culto debe basarse en fundamentos jurídicos sólidos. Dado que ninguna ley promulgada en China califica a Falun Gong de secta, la condena del Sr. Cai basada en la interpretación legal carecía de fundamento jurídico.

El único folleto que repartió el Sr. Cai se utilizó como prueba de cargo contra él. Según su abogado, la práctica de Falun Gong del Sr. Cai era simplemente para mantenerse en forma y mejorar el carácter, y su distribución de material informativo sobre Falun Gong era para alertar a la gente de la persecución del PCCh a los ciudadanos respetuosos de la ley. El folleto no causaba ningún daño a ningún individuo ni a la sociedad en general, y mucho menos socavaba el cumplimiento de la ley.

El procurador Xiong citó como base legal dos avisos emitidos por la Administración de Prensa y Publicaciones de China en julio de 1999 para prohibir la publicación de libros de Falun Gong. El abogado de Cai señaló que la Administración derogó la prohibición en 2011 y que era totalmente legal para los practicantes poseer libros de Falun Gong. Por lo tanto, el folleto que distribuyó el Sr. Cai nunca debería haberse utilizado como prueba admisible para condenarlo.

A pesar de la falta de base legal y de pruebas admisibles, los jueces Li Guowen, Chen Feng y Yu Youbin, del Tribunal del Distrito de Liwan, condenaron al Sr. Cai. El abogado afirmó que los represores simplemente seguían al PCCh para anotarse puntos políticos y avanzar en sus carreras.

El abogado concluyó en las denuncias que la condena del Sr. Cai y de muchos otros practicantes inocentes de Falun Gong era una persecución política que pisoteaba el derecho de los practicantes a la libertad de creencia, protegido por la Constitución.

En palabras del abogado, la persecución contra Falun Gong es un desastre para los derechos humanos y una de las peores injusticias de la historia de la humanidad.

Exigió que la policía, los procuradores y los jueces implicados en la persecución del Sr. Cai rindieran cuentas legalmente por abusar de la ley y perseguir a ciudadanos respetuosos de la ley.

Detención, acusación y condena

El Sr. Cai, natural de la ciudad de Maoming, provincia de Guangdong, se trasladó a Guangzhou en 2012 por su trabajo. Sus padres tienen más de 60 años y él tiene un hijo de 15 años con discapacidad intelectual debido a un accidente que sufrió cuando era más joven.

La noche del 19 de marzo de 2022, el Sr. Cai fue denunciado a la policía y detenido dos días después por colocar un volante frente a la casa de un residente local. La Procuraduría del Distrito de Baiyun aprobó su detención el 26 de abril.

El 22 de junio, la policía remitió el caso del Sr. Cai a la Procuraduría del Distrito de Baiyun, que a su vez lo remitió a la Procuraduría del Distrito de Liwan, la designada para tratar los casos de Falun Gong en Guangzhou. El procurador Xiong lo acusó el 18 de agosto y trasladó su caso al Tribunal del Distrito de Liwan. Se lo acusó de "socavar el cumplimiento de la ley con una organización de culto", el pretexto habitual utilizado para criminalizar a los practicantes de Falun Gong en China.

El Sr. Cai fue juzgado mediante una audiencia virtual en el Centro de Detención del Distrito de Baiyun el 2 de noviembre de 2022. El procurador no pudo aportar ninguna prueba que demostrara cómo el Sr. Cai había socavado el cumplimiento de la ley o qué daño había causado a la sociedad o a cualquier persona.

El abogado del Sr. Cai presentó una declaración de no culpabilidad en su nombre. También testificó en su propia defensa y dijo que solo quería ser una buena persona practicando Falun Gong.

El juez anunció el veredicto del Sr. Cai el 6 de abril de 2023.

El Sr. Cai solo tenía 19 años cuando comenzó la persecución en 1999. Como se mantuvo firme en la práctica, se le impuso una pena en el Campo de Trabajo Forzado de Sanshui y fue recluido en el centro local de lavado de cerebro. Los guardias del campo de trabajo lo obligaban a permanecer horas y horas a la intemperie, en invierno, con solo una fina capa de ropa. También lo colgaron de las muñecas esposadas y lo golpearon, por protestar contra la persecución.

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