(Minghui.org) En los últimos años, Shen Yun ha presentado espectáculos de danza en su programa que exponen el crimen de la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Dafa.
Han pasado 17 años desde que el crimen se hizo público por primera vez en 2006. Varios equipos de practicantes y no practicantes han llevado a cabo investigaciones independientes sobre las acusaciones de sustracción de órganos. Cada vez hay más pruebas de que se sigue haciendo a gran escala en hospitales de toda China.
El 9 de junio de 2023, The Telegraph publicó un artículo titulado "Cómo los médicos occidentales pueden ayudar a acabar con la sustracción forzada de órganos en China". En él se hablaba de la realidad de que muchas instituciones médicas occidentales con vínculos financieros con China ayudan a facilitar la industria del trasplante de órganos en China, por ejemplo formando a cirujanos chinos, publicando artículos sobre investigaciones en las que se utilizan órganos obtenidos de forma poco ética y suministrando equipos médicos críticos a hospitales chinos.
Esto me indica que debemos esforzarnos por aclarar los hechos a nuestros hospitales locales y otras instituciones médicas. Parte del apoyo técnico y material de los países occidentales es vital para que el Partido Comunista Chino mantenga su canal de sustracción de órganos. Si logramos que la opinión pública se muestre contraria a los órganos obtenidos de forma poco ética y se rompa esa cadena, contribuiremos sin duda a detener esta atrocidad en su origen.
Creo que el hecho de que la sustracción de órganos continúe es un reflejo del estado general de los practicantes de Dafa como grupo. El miedo, la evasión y la indiferencia que vemos en los seres conscientes podría ser sólo un reflejo de nuestros propios estados mentales.
¿Cuál es nuestro objetivo al participar en proyectos de Dafa?
En el artículo de Minghui "¿Cuál es nuestro objetivo al participar en proyectos de Dafa?", el autor se pregunta si es anticuado preguntar "¿Qué hay que hacer?" o "¿Cómo puedo contribuir?" en vez de "¿Qué sacaré de ello?".
En los primeros tiempos, cuando comenzó la persecución, muchos practicantes de fuera de China hicieron todo lo que pudieron para contrarrestar la represión. Trabajaban día y noche. Algunos renunciaron a sus trabajos y otros vendieron sus casas. Pero ahora, 24 años después, muchas cosas han cambiado. Muchos practicantes más jóvenes, los que han dado un paso al frente recientemente o los que se han mudado fuera de China, a menudo tienen en cuenta si podrán ver a Shifu antes de elegir a qué proyecto unirse. Algunos toman la decisión basándose en las ganancias financieras que pueden obtener del proyecto.
Todos deberíamos hacernos esta pregunta: "¿Para qué nos cultivamos? ¿Para cumplir nuestra misión histórica de ayudar a Shifu a rectificar el Fa y salvar a los seres conscientes o para otra cosa?". El objetivo de la cultivación de uno dictará claramente lo que uno hace.
En comparación con los practicantes que tienen la oportunidad de ver a Shifu regularmente, la mayoría de los practicantes de Dafa, incluyendo los de China y de otros países, nunca han visto a Shifu. ¿Pero significa que nos hemos cultivado bien cuando vemos a Shifu? No necesariamente. ¿Deberían aquellos que nunca ven a Shifu perder su motivación para la cultivación y dejar de participar en los proyectos de Dafa? Difícilmente.
En mi opinión, puede ser un apego para ciertos practicantes que tienen un fuerte deseo de ver a Shifu. Tal vez necesiten preguntarse si están buscando algo para sí mismos y si su motivo es verdaderamente para su cultivación o para salvar a los seres conscientes.
La persecución continúa, al igual que la sustracción forzada de órganos. Es una situación grave para todos nosotros. La revelación hecha por Shifu de que 400 millones de personas murieron en China durante la pandemia es un serio recordatorio para todos nosotros en cuanto a cuán bien lo hemos hecho todos estos años al aclarar los hechos y salvar a la gente.
Después de todo, no importa en qué proyecto participemos y si vemos a Shifu o no, seguimos siendo cultivadores. Participar en un proyecto importante o ver a Shifu en persona no nos convierte en mejores cultivadores. Todavía necesitamos trabajar en nuestros corazones y eliminar nuestros apegos para mejorar. Cuando insistimos en hacer ciertas cosas, podemos alterar los arreglos de Shifu e interferir con otros practicantes en su cultivación.
En teoría, todos sabemos que nuestra misión es ayudar a Shifu a rectificar el Fa, aliviar la persecución de los compañeros practicantes en China, ayudar a la gente dentro y fuera de China a entender la verdad y detener la persecución. Cómo priorizamos estas misiones y qué acciones específicas tomamos para cumplirlas merecen una reflexión seria.
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Categoría: Opinión y análisis