(Minghui.org) Los practicantes de Falun Gong han sufrido un total de 1.320 incidentes por su fe, entre arrestos y acosos, en marzo y abril de 2023.

Entre los 689 casos de detención, 4 tuvieron lugar entre 2021 y 2022, y los 685 restantes ocurrieron en 2023; de los cuales 7 ocurrieron en enero, 158 en febrero, 362 en marzo y 158 en abril. En cuanto a los 631 casos de acoso, 25 se produjeron en 2022 y los 606 restantes en 2023; de los cuales 8 ocurrieron en enero, 112 en febrero, 372 en marzo y 114 en abril. Debido a la estricta censura que padece la información en China, los casos de persecución no siempre pueden denunciarse a tiempo, ni resulta fácil disponer de toda la información.

Los nuevos casos que se han denunciado se produjeron en 23 provincias y 4 municipios bajo supervisión del gobierno central (Beijing, Chongqing, Shanghái y Tianjin). Jilin comunicó el mayor número de casos combinados (268), de incidentes de detención y acoso, a los que siguen los 214 en Shangdong, los 106 en Liaoning y los 102 en Hubei. En dieciséis regiones se registraron entre 10 y 87 casos. Y otras siete regiones tuvieron casos de un solo dígito, entre 1 y 9.

Informe de marzo y abril de 2023: 1.320 practicantes de Falun Gong detenidos o acosados por su fe

Si comparamos el total de 624 incidentes –de detención y acoso– que se denunciaron en enero y febrero de 2023, con los 1.320 nuevos casos de marzo y abril, se observa un aumento del 116%. La persecución se ha intensificado a raíz de dos acontecimientos que el Partido Comunista Chino (PCCh) considera de especial importancia: sus reuniones políticas anuales de marzo y el 24.º aniversario de una concentración pacífica que reunió a 10.000 practicantes, el 25 de abril de 1999.

Durante estos denominados "días críticos", las autoridades intensifican a menudo la vigilancia y el acoso a los practicantes. Así tratan de impedir que saquen a la luz la persecución generando conciencia, por ejemplo hablando con la gente en persona, repartiendo información o publicándola en Internet.

Algunos de los practicantes perseguidos se han visto detenidos en muchas ocasiones desde que comenzara la persecución. Por poner un ejemplo, hay un hombre que acaban de poner en libertad tras cumplir una condena de 20 años, por intervenir un sistema de televisión para difundir información sobre Falun Gong. Otro ejemplo, es una mujer que sufrió un trastorno mental, mientras permanecía bajo arresto, debido a las torturas que sufrió.

El acoso cuando se van acercando los días políticamente críticos

Los dos órganos legislativos de China, la Asamblea Popular Nacional (APN) y su máximo órgano consultivo político, la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC), celebran sus reuniones anuales (conocidas como “las dos sesiones") aproximadamente en la misma época cada año (aunque lo hacen por separado). La reunión de la CCPPC de este año, comenzó el 4 de marzo, y la de la APN, al día siguiente. Los practicantes de Falun Gong de toda China se vieron acosados antes de "las dos sesiones".

A finales de febrero, la policía de la ciudad de Luzhou, en la provincia de Sichuan, comenzó a acosar a los practicantes locales, entre los que se hallaban el señor Shi Bangcai, la señora Tang Xuzhen, el señor Deng Shimin, y las señoras Li Yulan y Peng Gongshu. Se ordenó a la policía y a los miembros del Comité Vecinal que tomaran fotos de los practicantes para demostrar que habían hecho su trabajo y "visitado" a los practicantes. Si no les podían hacer las fotos, les pedían a los familiares de los practicantes que se las hicieran por ellos.

Los agentes también ordenaron a los practicantes que no salieran ni hablaran con la gente sobre Falun Gong durante “las dos sesiones". Como la policía no pudo encontrar a la señora Peng, después de que esta se mudara, le revocaron su documento de identidad.

Dos practicantes de la ciudad de Hefei, provincia de Anhui, Lu Jinrong, de 74 años, y Xu Wanzhen, de 80, sufrieron el saqueo de sus casas el 24 de febrero. A ambas les confiscaron sus libros de Falun Gong, así como fotos del fundador de Falun Gong. Liberaron a la Sra. Lu por la tarde. La Sra. Xu regresó a su casa por la noche. La policía le devolvió a la Sra. Xu sus libros de Falun Gong.

En la ciudad de Daqing, provincia de Heilongjiang, la policía acosó a los practicantes locales tanto personándose en sus casas como llamándolos por teléfono. A veces, para que los practicantes les abrieran la puerta, les engañaban diciendo que estaban realizando un censo.

El 2 de marzo, cinco agentes se presentaron en casa del señor Sun Shilian, de 84 años, en la ciudad de Jiujiang, provincia de Jiangxi. Registraron todas las habitaciones y tomaron fotos. Cuando uno de los agentes intentó llevarse la foto del fundador de Falun Gong que tenía en la habitación, el Sr. Sun se lo impidió.

Sun dijo que sufría de muchas dolencias, como cirrosis, asma y gastroenteritis, pero que le desaparecieron después de que empezó a practicar Falun Gong. Por mantenerse fiel a su fe, se vio encarcelado durante 15 años, donde estuvo incluso a punto de morir. El jefe de policía, Zhao, le ordenó que acudiera a la comisaría a la mañana siguiente para responder a unas preguntas. Pero Sun se negó.

La mañana del 4 de marzo, cuatro agentes vestidos de civil abordaron a la Sra. Zhuang Li, una vecina de la ciudad de Rizhao, provincia de Shandong, mientras daba un paseo por el barrio. Les pidió que no tomaran parte en la persecución. Poco después, se marcharon.

Una practicante de la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, y tres ancianos apellidados Xu, Li y Wang, de la ciudad de Changchun, en la provincia de Jilin, también se vieron acosados a principios de marzo. Cuando la policía intentó hacerles fotos, los practicantes se lo impidieron.

El Sr. Qin Wei, un artista de Beijing, se vio acosado en su casa tres veces en abril, en vísperas del aniversario de “la Apelación pPacífica del 25 de Abril". La policía le hacía fotos y, a veces, incluso le llamaba a altas horas de la noche. Las autoridades vigilaron también a otro vecino de Beijing, el Sr. He Xingguo, las veinticuatro horas del día durante "las dos sesiones" de marzo y durante los otros tres días, del 24 al 26 de abril.

En Shanghái, un agente de civil se acercó a la vecina de la localidad, la Sra. Pei Shanzhen, y le exigió que confirmara su identidad cuando iba a presentarle sus respetos a sus antepasados, durante el Festival de Barrido de Tumbas, el 9 de abril de 2023. El 22 de abril, los miembros del Comité Vecinal llamaron varias veces a su puerta. Le dijeron que iban a vigilar su vida cotidiana durante los siguientes cuatro días, hasta que pasara el aniversario de la Apelación Pacífica del 25 de Abril.

También se denunciaron otros casos de acoso en torno al aniversario de "la Apelación Pacífica del 25 de Abril" en la ciudad de Fuyang, provincia de Anhui, y en la ciudad de Dezhou, provincia de Shandong.

Detenidos por hablar en favor de Falun Gong

Detenciones de practicantes de más de 90 años

Detuvieron a Meng Zhaoyu, una vecina de Beijing de 94 años, el 2 de abril de 2023, después de que la denunciaran por hablar con la gente sobre Falun Gong. La interrogaron en la comisaría desde las 8 de la mañana hasta las 3 de la madrugada del día siguiente.

También denunciaron a otra practicante, la Sra. Xiang Deyu, una vecina de 90 años de la ciudad de Suining, provincia de Sichuan, por hablar con la gente sobre Falun Gong en una estación de autobuses. La detenían a principios de marzo de 2023. Los miembros del Comité Vecinal condujeron a la policía a su domicilio para llevar a cabo una redada. Confiscaron sus libros de Falun Gong.

Cuando la llevaban de vuelta a casa, a última hora de la tarde, un miembro del Comité Vecinal mostró la foto de la Sra. Xiang que llevaba en su teléfono móvil al personal de seguridad del barrio. Y les dijo: "Sabemos todo acerca de lo que ha hecho y cuándo lo ha hecho". Entonces, se dio cuenta de que hacía mucho tiempo que la vigilaban.

La policía y los miembros del Comité Vecinal volverían a acosar a la Sra. Xiang el 18 de abril de 2023. Pero, cuando intentaron hacerle fotos no se lo permitió.

La madre de una residente irlandesa es considerada sospechosa de repartir información

La policía detuvo a la Sra. Cen Hua, profesora asociada jubilada de la Universidad de Negocios Internacionales y Economía de Beijing, el 14 de abril de 2023. La considera sospechosa de distribuir información sobre Falun Gong. También llevaron a su madre, de 88 años y enferma de Alzheimer, a la comisaría donde la retuvieron unos instantes.

La hija de la Sra. Cen, la Sra. Li Songyuan, que actualmente vive en Irlanda, celebró una conferencia de prensa frente al Consulado de China el 17 de abril de 2023. Exigió la inmediata liberación de su madre. El Sr. Richard Boyd Barrett, miembro de uno de los tres partidos políticos de Irlanda, asistió a la rueda de prensa y dijo que apoyaba la iniciativa de la Sra. Li.

El Sr. Barrett dijo que la persecución de un grupo de cultivadores pacíficos ponía de manifiesto la verdadera y malvada naturaleza del PCCh. Exigió que el PCCh liberara inmediatamente a la profesora Cen Hua y que pusiera fin de inmediato a la brutal persecución que sufren millones de practicantes de Falun Dafa.

La rueda de prensa frente al Consulado de China en Irlanda donde se exigió la inmediata liberación de la practicante de Falun Gong de Beijing, Cen Hua, el 17 de abril.

Un empleado del gobierno de Hubei será procesado por colocar carteles de Falun Gong

Detuvieron al Sr. Fan Jinhe, un empleado del gobierno de la ciudad de Anlu, provincia de Hubei, el 26 de enero de 2023 por colocar carteles sobre los beneficios para la salud de Falun Gong.

El día anterior a la detención del Sr. Fan, la policía registró su domicilio y confiscó su computadora, su impresora y varios carteles de Falun Gong. Los agentes afirmaron haber visto al Sr. Fan colocando los carteles en videograbaciones de vigilancia. Como el Sr. Fan no estaba en casa cuando llegaron, se marcharon poco después. Volvieron al día siguiente para detenerlo.

La detención del Sr. Fan se aprobó el 24 de febrero de 2023. La policía se dispone ahora a someter su caso a la procuraduría, acusándole de “alterar el orden público con una organización de culto", el pretexto habitual que usa el régimen para criminalizar a los practicantes de Falun Gong.

Detienen e interrogan a una mujer de 26 años por hablar con la gente sobre Falun Gong

Detuvieron a una mujer de 26 años de la ciudad de Nanjing, provincia de Jiangsu, que no llevaba mucho tiempo practicando Falun Gong, el 20 de febrero de 2023 mientras hablaba con la gente sobre su fe.

La policía ató a la Sra. Zhang Jue a un dispositivo de tortura que se llama “el banco del tigre”, le dirigió una luz muy fuerte a los ojos y la interrogó durante toda la noche, sin dejarla dormir. Al día siguiente la llevaron al hospital para someterla a un examen físico y le tomaron una muestra de sangre contra su voluntad. Luego, tres agentes la llevaron de vuelta al lugar donde la habían detenido y le hicieron fotos para utilizarlas como prueba.

La pusieron en libertad el 27 de febrero, tras permanecer siete días recluida en la comisaría de Yongyang.

Ilustración de tortura: el banco del tigre.

Procesan a una mujer de Liaoning por hablar con la gente de su fe

Denunciaron a la Sra. Qi Sumei, una vecina de 64 años del condado de Heishan, provincia de Liaoning, por hablar con la gente sobre Falun Gong en un mercado de agricultores, el 1 de marzo de 2023. La policía la detuvo y la llevó al Centro de Detención de la ciudad de Jinzhou. Debido a su hipertensión, se le denegó el ingreso en el centro. Así que la pusieron en libertad bajo fianza.

El 21 de marzo de 2023, la Sra. Qi acudió a la Oficina de Seguridad Interna del Condado de Heishan e intentó convencer a su jefe, Wang Zhen, de que dejara de tomar parte en la persecución. Wang se negó a escucharla e intentó llevarla a la Procuraduría de la ciudad de Linghai. La Sra. Qi se agarró con tanta fuerza a la silla en la que estaba sentada en la oficina de Seguridad Interna, que los agentes no podían moverla. Tras una hora de forcejeo, dejaron que se marchara a casa.

El 27 de marzo, Wang y algunos funcionarios de la procuraduría se personaron en el domicilio de Qi y le ordenaron que les acompañara a la comisaría para responder a unas preguntas. La Sra. Qi no les dejó entrar. Su hijo, que estaba visitándola a ella y a su marido, le dijo a los policías que su padre, enfermo de apoplejía, temblaba porque ellos le habían aterrorizado y que tendrían que rendir cuentas si su estado empeoraba debido a la presión mental. La policía no tardó en marcharse.

Dos funcionarios del Tribunal de la ciudad de Linghai acudieron con la policía al domicilio de la Sra. Qi, el 3 de abril. Le comunicaron que había sido acusada. Su hijo firmó la acusación en su nombre.

La señora Qi les dijo: "Yo no he violado ninguna ley".

"Cuando el juez la condene, usted se convertirá en una delincuente", le respondieron los secretarios judiciales antes de marcharse.

Detienen a una mujer de Hebei que llevaba viviendo dos años desplazada: la van a procesar en una provincia vecina

La policía detuvo repentinamente a la señora Ma Xiujuan, una mujer de 52 años, mientras caminaba por la calle en el pueblo Nanying, ciudad de Shijiazhuang, provincia de Hebei, el 1 de abril de 2023. La policía señaló que se parecía a una practicante de Falun Gong que figuraba en su lista de buscados.

La policía la investigó y descubrió que, efectivamente, era la persona que buscaba la procuraduría de la ciudad de Xinzhou, en la cercana provincia de Shanxi. Se pusieron en contacto con la Policía de Xinzhou, que acudió el 4 de abril y se la llevó de vuelta.

El calvario de la Sra. Ma comenzaría con una detención anterior, el 21 de noviembre de 2019, de la Policía de la ciudad de Yuanping, provincia de Shanxi, que está bajo la jurisdicción de Xinzhou. Cuatro meses antes de su detención, arrestaban a sus padres, que viven en Yuanping, junto con otros diez practicantes. Sospechando que Ma colaboraba con ellos generando conciencia sobre la persecución, la policía también la detuvo.

Recluyeron a Ma en el Centro de Detención de la ciudad de Xinzhou. La pondrían en libertad bajo fianza 37 días después. A finales de 2020, Guo Zhihong, exjefe de la Oficina de Seguridad Nacional de la ciudad de Yuanping, presentó su caso ante la Procuraduría del Distrito de Xinfu, en la ciudad de Xinzhou.

La Sra. Ma contrató a un abogado para que la representara. Pero el procurador Hou Xuming se lo hizo difícil y no le permitió revisar los documentos del caso.

Tras aprobar la detención de Ma en mayo de 2021, Hou le ordenó que fuera a responder algunas preguntas ante la procuraduría y la amenazó con una sentencia, si no se presentaba.

Para evitar la condena, Ma se alejó de su domicilio. Así que la incluyeron en la lista de personas buscadas de la procuraduría.

Un día de julio de 2022, a las 3:00 de la madrugada, cuatro agentes de Shijiazhuang irrumpieron en casa de la suegra de Ma, de 90 años, buscándola. Los agentes afirmaron que la Policía de Xinzhou le había pedido que buscaran a Ma. Toda la familia quedó profundamente aterrorizada.

Cuando la familia denunció la persecución a Minghui.org, la Policía de Xinzhou la amenazó y la acusó de "connivencia con fuerzas extranjeras anti-China”.

Una persecución que no cesa

Una mujer de Shanghái es detenida por sexta vez por su fe en Falun Dafa

El 4 de abril de 2023, la policía ferroviaria detuvo a una vecina de Shanghái que se disponía a subir a un tren y le registró el bolso. La policía detuvo a la Sra. Ying Yu tras descubrir un ‘pendrive’ con información sobre Falun Gong. Más tarde saquearon su domicilio y desde entonces ha permanecido recluida en el Centro de Detención del Distrito de Changning.

La Sra. Ying Yu

Es la sexta vez que detienen a Ying, de unos 50 años, por su fe en Falun Gong. Poco después del inicio de la persecución en 1999, detuvieron a Ying cuando fue a Beijing a apelar por su derecho a practicar Falun Gong. La condenaron a dos años de trabajo forzado.

La Sra. Ying viajó con su madre, la Sra. Jin Yuehua, a la ciudad de Guangzhou, provincia de Guangdong, el 2 de junio de 2006 para visitar a un familiar. Se dejó el bolso en el tren. El empleado del tren entregó el bolso a la policía, que encontró información sobre Falun Gong en su interior. Cuando la Sra. Yang regresó a la estación de tren en busca de su bolso, la detuvieron.

La Policía Ferroviaria de Guangzhou informó a su homóloga de Shanghái, que acudió y trasladó de vuelta a la Sra. Yang y a su madre. Las recluyeron en el Centro de Detención del Distrito de Putuo. Mientras tanto, más de diez agentes registraban el domicilio de la Sra. Ying y confiscaban su computadora y sus libros de Falun Gong.

Posteriormente, llevaron a ambas mujeres a la Escuela de Educación Jurídica de Shanghái (un centro de lavado de cerebro encubierto) donde las retuvieron durante tres meses. La policía y los miembros del Comité Vecinal continuaron acosándolas tras ser puestas en libertad. También presionaron a la empresa de Ying para que la despidiera. Justo cuando Ying encontró un nuevo trabajo, la policía volvió a acosar a su nueva empresa y la obligó a despedirla.

Detuvieron a la madre de Ying otra vez el 22 de febrero de 2008, cuando estaba viendo en su casa, junto con otros diez ancianos, la retransmisión de Shen Yun Performing Arts de New Tang Dynasty TV. La policía irrumpió y se llevó a todos los practicantes al Centro de Detención del Distrito de Putuo. La mayoría permanecieron detenidos varios meses.

La siguiente detención tendría lugar el 25 de mayo de 2008. Saquearon su domicilio. Permaneció recluida en el Centro de Detención del Distrito de Putuo durante un mes, antes de quedar en libertad bajo fianza.

Volvieron a detener a Ying algunas semanas después, el 16 de julio de 2008. La policía la acusó de escribir a Jacques Rogge, presidente del Comité Olímpico Internacional, sobre las violaciones de derechos humanos en China y, en especial, sobre la persecución que sufre su familia. Como los Juegos Olímpicos de Beijing iban a comenzar dentro de tres semanas, la policía dijo que el hecho de que escribiera la carta era un asunto grave. La detuvieron durante un mes. La pusieron en libertad el 15 de agosto.

Varios agentes de civil irrumpieron en el domicilio de la Sra. Ying a las 7:00 de la mañana del 18 de abril de 2017 y la detuvieron. Con una orden de registro en blanco, allanaron su casa. Primero la retuvieron en un centro de detención y después la trasladaron a un centro de lavado de cerebro. Su madre, de más de 80 años, desconociendo cualquier detalle sobre su paradero, acudió a la comisaría para exigir su liberación. La policía se negó a liberarla con la excusa de que no había renunciado a Falun Gong.

Detienen otra vez a un hombre de Hunan, que permaneció encarcelado durante 17 años por practicar Falun Gong

Después de haber cumplido una condena en un campo de trabajo y dos penas de prisión por un total de 17 años, detuvieron otra vez a un vecino de la ciudad de Xiangtan, provincia de Hunan, por su fe en Falun Gong.

Varios agentes irrumpieron en el domicilio del Sr. Yang Shiyi el 20 de febrero de 2023 y lo llevaron al Centro de Detención de la ciudad de Xiangtan. Al día siguiente, la policía llamó a su hijo y le pidió que le llevara ropa a su padre. También afirmaron que el Sr. Yang y otros cinco practicantes habían colocado pancartas con información sobre Falun Gong. Y que consiguieron atraparlo, aunque los otros cinco practicantes lograron escapar. El Sr. Yang, por su parte, negó haber colocado nunca las supuestas pancartas.

El Sr. Yang se sentía atraído por las prácticas espirituales desde que era joven. Aunque viajó por todo el país en busca de una práctica auténtica, no la encontró. Cuando Falun Gong se dio a conocer al público en 1992, se sintió atraído por sus profundas enseñanzas y comenzó a practicarlo. Su madre, una antigua monja que se vio obligada a casarse durante la campaña política del régimen comunista, se alegró mucho por él.

Desde que comenzó la persecución, Yang ha pasado muy poco tiempo con su familia debido a las repetidas detenciones y encarcelamientos. Y aún cuando no estaba detenido, tanto él como su familia sufrían el incesante acoso de las autoridades.

Condenaron al Sr. Yang a un año y medio de prisión en el campo de trabajo forzado de Xinkaipu, después de que lo detuvieran por hablar con la gente sobre Falun Gong en el 2000. Lo detuvieron otra vez en marzo de 2003, por distribuir material de Falun Gong. Lo condenaron a ocho años en la Prisión de Wangling. Tras otra detención, el 27 de septiembre de 2011, permaneció recluido en un centro de lavado de cerebro durante un mes. Su siguiente detención fue el 14 de enero de 2013, por repartir materiales de Falun Gong. Lo condenaron a siete años y medio en la Prisión de Wangling. Su madre, desconsolada, falleció un año después.

Cuando lo pusieron en libertad en julio de 2020, asumió la responsabilidad de cuidar de su padre de 98 años y de su hijo, que padece un trastorno mental.

El padre de Yang se rompió la cadera y quedó postrado en cama a principios de 2022. El Sr. Yang se hizo cargo de su aseo y le cocinaba, sin pedir ayuda a su hermano ni a su cuñada. Dos meses después de que su padre falleciera, lo volvieron a detener por su fe.

Hombre de Gansu acosado constantemente tras cumplir 20 años de condena por su fe

Wei Junren regresó por fin a casa el 13 de agosto de 2022. Había cumplido 20 años de condena por intervenir la televisión por cable para denunciar que el Partido Comunista Chino ataca a Falun Gong con propaganda difamatoria. Pero, quedó desolado al ver su casa derruida.

Sin ningún lugar a donde ir, este vecino de 54 años del condado de Jingchuan, provincia de Gansu, tuvo que quedarse en casa de su hermano durante algunos días. Sin embargo, la policía siguió acosándolo en casa de su hermano en cuanto lo localizó.

Esconderse de la policía para evitar su acoso se convirtió en la forma de vivir del Sr. Wei. Debido también al acoso del que era víctima, ningún empresario se atrevía a contratarlo, por lo que se veía obligado a cambiar de trabajo con frecuencia.

Durante los primeros días de la condena del Sr. Wei, su esposa le confió a sus padres el cuidado de sus dos hijos pequeños. Mientras tanto, ella trabajaba en Lanzhou (la capital de la provincia de Gansu) para mantener a toda la familia. Pero debido a una intoxicación accidental por gas, falleció el 19 de enero de 2006.

Los dos hijos del Sr. Wei abandonaron la escuela a los 15 años y se fueron de casa para buscarse la vida.

Sus ancianos padres fallecieron, uno detrás del otro, en 2020 antes de que lo pusieran en libertad.

Detuvieron al Sr. Wei en agosto de 2002, por generar conciencia sobre la persecución con su valiente acto, y lo condenaron a 20 años. También condenaron a otros doce practicantes a penas de entre 7 y 20 años de prisión. Dos practicantes murieron torturados en la prisión.

Las autoridades siguen acosando a una anciana que sufre un trastorno mental debido a las torturas

Li Zhongfang, una vecina de la ciudad de Chengdu, provincia de Sichuan, sufrió un trastorno mental después de que le administraran fármacos tóxicos, mientras cumplía una condena de 3,5 años de prisión por practicar Falun Gong. Aunque la pusieron en libertad a principios de 2021, su estado nunca mejoró. Al día de hoy sigue luchando por cuidar de sí misma. Pese a todo, las autoridades continúan acosándola sin tregua e intimidando a su hija.

A finales de septiembre de 2022, el día después de que se levantaran las dos semanas de confinamiento por la COVID en la ciudad de Chengdu, provincia de Sichuan, la hija de la Sra. Li salió. Un agente de policía y un miembro del personal del Comité Vecinal, que la esperaban, exigieron reunirse con su madre. Cuando lo rechazó, la siguieron durante un buen rato. Cuando regresó por la tarde, las mismas dos personas, y otros dos miembros del Comité Vecinal, seguían en la puerta de su casa. No se marcharon hasta medianoche.

Durante los días siguientes, la policía y los funcionarios del Comité Vecinal no dejaban de telefonear a la hija de Li. La policía también intentó averiguar la dirección de la señora Li a través del administrador de la propiedad de la subdivisión de su hija.

Cuando la policía siguió insistiendo en encontrar a Li, su hija les preguntó qué querían. Después de todo, Li sufría un trastorno mental. Un agente dijo que conocía la situación de Li, pero que tenía que verla en persona y pedirle que firmara una declaración de renuncia a Falun Gong, por orden de sus superiores.

La hija de Li confirmó posteriormente que Yin Shunyao, miembro del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos de la ciudad de Chengdu y director del Centro de Lavado de Cerebro Xinjin, ordenó a un grupo especial que persiguiera a todos los practicantes locales de Falun Gong y les obligara a firmar declaraciones de renuncia a Falun Gong. Un agente reveló que habían empezado a recopilar información sobre la Sra. Li y su hija el año pasado.

Para evitar el acoso policial, la hija de Li se trasladó a otro barrio.

El 2 de octubre de 2022, cuando la hija de Li fue a visitarla, se dio cuenta de que había un joven tratando de mirar en el interior del apartamento de Li. Cuando miró a su alrededor vio que había un sofá en el pasillo, cerca del ascensor. Entonces, bajó las escaleras. Y el hombre la siguió.

La hija de Li se enteró de que muchos vecinos se quejaban de que el hombre estuviera siempre en el pasillo. Varios vecinos lo veían fumando en mitad de la noche. Cuando le preguntaban qué hacía allí, hacía un gesto con la mano y decía que no era asunto suyo. Muchos de los vecinos también informaron de que extraños llamaban con frecuencia a sus puertas con todo tipo de excusas. Se sentían muy inseguros y nerviosos. Pero aunque se quejaran al administrador de la propiedad, nunca recibían respuesta.

Administración involuntaria de fármacos bajo arresto

Detuvieron a la Sra. Li el 1 de agosto de 2017 mientras compraba alimentos. Cuando se declaró en huelga de hambre en el Centro de Detención de la ciudad de Chengdu, para protestar por la persecución, la alimentaron a la fuerza. Según un denunciante, los guardias añadían una gran cantidad de polvo blanco a la comida que le daban.

Más tarde la ingresaron en el hospital del distrito de Qingyang, afiliado al centro de detención. Los guardias la mantuvieron esposada y encadenada a la cama. Aunque le administraron constantes goteos intravenosos, las enfermeras se negaban a revelar lo que contenían.

La Sra. Li parecía estar muy débil cuando la juzgaron en el Tribunal del Distrito de Qingyang el 10 de abril de 2018. Su cuerpo y sus labios temblaban. Aunque le llevaba mucho tiempo responder a una pregunta, no lograba hablar con claridad ni acabar de expresarse.

Posteriormente, la condenarían a 3,5 años y la trasladarían a la Prisión de Mujeres de la Provincia de Sichuan, en la ciudad de Chengdu, el 2 de julio de 2018. Se vio sometida a diversos tipos de torturas y a incesantes palizas. Los guardias no dejaron que su familia la visitara.

Cuando la llevaron al Tercer Pabellón de la prisión el 11 de julio de 2018, las reclusas la obligaron a vestirse con el uniforme de la prisión y le cortaron el pelo. La recluyeron en la sala 412, donde torturaban a los practicantes de Falun Gong que se negaban a renunciar a su fe. Las reclusas la golpearon durante toda la noche, hasta las primeras horas de la mañana.

Los guardias comenzaron entonces a forzarla para que se tomara fármacos psiquiátricos, con la excusa de que estaba mentalmente desorientada. Incluso intentaron obligar a su familia para que la sometiera a una evaluación psiquiátrica y de que la convencieran para que cooperara y tomara los fármacos. Su familia se negó. Argumentaron que estaba perfectamente sana antes de que la detuvieran. Se preguntaron por qué sufría esa enfermedad mientras permanecía detenida. Además, si estaba enferma de verdad, la prisión debía dejarla en libertad condicional por motivos médicos para que pudiera recuperarse. Sin embargo, las autoridades rechazaron la solicitud de libertad condicional, con la excusa de que el procedimiento era difícil de completar.

Según una persona con información privilegiada, la obligaron a tomar esos fármacos desconocidos dos veces al día, todos los días, durante dos años. La prisión también controlaba si se tragaba los fármacos a través de las cámaras de vigilancia. En septiembre de 2018, solo dos meses después de que la trasladaran a la prisión, ya había contraído una condición mental grave. Se tumbaba en la cama babeando y escupiendo, y a menudo se sentía aturdida. Tenía los ojos apagados y también estaba demacrada y débil.

Los primeros días, tras su puesta en libertad, a principios de 2021, su estado era relativamente estable. Su familia sospechaba que lo que le suministraban eran tranquilizantes. Con el paso del tiempo, se volvió un poco obsesiva y, a veces, se encerraba en la habitación. No podía distinguir el día de la noche. De vez en cuando pronunciaba algunas palabras sobre las torturas a las que la habían sometido en la cárcel. Pero se mostraba sumamente nerviosa y sensible cuando su familia le preguntaba por los fármacos tóxicos.

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