(Minghui.org) [Nota del editor: La Sra. Yang Jinhua, oriunda de la ciudad de Laixi, de Shandong, huyó de China el 30 de julio de 2014 para evitar ser perseguida por su fe en Falun Dafa, una disciplina de cuerpo y mente también conocida como Falun Gong perseguida por el Partido Comunista Chino (PCCh) desde julio de 1999.

Tras leer información no censurada fuera de China, Yang se dio cuenta de que podía haber sido objeto de la sustracción forzada de órganos a practicantes vivos de Falun Dafa perpetuada por el PCCh. Recordó que un médico le extrajo una gran cantidad de sangre en 2004, cuando estaba detenida en China por defender su fe. Le dijeron que solo era un examen físico, sin embargo nunca le dieron los resultados.

Ella testificó en la segunda audiencia pública del Tribunal Independiente del Pueblo (también conocido como Tribunal de China) en Londres los días 6 y 7 de abril de 2019. Presidido por Sir Geoffrey Nice, QC (reconocido abogado de alto rango), el tribunal estaba formado por siete expertos encargados de realizar el primer análisis independiente del mundo sobre la sustracción forzada de órganos en China.

En este informe, la Sra. Yang relató más detalles de su persecución cuando aún estaba en China].

Me llamo Yang Jinhua y tengo 51 años. Trabajé en la Fábrica de Ropa N.º 14 de la ciudad de Laixi, en la provincia de Shandong, hasta que quebró en 2002.

Comencé a practicar Falun Dafa en octubre de 1998. Después de leer las enseñanzas principales, Zhuan Falun, me di cuenta de que el propósito de la vida era volver al verdadero yo y que debía vivir según los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia para mejorar y ser una persona más considerada. Lamenté no haber aprendido la práctica antes y me uní a los ejercicios de grupo en un parque local tantas veces como pude. Me llenaba de alegría cada día por aquel entonces.

La noche del 19 de julio de 1999, un amigo me advirtió que no fuera al parque a hacer los ejercicios en grupo a la mañana siguiente porque había oído que Jiang Zemin, entonces líder del PCCh, había iniciado oficialmente una campaña para erradicar a Falun Dafa que comenzaría al día siguiente. Cualquiera que se atreviera a hacer los ejercicios de Falun Dafa en público sería detenido y encarcelado.

La persecución comenzó al día siguiente (20 de julio de 1999), con todos los medios de comunicación (televisión, radio y periódicos) lanzando mentiras sobre Falun Dafa. Como alguien que se había beneficiado personalmente de Falun Dafa, me sentí obligada a decirle al gobierno que la práctica no se parecía en nada a lo que se describía en la propaganda. Debido a mis esfuerzos por crear conciencia sobre la persecución a Falun Dafa, me detuvieron un total de 12 veces y allanaron mi casa tres veces en los siguientes 15 años, hasta que huí de China en 2014.

Mis detenciones me llevaron a varios lugares. Estuve recluida cinco veces en el Calabozo de la Ciudad de Laixi, tres veces en el Centro de Detención de la ciudad de Laixi y dos veces en el Segundo Campo de Trabajo Forzado para mujeres de la Provincia de Shandong (también conocido como Campo de Trabajo Forzado de Wangcun) (en total, cinco años). En una ocasión, mi empleador me retuvo en un almacén durante tres meses. Durante mi detención, me sometieron a todo tipo de torturas físicas y trabajo forzado. Tres veces me desmayé tras recibir descargas eléctricas.

Cuando no estaba detenida, la policía me acosaba y vigilaba. Me pincharon el teléfono. Me obligaron a vivir fuera de casa durante un total de siete años.

A mi madre la obligaron a entregar sus libros de Falun Dafa poco después de que comenzara la persecución, por lo que abandonó la cultivación. La policía también la acosó y se vio obligada a mudarse tres veces. Por miedo a ser implicadas, mis hermanas rompieron los lazos conmigo.

Misteriosa extracción de sangre

La extracción de sangre tuvo lugar en octubre de 2004, cuando estaba recluida en el Segundo Campo de Trabajo Forzado para Mujeres de la Provincia de Shandong. Entonces tenía 32 años y era la más joven de las detenidas del "equipo número dos". Aquella mañana, el jefe del equipo me indicó que subiera a un autobús, donde vi a un agente de policía esperándome. No me explicó adónde se dirigía el autobús. Las ventanillas estaban tapadas, así que no podía ver el exterior.

Cuando el autobús paró, vi un patio con varias habitaciones. Me llevaron a una habitación, donde una doctora me tomó la presión arterial y me auscultó el corazón (no recuerdo cuántos exámenes físicos me habían hecho antes en el campo de trabajo forzado). Luego me llevaron a una segunda sala, donde un oficial masculino me presionó los dedos con fuerza para recoger mis huellas dactilares. En la tercera sala, otra doctora me sacó un tubo de sangre tan grande que me asusté.

A la mañana siguiente pregunté al jefe del equipo qué pasaba con el viaje en autobús del día anterior y me informó que solo era un examen físico. Nunca me dieron los resultados del examen y poco a poco lo fui olvidando. En aquel momento, no era consciente de la sustracción forzada de órganos a prisioneros por parte del PCCh.

Después de huir de China el 30 de julio de 2014, leí mucha información no censurada sobre la sustracción forzada de órganos a personas vivas. Entonces recordé el episodio de la extracción de sangre y me di cuenta de que podía haberme convertido en un objetivo de la sustracción de órganos.

Abusos durante la detención

Fui sometida a diversas formas de malos tratos en diferentes centros de detención.

Administración involuntaria de fármacos en un hospital psiquiátrico

Shao Jun, entonces jefe de la Sección Política de la Comisaría de Policía de la ciudad de Laixi, presionó a mi familia para que me enviara a un hospital psiquiátrico el 28 de julio de 1999, porque me negué a escribir una declaración de renuncia a Falun Dafa. El hospital me obligó a tomar medicamentos psiquiátricos antes de cada comida. Los fármacos causaron graves efectos secundarios y dañaron mi sistema nervioso central. También me obligaron a ver todo el tiempo programas de televisión que atacaban a Falun Dafa. El sufrimiento físico y mental era indescriptible. Si no hubiera sido por mi fe, no habría podido superarlo. Mi madre me sacó 20 días después, tras conseguir pagar la costosa factura médica.

Pisoteada en la cabeza con botas en el Refugio de la ciudad de Laixi

Una vez me detuvieron en el Refugio de la ciudad de Laixi. En noviembre de 1999, estaba recitando las enseñanzas de Falun Dafa cuando el oficial Wu de la Comisaría de Policía de Chengguan se fijó en mí. Me agarró del pelo, me tiró al suelo y me pisoteó la cabeza y el cuerpo con sus botas de cuero.

Alimentación forzada en el Centro de Detención de Shijingshan, en Beijing

El 14 de junio de 2000, mientras estaba detenida en el Centro de Detención de Shijingshan, me alimentaron a la fuerza porque inicié una huelga de hambre en señal de protesta. Me sacaron de mi celda y me retuvieron en una cama del pasillo. Varios guardias me sujetaron las extremidades y dos doctoras me introdujeron un tubo en la boca y me alimentaron a la fuerza con agua salina. No pararon hasta que me sangró la boca.

Esposamiento, flagelación y descargas eléctricas tras una detención en 2000

El 19 de julio de 2000 me detuvieron en Beijing y me llevaron a la Comisaría del Parque Yuyuantan, donde la policía me esposó a un árbol del patio durante tres horas. Más tarde, esa misma noche, me trasladaron al Centro de Detención de la Ciudad de Shijiazhuang, en la cercana provincia de Hebei.

Al día siguiente, un guardia me esposó y me llevó a una sala de interrogatorios, donde encadenó las esposas al respaldo de una silla. Esa noche, otro guardia me ató la parte superior del cuerpo al respaldo de una silla y las piernas a un banco. Luego me puso un alambre alrededor de los dedos de las manos y de los pies y me dio tres descargas eléctricas. Me desmayé cada vez y solo sobreviví recitando "Falun Dafa es bueno".

El tercer día (21 de julio), un recluso jefe me azotó con un látigo de cuero durante 20 minutos sin parar. Este látigo causó un dolor insoportable, sin embargo no dejó heridas externas.

Más tarde me llevaron de vuelta a Beijing y me recluyeron en la Oficina de Asuntos Internos de la ciudad de Laixi, en Beijing.

El 1 de agosto de 2000, los agentes de policía Shen Tao y Liu Guanghong de la ciudad de Laixi me recogieron en Beijing y me escoltaron de vuelta al Calabozo de la ciudad de Laixi.

Torturas después de mi detención en 2002

Volvieron a detenerme el 12 de abril de 2002 y me recluyeron en el Centro de Detención de Dashan, en la ciudad de Qingdao, provincia de Shandong. El 8 de mayo de 2002, los agentes Shen Tao, Sui Guoqin y Zhang Luning me esposaron y me trasladaron al Segundo Campo de Trabajo Forzado para Mujeres de la Provincia de Shandong, donde estuve recluida hasta noviembre de 2006.

Como me negué a renunciar a Falun Dafa, a menudo me recluyeron en régimen de aislamiento. No recuerdo cuántas veces sufrí este maltrato. Cada vez no me dejaban dormir, comer ni ir al baño hasta que me dejaban salir de la celda de aislamiento.

Estuve en el campo de trabajo forzado durante 1.570 días, y todos los días me obligaban a sentarme en un pequeño taburete durante largos periodos de tiempo. Me dolían las nalgas, aun así me obligaban a sentarme.

Desde mi detención, el 12 de abril de 2002, hasta el día de mi puesta en libertad, en noviembre de 2006, me obligaron a realizar trabajos no remunerados tanto en el centro de detención como en el campo de trabajo forzado, como pegar bolsos, empaquetar lápices y bolígrafos, tejer jerseys, coser adornos en la ropa, coser pequeños animales de peluche, cortar hilos de la ropa, tejer nudos chinos (un tipo de decoración), confeccionar alfombras, coser colchas, doblar cajas de pasteles de luna, enrollar bobinas y hacer diversas decoraciones con pegamentos tóxicos.

Informe relacionado (Inglés):

Londres: El Tribunal de China examina las pruebas de la sustracción forzada de órganos por el PCCh