(Minghui.org) La pandemia de COVID se intensificó en China a mediados de diciembre de 2022, y nuestra ciudad no fue una excepción. La mayoría de las tiendas, fábricas y escuelas cerraron, y las agencias gubernamentales también estaban en un estado semiparalizado. Los médicos estimaron que más del 80% de la población de nuestra zona estaba infectada.

Mi mujer y mi hijo tuvieron síntomas de COVID. Se recuperaron rápidamente tras recitar sinceramente "Falun Dafa es bueno, Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" y escuchar grabaciones de las conferencias de Shifu. Todavía estaba un poco perplejo sobre porqué mis familiares, que apoyaban mucho mi práctica de Falun Dafa, mostraban síntomas de COVID.

Fui a visitar a un amigo que no era practicante. Los tres miembros de su familia estuvieron a salvo durante la pandemia. Me dijo que se alegró mucho cuando se enteró de que Jiang Zemin, el antiguo líder del Partido Comunista Chino (PCCh), había muerto el 30 de noviembre de 2022. Buscó petardos para celebrarlo. La escuela hizo que los profesores y alumnos rindieran un homenaje silencioso a Jiang el séptimo día de su muerte. Mi amigo lo sabía de antemano, así que no dejó que su hija fuera al colegio ese día.

Esto me recordó que yo tampoco quería que mi hija fuera a la escuela ese día. Pero mi mujer me dijo que nuestro hijo había perdido muchos días debido a la pandemia y que debía ir. Me dijo: "Sólo pídele que no asista al homenaje silencioso". Discutimos y no insistí. Ahora me siento muy arrepentido.

No le di suficiente importancia a este asunto y no me mantuve firme en mi postura. Jiang, que causó desastres al país e inició la persecución a Falun Dafa, murió. Sus crímenes no deben ser glorificados, pero el PCCh hizo que profesores y estudiantes le rindieran un homenaje silencioso.

¿No es eso dar energía al moribundo PCCh? ¿No es esto otra persecución a los pueblos del mundo? Algunos familiares de practicantes de Dafa no se negaron categóricamente a participar, y tomaron parte en el duelo silencioso. ¿Acaso no supieron discernir entre el bien y el mal?

Mi amigo no practicante hizo que su hija faltara a la escuela y se negó a mostrar su apoyo al malvado partido comunista. Está lleno de tanta rectitud. Sin embargo, yo soy practicante y me sentí avergonzado por no haber defendido mi postura.

Entonces pensé en otro asunto que me dio una profunda lección.

Me invitaron a participar en una exposición de arte en la segunda mitad de 2020. El organizador dijo que la exposición estaba patrocinada por el gobierno local. Acepté sin investigar más. Sentí que era una oportunidad única de participar en una exposición con tantos pintores maravillosos. Me entusiasmé y empecé a trabajar duro para crear mis obras.

Cuando el trabajo estaba casi terminado, vi el folleto de los organizadores, que decía que la exposición celebraba el centenario del PCCh. Me quedé de piedra.

Sé muy bien que en China todas las grandes celebraciones del Partido Comunista están orquestadas por el departamento de propaganda, que incluye actividades artísticas y literarias. El PCCh utiliza el talento de los artistas para hacer alarde de su grandeza. No suelo participar en exposiciones temáticas estrechamente vinculadas al Partido y que, obviamente, lo halaguen.

Pero el organizador de la exposición no me lo explicó de antemano. Cuando me enteré de que la exposición estaba relacionada con el centenario del PCCh, ya se habían hecho los preparativos y mi nombre aparecía en los materiales promocionales de la exposición.

Me sentí muy turbado y no pude decidirme a echarme atrás, ni encontré una excusa para hacerlo. Una ráfaga de aire frío sopló hacia mí en el pasillo del centro comunitario cuando salía del estudio una noche. Temblé incontrolablemente y me pregunté cómo podía hacer tanto frío en otoño tan al sur... pensé que la brisa se debía al sistema de ventilación y no volví a pensar en ello.

Entonces tuve una grave tribulación de yeli de enfermedad. Me dolía la cabeza, no paraba de toser y tuve dificultades para respirar durante diez días. Me dolía el cuerpo y no tenía apetito. Al principio no le presté mucha atención, pensando que se trataba de una eliminación de yeli ordinaria y que pronto terminaría. Sin embargo, no esperaba sentir que me moría cuando los síntomas se intensificaron.

No podía leer el Fa ni siquiera emitir pensamientos rectos. Finalmente, me puse en contacto con otros practicantes y les pedí que me ayudaran. Me recuperé gradualmente después de que me enviaran pensamientos rectos en grupo. En los 20 años que llevo cultivándome, nunca había tenido una tribulación tan grave. Esta vez la maldad vino realmente a acabar con mi vida.

Me di cuenta después de que esta tribulación fue causada por mi fuerte deseo de fama y fortuna. Fue una trampa diseñada por las viejas fuerzas. Se aprovecharon de mi error de participar en una exposición temática estrechamente vinculada a la glorificación del PCCh. Querían quitarme la vida porque, sin querer, apoyé la plataforma del partido. Si no hubiera sido por la misericordiosa protección de Shifu y la colaboración de mis compañeros practicantes para ayudarme, podría estar muerto.

Después de estas serias lecciones, comprendo mejor el significado de los viejos refranes: "La voluntad del Cielo no puede ser violada" y "El bien y el mal no pueden coexistir". Para mantenerse a salvo mientras el Cielo destruye al PCCh, la gente no sólo tiene que mantenerse alejada de él, sino que necesita evitar la trampa de apoyarlo involuntariamente. Los practicantes debemos prestar más atención y no dejarnos engañar tan fácilmente.