(Minghui.org) Una residente de la ciudad de Harbin, provincia de Heilongjiang, fue condenada a tres años de prisión en noviembre de 2021 por practicar Falun Gong, una disciplina cuerpo-mente perseguida por el Partido Comunista Chino (PCCh) desde julio de 1999.

La Sra. Wang Chunyan cumple actualmente condena en el Equipo 609 de la División 8 de la Prisión de Mujeres de Heilongjiang y ha sido sometida a diversas formas de tortura, como ser obligada a sentarse en un pequeño taburete, privación del sueño y del uso del baño, palizas, abusos verbales, humillaciones y ser obligada a ver vídeos que calumniaban a Falun Gong.

Detención y condena

La Sra. Wang, de 55 años, fue detenida el 19 de abril de 2021 junto con otros tres practicantes de Falun Gong, los Sres. Hou Haichao, Nian Jingsheng y la Sra. Niu Nana. Yang Bo, subdirector de la División de Seguridad Nacional de la provincia de Heilongjiang, ordenó la detención del grupo.

Un mes después, los cuatro practicantes quedaron en libertad bajo fianza, pero volvieron a ser detenidos. Sus detenciones se aprobaron el 10 de junio, y la Sra. Wang fue condenada a tres años por el Tribunal de Ferrocarriles en noviembre de 2021.

La policía retuvo a la Sra. Wang en el Centro de Detención N.º 2 de Harbin sin informar a su familia. Su hijo la encontró finalmente tras buscarla por toda la ciudad. A los practicantes detenidos allí se les niega el derecho de visita y tienen que comprar los artículos de primera necesidad a precios considerablemente elevados.

Torturados en prisión

Celda 610

La Sra. Wang fue trasladada a la división de formación de la Prisión de Mujeres de Heilongjiang a principios de 2022. Tras un mes de cuarentena, fue asignada al Equipo 610 de la División 8. Yuan Jingfang, el jefe del equipo, ha participado activamente en la persecución a los practicantes de Falun Gong. Antes de que la Sra. Wang y otras 20 practicantes fueran asignadas a la división, los guardias ajustaron aquí la proporción de reclusas y practicantes para perseguir aún más a las practicantes.

Al llegar a la División 8, la Sra. Wang fue sometida a un cacheo. Inspeccionaron todas sus pertenencias y tiraron algunas arbitrariamente. La Sra. Wang y otras practicantes recién admitidas fueron separadas y llevadas a varias salas, como una sala de secado de ropa, un almacén, un baño, una sala de agua, un cuarto de baño y un pasillo, para ser torturadas.

El invierno en el noreste de China es muy frío y las recién admitidas no llevaban ropa de abrigo. La mayoría llevaba zapatillas y ropa fina. Aunque el baño, la sala de agua y el almacén ya estaban fríos, los guardias dejaron las ventanas abiertas para congelar a las practicantes. Allí las golpeaban, las obligaban a permanecer de pie, no las dejaban dormir ni beber agua y las obligaban a sentarse en pequeños taburetes sin moverse.

A la Sra. Wang la llevaron al baño y la obligaron a sentarse en un pequeño taburete mientras contenía la orina y recibía bofetadas de una reclusa. A algunas practicantes las obligaban a sentarse en el taburete desde la mañana hasta medianoche o al amanecer. Al día siguiente, las llevaban a otro lugar encubierto y las hacían sentarse de nuevo en el taburete. También se les ordenaba escribir declaraciones de garantía para renunciar a su fe. Las practicantes eran torturadas de esta forma todos los días.

En la División 8 hay cámaras de seguridad por todas partes sin ningún punto ciego, sin embargo, ningún guardia apareció cuando las reclusas torturaban a las practicantes. Las reclusas tampoco tenían que pedir permiso a las guardias cuando torturaban a las practicantes. Se las recompensaba con comida, artículos de primera necesidad, ropa, un aumento del tiempo de conversación con la familia o una reducción de la condena por su participación activa en la persecución a las practicantes.

Equipo 609

Tras un mes en el Equipo 610, la Sra. Wang fue trasladada al Equipo 609 en febrero de 2022. La jefa del equipo, Li Yuan, estaba originalmente en la División 3 y padece una enfermedad venérea. Fue trasladada a la División 8 tras permanecer hospitalizada más de un año. A pesar de que Li seguía padeciendo la enfermedad, las guardias hicieron que las practicantes permanecieran con Li en la misma celda. Li fue trasladada al equipo 508 en noviembre de 2021 y nombrada jefa del equipo 609 en febrero de 2022.

La Sra. Wang fue asignada a la litera superior del Equipo 609. Saludó a otra practicante, la Sra. Gao Shuying, y esta breve conversación fue presenciada por Li, quien a continuación indicó a la Sra. Wang que trasladara sus pertenencias a otra cama situada en la otra esquina de la habitación. La cama de la Sra. Gao estaba junto a la ventana, mientras que la de la Sra. Wang estaba separada por un desagüe y es la más alejada de la Sra. Gao. Li dio instrucciones a las reclusas que vigilaban a ambas practicantes para que las vigilaran y se aseguraran de que no hablaran entre ellas ni se dieran nada. De ser así, las reclusas serían castigadas.

Al llegar a la prisión, las pertenencias de las reclusas se inspeccionan primero en la puerta de la prisión y algunos de los artículos pueden tirarse. Las pertenencias se inspeccionan de nuevo en el equipo de formación, y de nuevo en la División 8 y en las celdas asignadas. Cuando la reclusa llega a su celda, le quedan muy pocas pertenencias. Algunos de los artículos se tiran si están prohibidos, y algunos artículos caros son confiscados por las guardias o las reclusas para uso personal.

Cuando la Sra. Wang llegó por primera vez a la prisión, tuvo que pedir prestados a la cárcel artículos de primera necesidad, ropa y una manta. A ella y a muchas practicantes recién ingresadas tampoco les dieron un termo, una palangana, un taburete o ropa de abrigo.

En un intento de que las recién llegadas renunciaran a su fe, las jefas de equipo y las reclusas prohibieron a otras practicantes que compartieran sus objetos con ellas. Tampoco se permitía a las recién llegadas ponerse en contacto con sus familias ni comprar artículos de primera necesidad. Las practicantes que no podían ponerse en contacto con sus familias tenían que pedir prestados artículos a otras personas. Pero las jefas de equipo y las reclusas prohibían a las demás prestar sus artículos a las practicantes que no hubieran escrito declaraciones de garantía.

A la Sra. Wang la obligaban a sentarse en un pequeño taburete todos los días y a leer materiales que calumniaban a Falun Gong. No se le permitía contactar con otras practicantes ni mirarlas. Las reclusas la rodeaban todos los días para lavarle el cerebro. Una vez, por la noche, Li ordenó a la Sra. Wang que escribiera las declaraciones de garantía. Cuando se negó, Li dijo a otras reclusas que la arrastraran a la sala del agua y la obligaran a sentarse en un pequeño taburete.

Ilustración de la tortura: Sentada en un pequeño taburete.

Un día, Li intentó obligar de nuevo a la Sra. Wang a escribir declaraciones de garantía e informes de pensamiento. Al no poder soportarlo, la Sra. Gao gritó a la Sra. Wang y la animó a no tener miedo de las reclusas. Li se acercó inmediatamente y obligó a la Sra. Gao a sentarse en un pequeño taburete durante dos horas.

Después, Li arrastró a la Sra. Gao a la pequeña sala de secado de ropa para perseguirla. La Sra. Gao no llevaba ropa de abrigo, ya que la celda era calurosa. Las reclusas abrieron las ventanas y expusieron a la Sra. Gao a un clima gélido, provocándole escalofríos. Pidió ir al baño, pero no se lo permitieron. Las reclusas la amenazaron con aumentarle la condena y restarle puntos.

La Sra. Gao les dijo que no necesitaba los puntos, ni usar el teléfono, ni ir al supermercado. Las reclusas la amenazaron con aumentarle la condena y hacer que la policía la enviara al centro de lavado de cerebro y al centro de detención.

Al mismo tiempo, las reclusas también presionaron a la Sra. Wang y la culparon de hacer que la Sra. Gao se sentara en un pequeño taburete porque se negaba a escribir las declaraciones de garantía. También le dijeron que las habían castigado por su culpa.

La Sra. Gao fue obligada a permanecer sentada durante un día en la pequeña sala de secado de ropa. Tuvo que contener la orina desde las 8 de la mañana hasta el mediodía. Cuando volvía a la celda, Li le ordenaba que llevara el arroz desde un edificio lejano hasta la cafetería. La Sra. Gao tenía mala salud y comía muy poco todos los días. Le costaba subir las escaleras sin quedarse sin aliento. Li lo sabía. Cuando la Sra. Gao dijo que no podía llevar el arroz, Li tomó represalias y la puso a realizar otras tareas durante dos días.

La persona de guardia era responsable de lavar los platos y los utensilios, distribuir la comida y limpiar las puertas, las ventanas, los cristales, la sala de agua, el baño y los azulejos del baño. También tenía que llevar el agua y secar la sala de agua y el baño después de que todo el mundo los hubiera utilizado.

Para limpiar el baño, la persona tenía que utilizar un cepillo pequeño con un poco de detergente y limpiarlo después de lavarlo. Para las practicantes que estaban mal de salud debido a la tortura en la prisión, el deber pasaba factura a su salud. Cuando estaban cansadas y necesitaban descansar, Li empezaba a ducharse a propósito, casi siempre durante dos horas, y salpicaba agua por todas partes.

En ocasiones, Li llamaba a otras reclusas a la celda para amenazar a las practicantes con que no podrían volver a casa ni siquiera al término de sus condenas si se negaban a redactar las declaraciones de garantía. Li también se reunía a menudo con las reclusas para discutir cómo debían vigilar a las practicantes y cómo hacer que estas escucharan sus instrucciones. Si alguien se negaba a escucharla, se le castigaba, se le restaban puntos, se le obligaba a sentarse en un pequeño taburete, a trabajar o se le privaba de sueño. Li solía convocar a reclusas de otros equipos para que presionaran a las practicantes mientras ella y las reclusas de su equipo mantenían una reunión en la sala de agua o en el baño. El contenido de la reunión versaba sobre cómo vigilar y perseguir a las practicantes de Falun Gong.

En la víspera del Año Nuevo Chino de 2022, Li regañó a las practicantes y reclusas de su equipo. La reprimenda comenzó cuando una reclusa llevó a la Sra. Wang al pequeño tendedero para recoger su ropa interior. Las practicantes de otros equipos solían recoger su ropa con una reclusa siguiéndolas. Sin embargo, Li lo desaprobó y amenazó con restarles puntos y prohibirles comprar cosas. Wang intentó explicárselo a Li mientras la reclusa seguía disculpándose. Finalmente, la reclusa se disculpó ante todos los presentes y prometió que no volvería a repetirse. Li castigó a la reclusa y la puso de guardia. La reclusa también tuvo que cargar arroz, barrer la nieve, tirar la basura, barrer el patio y descargar la mercancía en el supermercado.

Durante cuatro meses, la Sra. Wang no tuvo tarjetas de pago para llamar por teléfono o comprar en el supermercado. Tuvo que pedir prestado a otras personas. Necesitaba que sus familiares directos demostraran su parentesco para que pudieran ingresarle dinero en efectivo. Cuando Gao y otra practicante estaban a punto de ser liberadas, quisieron dar sus pertenencias a Wang, pero Li se lo prohibió.

Lavado de cerebro

La reclusa jefa de la sexta planta fue cambiada por Sun Jing el 2 de enero de 2022. Fan Xiumei, la exjefa, fue asignada al puesto nocturno.

En el pasado, cuando las noticias de propaganda del régimen comunista se emitían a las 7 de la tarde en el vestíbulo, las que no querían ver las noticias podían permanecer en sus celdas. Después de que Sun se convirtiera en la reclusa principal, ordenó a todas que se pusieran en fila y fueran al vestíbulo con sus taburetes. También obligó a todas a cantar las canciones del PCCh antes de la emisión, mientras ella y Yuan Jingfang vigilaban a las practicantes que no cantaban o lo hacían en voz baja. Quien no siguiera sus instrucciones sería castigada después. Durante todo el proceso, ninguna practicante podía estar junto a otra y las reclusas debían colocarse entre las practicantes. Si accidentalmente dos practicantes se colocaban juntas, tanto ellas como las reclusas serían castigadas.

Sun también ordenó a todas las practicantes que fueran al vestíbulo a ver los vídeos o a escuchar conferencias de otras religiones. Todas, incluso las que estaban enfermas, debían asistir a las sesiones si podían sentarse. Las reclusas a cargo se paseaban y criticaban a las que no prestaban atención, o las reclusas también eran castigadas.

También se obligaba a las practicantes a ver vídeos de propaganda todos los días por la mañana y por la tarde. Después de ver los vídeos, todas tenían que compartir sus entendimientos. Las que no cumplían las expectativas de la puesta en común eran castigadas. Yuan también enseñó a todas a dar masajes. A las que no lo seguían se les llamaba al frente y lo hacían delante de las demás hasta que las internas a cargo quedaban satisfechas.

Las internas tenían que aprender las leyes y la historia del PCCh una vez a la semana en el vestíbulo, y escribir sus informes de experiencia después de las sesiones. Las que se negaban a escribir eran castigadas. También eran castigadas si las fechas de sus informes eran incorrectas o faltaban.

Persecución de una mujer de 71 años

La Sra. Li Yuzhen, del distrito de Daowai, ciudad de Harbin, desapareció el 10 de junio de 2021. Su casa estaba desordenada y sus libros y fotos de Falun Gong habían desaparecido. Más tarde se confirmó que había sido detenida y que su casa había sido saqueada. Fue condenada a cuatro años de prisión y a pagar una multa de 10.000 yuanes (unos 1.510 dólares). Al igual que la Sra. Wang, la Sra. Li fue llevada al Equipo 610 de la División 8 de la Prisión de Mujeres de Heilongjiang a principios de 2022.

Por lo general, dos literas se empujaban una contra otra a lo largo. A la mayoría de las practicantes recién ingresadas las hacían dormir entre otras dos personas que ocupaban una litera. Las que no tenían cama dormían en un colchón en el suelo. El colchón se guardaba durante el día.

La Sra. Li tiene algunos problemas en las piernas, pero fue asignada a dormir en las literas superiores. Sin embargo, las reclusas afirmaron que la trataban bien.