(Minghui.org) ¡Saludos, venerado Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!

La primera vez que oí hablar de Falun Dafa fue alrededor del 25 de abril de 1999, cuando mi hermano menor comenzó a practicar. A menudo lo veía meditando y veía sus folletos sobre Falun Dafa en nuestra casa.

Alrededor de julio o agosto de 2018, mi madre tuvo algunos problemas de salud, y su condición no mejoró a pesar de que fue a dos hospitales. Mi hermano le sugirió que intentara practicar Falun Dafa. Le dio la música de los ejercicios, el CD del Maestro Li (fundador de Dafa) enseñando los cinco ejercicios, y una grabación de audio de las conferencias del Maestro en Dalian. Mi hermano menor pidió al practicante Aping que viniera a mi casa y enseñara los ejercicios a mi madre, ya que él estaba ocupado con el trabajo.

Un día de septiembre de 2018 no fui a trabajar. Mi madre estaba practicando los ejercicios y, por curiosidad, decidí acompañarla. Vi el vídeo del Maestro demostrando los ejercicios, y ella corrigió mis movimientos. Pensé que la gente practicaba Falun Dafa para curar sus enfermedades: así que cuanto más practicara, más fuerte y sana estaría. Practiqué mucho los ejercicios. No sabía que Falun Dafa es una cultivación de alto nivel enraizada en la tradición budista, que toma Verdad, Compasión y Tolerancia como principios básicos. No sabía nada de Zhuan Falun ni de las otras conferencias del Maestro.

Seguí practicando los ejercicios, pero no sabía que debía leer el Fa. Pasaron los meses, pero no vi ningún cambio. Seguía centrada en salir adelante en la sociedad, así que competía con mis compañeros de trabajo. Generé mucho yeli.

En agosto de 2020, mi cuerpo empezó a sentirse incómodo. Tenía reflujo ácido y todo tipo de problemas físicos. Consulté un herbolario de medicina china y gasté mucho dinero. También fui al hospital para que me hicieran una gastroscopia.

Esta situación se prolongó durante ocho meses. A finales de marzo de 2021, empecé a preguntarme: ¿Estaba realmente practicando? ¿No me había esforzado lo suficiente? Pregunté a mi hermano dónde estaba el sitio de práctica más cercano. Aunque antes había pensado en practicar con otros practicantes, nunca di el primer paso.

Finalmente, debido a mi situación, me animé a ir a un sitio de práctica. Quizá los otros practicantes pudieran ayudarme. Conocí al practicante Baiqin. Después de hablar con los otros practicantes, me di cuenta de que no solo hay que hacer los ejercicios, sino que el componente espiritual es clave.

El practicante Baiqin me dijo que me centrara en leer las enseñanzas, y que es importante leer Zhuan Falun. Las otras enseñanzas y Hong Yin son auxiliares. Dijo que si no leemos los libros no nos guían las enseñanzas. Si no leyera las enseñanzas no tendría ni idea de cómo mejorar mi carácter (xinxing).

Empecé a leer por mi cuenta. Como estaba ocupada con el trabajo y los niños, tenía poco tiempo para visitar el sitio web de Minghui y leer las ideas y experiencias de otros practicantes. Poco a poco empecé a aprender a mirar hacia dentro y a trabajar sobre mí. Practicaba los ejercicios por la mañana y leía el Fa por la noche. Si no tenía tiempo, practicaba más los fines de semana para compensar.

Mi "problema estomacal" mejoró mucho después de que empecé a leer las enseñanzas y a trabajar en mi carácter. Aprendí del Fa que todas las dolencias que tiene la gente vienen de su yeli. Los sufrimientos a los que se enfrentan las personas son la forma en que pagan por su yeli. Las personas sufren cuando eliminan el yeli, así que ¿cómo podría ser cómoda la cultivación? La gente debe pagar el yeli que debe.

La cultivación en Dafa me benefició física y mentalmente

Después de que empecé realmente a practicar y cultivarme, dejé de buscar beneficios y de centrarme en el dinero. Ya no sentía envidia cuando notaba que alguien estaba mejor que yo.

El Maestro dijo:

“…lo que desea obtener la gente común son simplemente beneficios personales y vivir bien y cómodamente. Pero nosotros que refinamos gong no somos así, somos justamente al revés; no nos interesa perseguir aquello que la gente común quiere obtener, en cambio, obtenemos algo que las personas comunes, por más que lo deseen, no conseguirán a menos que practiquen el xiulian” (Cuarta lección, Zhuan Falun).

También abandoné todos mis malos hábitos y mejoré mi carácter. Dejé de competir y pelearme con los demás en el trabajo. Ya no me comparo con mis compañeros. Soy considerada con los demás y ya no me quejo de que mi carga de trabajo es mayor. Cuando hay conflictos miro hacia dentro en lugar de culpar a los demás. También presto atención a lo que digo y a cómo me comporto, y tengo cuidado de no decir nada que pueda herir los sentimientos de los demás. Me recuerdo constantemente que soy una practicante y que debo mantener un corazón compasivo y una mente en paz. Siempre me corrijo con el Fa.

Recordé algunos de los rencores y agravios que tenía contra mi exesposo. Han pasado muchos años desde que nos divorciamos. Me recuerdo que ahora soy una cultivadora, debo deponer mis rencores y dejar ir mi apego hacia él. Todo lo que sucede tiene razones del yeli (kármicas). Sé que no se puede alcanzar la perfección espiritual mientras queden apegos.

Ahora puedo perdonar a mi exesposo por su infidelidad, por lo que me hizo y por los cientos de miles de dólares en deudas que aún estoy pagando. También renuncié a reclamar el dinero de la manutención de los hijos que nunca me dio. Me iluminé a que los conflictos entre esposo y esposa son kármicos. Quizá le debo algo de una vida anterior y debo devolvérselo en esta vida. Gracias a la compasión del Maestro, solté mi resentimiento y dejé de pensar en ello. También le hablé de Falun Dafa. Tal vez algún día lo practique.

Participando en proyectos de aclaración de la verdad

El 22 de enero de este año, participé en la primera sesión de capacitación de RTC, el grupo telefónico del Centro Global para Renunciar al PCCh y después de dos semanas, empecé a hacer llamadas de esclarecimiento de la verdad en la plataforma. Estoy muy agradecida al jefe del equipo, al practicante coordinador, al practicante técnico y a los demás practicantes por su esfuerzo y dedicación detrás de la escena.

Los líderes del grupo son muy atentos y comparten muchos casos de éxito de cómo los practicantes ayudaron a la gente a renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas. Algunas personas no escuchan, otras tienen miedo y otras tienen bloqueos mentales. Los que son amables interactúan y escuchan durante mucho tiempo, pero algunos no renuncian a las organizaciones del PCCh. Algunos se quedan callados, otros nos maldicen, etc. Todos estos casos nos dan a los miembros novatos del equipo la oportunidad de aprender. Cada llamada, tanto si la persona renuncia como si no, es única. Todas ellas reflejan años de experiencia en llamadas telefónicas y los esfuerzos detrás de escena de los practicantes. Todas representan el corazón ansioso de los practicantes por salvar a la gente.

No importa lo joven o viejo que seas, todos los practicantes pueden participar en las llamadas telefónicas a China. Todo lo que necesitas es el deseo de ayudar al Maestro en la Rectificación Fa y el deseo de salvar a la gente. Esta es una muy buena plataforma para aclarar la verdad. Al mismo tiempo, también proporciona un ambiente de cultivación. El Maestro quiere que hagamos bien las tres cosas. Decidí participar en el programa de esclarecimiento de la verdad en esta plataforma, para salvar a más personas y para cultivar y eliminar mis apegos.

Mientras el responsable del grupo ayudaba a los nuevos miembros del equipo a hacer llamadas telefónicas, tuve la oportunidad de hacer llamadas yo sola y escuchar las conversaciones telefónicas de los demás practicantes. Las primeras veces que llamé sola, mi miedo afloró. Cuando la persona contestaba, mi corazón empezaba a latir más deprisa y no encontraba los módulos de voz para tocar. Antes de que me diera tiempo a reaccionar, la persona ya colgó.

Estaba ansiosa. Me culpé: ¿por qué reaccioné tan despacio? Aunque había tomado algunas notas al escuchar las grabaciones de las llamadas realizadas por los demás, cuando me entró el pánico, ¡incluso olvidé los módulos de voz que debería haber reproducido! Me di cuenta de que se necesita tiempo para aprender poco a poco a manejar el módulo de voz. Así que cada noche, durante la llamada telefónica, grababa el módulo que los demás utilizaban con frecuencia. Cuando hacían llamadas telefónicas, todos nos uníamos para enviar pensamientos rectos que despejaran las interferencias detrás de la persona que escuchaba la verdad. Trabajamos juntos para formar una entidad completa. Cuando nuestros pensamientos positivos son fuertes, podemos persuadir a muchas personas para que renuncien al PCCh y sus organizaciones afiliadas.

Recuerdo que el segundo día de la llamada telefónica grupal tras la formación, ayudé a una mujer de Shijiazhuang, provincia de Hebei, a renunciar a los Jóvenes Pioneros sugiriéndole que utilizara un seudónimo. Afloró mi fanatismo. Pensé que persuadir a la gente para que renunciara era fácil. Más tarde me di cuenta de que el Maestro lo estaba haciendo y nosotros solo movíamos las manos y la boca. Sabía que este éxito había sido arreglado por el Maestro, y que era un estímulo y una bendición del Maestro para sus discípulos.

Después de telefonear a la gente, comentamos nuestras experiencias. Esto también nos da la oportunidad de examinar nuestros propios defectos, aprender unos de otros y mejorar.

En el proceso de hacer llamadas telefónicas, me enfrenté a todo tipo de personas. Algunos no dejaban de darme las gracias. Algunos renunciaron al PCCh y sus organizaciones afiliadas. Algunos escucharon la verdad durante mucho tiempo, 500 segundos, 1000 segundos, 1500 segundos, o incluso más. Otros se negaron a escuchar o no entendieron. Algunos no sabían hablar mandarín, otros maldecían y otros escuchaban en silencio o tenían miedo y no decían nada. Algunos colgaron, pero cuando volvimos a llamar, comprendieron la verdad y renunciaron al PCCh.

Que la gente renuncie o no al PCCh no es nuestro objetivo. Mientras la gente esté dispuesta a escuchar, debemos seguir diciéndoles la verdad. Cuando entiendan la verdad, se desintegrará la interferencia que hay detrás de ellos y se salvarán. No podemos rendirnos. Aunque solo una persona renuncie al PCCh y unos pocos escuchen la verdad. No podemos olvidar el juramento que hicimos.

El Maestro dijo:

“Dafa dizi, aprendan bien el Fa, aclaren la verdad, salvando la gente, este es vuestro propósito para venir al mundo” (Al Fahui de Taiwan 2021).

Cada llamada telefónica es una oportunidad de cultivación. Al principio, algunas personas colgaron inmediatamente. Otros no contestaban al teléfono. Afloraron mi ansiedad y mi impaciencia. Me sentí frustrada y no quise seguir llamando. Algunas personas me insultaron. Me sentí incómoda y mi corazón se conmovió. Pasaron las horas, pero no conseguía calmarme. No quería hacer más llamadas ese día. A veces, cuando lograba convencer a la gente de que renunciara al PCC, quería presumir.

Después de hacer llamadas durante un rato, me calmé. Mientras hago una llamada, calmo mi mente, tengo fuertes pensamientos rectos y un fuerte deseo de salvar a la gente. Ahora, cuando hago llamadas, puedo afrontar con calma el abuso. Cuando encuentro dificultades, leo el Hong Yin del Maestro, ajusto mi mentalidad y continúo llamando. También empiezo a analizar mi estado de cultivación. Debe haber algo mal o quizá no he sido diligente. También encontré muchos apegos humanos, como pereza, búsqueda de comodidad, miedo, miedo al sufrimiento, presumir, querer ser respetada, quejarse y ser incapaz de aceptar las críticas.

Epílogo

El Maestro nos dijo:

“Pensemos todos sobre esto: no es fácil en absoluto impartir este Fa, y tampoco es fácil obtenerlo” (Exponiendo el Fa en los Estados Unidos, Exponiendo el Fa en Nueva York).

Soy muy afortunada de haber obtenido el Fa y agradezco al Maestro por haberme salvado. Como discípulos de Dafa, no podemos dudar. Debemos hacer bien las tres cosas, cultivarnos bien y ayudar al Maestro a salvar a la gente. ¡Creer en el Maestro y en el Fa, eliminar nuestros apegos y regresar con el Maestro!

Esta es mi comprensión personal en el estado actual de mi cultivación. Mi cultivación y capacidad de expresarme son limitadas. Si he dicho algo que no está de acuerdo con el Fa, por favor corríjanme con compasión.

¡Gracias, Maestro! ¡Gracias, compañeros practicantes!

(Presentado en la Conferencia del Fa de Malasia de 2022)