(Minghui.org) ¡Saludos, venerado Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!

Soy una practicante vietnamita de Dafa que vive en Europa. Comencé a practicar Falun Dafa en septiembre de 2017, hace más de cuatro años. En los últimos cuatro años, tanto mi salud física como mi xinxing han mejorado mucho. El Maestro y Dafa me han dado mucho. ¡Gracias, Maestro! He querido escribir mi experiencia para presentarla al Maestro y compartir con los compañeros practicantes mi proceso de obtenención del Fa y la cultivación.

1. La fortuna de obtener Dafa

Nací en una familia de campesinos pobres. Mi hermana y yo crecimos trabajando en el campo y en las tareas del hogar. La familia no sólo tenía dificultades económicas, sino que tampoco éramos muy felices. Mis padres se peleaban a menudo. El ambiente en casa no siempre era tranquilo. Mis hermanas y yo experimentábamos más tristeza que felicidad. De niña no sabía nadar, pero a menudo iba al río a pescar y a recoger conchas. Muchas veces resbalaba en aguas profundas, pero sobrevivía milagrosamente. Después de obtener el Fa, me di cuenta de que el Maestro había estado protegiéndome. Al crecer, siempre sentí que había una fuerza invisible que me impedía hacer cosas malas. Así que siempre tuve la mentalidad de que, por muy pobre que fuera o por muy mal que me trataran los demás, tenía que ser una buena persona. Pero después de graduarme en la universidad y conseguir un trabajo, caí en la gran tina de tintura de la sociedad común.

Después de graduarme en la universidad, trabajé en Vietnam durante dos años. Más tarde recibí una beca para estudiar en el extranjero, y pronto me casé. Pero la vida no era como había imaginado. Mi marido y yo nos divorciamos. Tras el divorcio, crié sola a nuestra hija mientras hacía un postgrado en Japón. Criar sola a una niña en el extranjero me hacía sentir sola, vacía, ansiosa y temerosa. Me preocupaba no poder graduarme y ganar suficiente dinero para mantener a mi hija. Para consolarme, escuchaba escrituras budistas en Internet con la esperanza de poder relajarme y tranquilizarme. Pero parecía que el consuelo era efímero. Mi corazón seguía lleno de tristeza. En aquella época conocí a mi actual esposo, pero después de casarnos me di cuenta de que ni yo ni mi hija le importábamos en absoluto.

Durante esos tiempos difíciles, tuve la suerte de conocer Dafa a través de una publicación en las redes sociales que un practicante de Dafa había compartido en línea. Inmediatamente encontré Falun Gong y Zhuan Falun en Internet y los leí de un tirón.

Después de leer los libros, supe que este era el Fa que había estado buscando, y que el Maestro era el verdadero maestro que había estado esperando. Desde entonces, me he estado cultivando hasta el día de hoy.

2. Cultivándome a través de las tribulaciones familiares

Cuando mis suegros se enteraron de que su hijo se había casado conmigo, se pusieron furiosos. Su hijo era un hombre muy culto (estudiante de doctorado como yo), joven y que nunca se había casado. Pero se casó con una mujer divorciada que incluso tenía un hijo propio. Más tarde, cuando quedé embarazada de un segundo hijo, la familia de mi esposo me pidió que abortara. Mi marido también me dijo que fuera al hospital a interrumpir el embarazo. La familia de mi esposo nos regañó a mí y a mi familia en las redes sociales. Mi cuñada me envió mensajes de texto insultantes. En comparación con las personas promedio, soy una persona muy culta y preparada, el orgullo de mi familia. Pero humillada así por la familia de mi marido, me sentí muy avergonzada. Mi marido no dejaba de amenazarme con que si no me deshacía del bebé, me dejaría. Estaba preocupada porque tenía que cuidar de mi hijo de dos años mientras estaba embarazada. Mi marido estaba lejos. Éramos pobres. El proyecto de investigación de la universidad estaba en marcha y no estaba segura de poder graduarme a tiempo. En aquel momento sólo llevaba dos o tres meses cultivando, pero sabía que el Maestro había dicho:

“...no pueden matar vidas” (Séptima Lección, Zhuan Falun).

En ese momento, estaba muy decidida a cultivar Dafa, así que me quedé con mi bebé. Pensé que aunque dejara la escuela y mendigara, criaría a este niño y cultivaría Dafa.

Antes de la cultivación, mi asesor y yo estábamos preocupados de que no pudiera graduarme a tiempo. Sin embargo, después de seis meses de cultivación, superé mi meta de graduación. O obtuve mi doctorado en dos años y siete meses, mucho antes de lo esperado. Además, el catedrático me pidió que me quedara en el departamento como profesor asistente, lo cual no tenía precedentes. La gente se sorprendió al ver que pude graduarme antes y que conseguí un puesto tan bueno con mis dos hijos pequeños. Pero sabía que el Maestro había visto que yo tenía una firme resolución de cultivar Dafa y dispuso lo mejor para mí.

Poco después de dar a luz a mi segundo hijo, volví a quedar embarazada. Mi esposo pidió a mi suegra que viniera a ayudarnos con las tareas de la casa. Yo pasaba mucho tiempo al día transportandome en bicicleta y luego tomando el tren para ir a trabajar. No le caía bien a mi suegra, debido a eso el tiempo que vivió con nosotros había constantes conflictos en la familia. Mi esposo me golpeaba casi a diario, aunque estaba embarazada no sentía ningún dolor, el Maestro siempre me protegía. Una vez estaba sentada en la cama con el bebé en brazos. El me gritó al entrar y me pateó tan fuerte que rompió las aspas del ventilador eléctrico. Salí volando un buen trecho, pero no sentí ningún dolor. ¡Dafa es realmente asombroso! Gracias, Maestro. Después de la llegada de mi suegra, los conflictos no cesaron. A medida que estudiaba más el Fa y miraba más hacia adentro, descubrí que tenía muchos apegos, como peleas, celos, etc. Mi mayor apego es el resentimiento. Me disgustaba que mi marido nos tratara tan injustamente a mí y a los niños. Regularmente me maltrataba verbal y físicamente. Odiaba a mi suegra. Siempre defendía a su hijo, incluso cuando me pegaba delante de ella. La odiaba por insultarme y maldecirme.

Sabía que sólo cultivando la compasión se podía eliminar este odio. Pero era muy difícil hacerlo. Gracias a lo que otros compañeros practicantes compartieron en Minghui, descubrí la bondad que había en mi marido y mi suegra, y me di cuenta de que se sentían miserables y se auto compadecían. Mi marido debía de sentirse desgraciado porque, desde su punto de vista, se había casado con una mujer divorciada y con un hijo. Mi suegra siempre había estado orgullosa de él. Pero ahora está muy triste por tener una nuera así. Las personas comunes valoran el honor, por lo que debe ser difícil para ellos aceptarme. A pesar de eso, mi suegra ha venido hasta aquí para ayudarme a cuidar de los niños. Pensando así, como cultivador, lloré porque sentí compasión por ellos. Naturalmente, ya no les guardaba rencor. Después de soltar mi resentimiento, mi marido cambió repentinamente. Empezó a preocuparse por mí y por los niños, y se hizo más responsable de la familia.

3. Memorizando el Fa me mantengo en un estado de cultivación estable

Hace tres años que empecé a memorizar el Fa, aunque mi tiempo es muy limitado. Me levanto al amanecer para dar de comer a mis hijos, llevarlos al colegio y luego tomo el tren para ir a trabajar. El trayecto dura aproximadamente una hora. No llego a casa hasta las las siete u ocho de la noche. Después de tomar mis alimentos y asearme, me acuesto hasta las diez. Cuando me despierto, memorizo el Fa y hago los ejercicios. También hago tiempo para estudiar o recitar el Fa mientras camino, tomo el tren y como fideos instantáneos durante el almuerzo en la escuela. Aunque comí fideos instantáneos continuamente durante mi embarazo, siempre me he mantenido sana, enérgica e incansable en el trabajo. Gracias a la memorización del Fa, he podido mantener un estado de cultivación estable durante los últimos años, en los que he cuidado del bebé, tuve otro embarazo, he dad0 clases en una universidad japonesa y el trabajo en un ambiente muy estresante en Japón. Después de trabajar durante tres años, renuncié a un empleo bien remunerado y con buena reputación para quedarme en casa cuidando de los niños y permitir que la carrera de mi esposo se desarrollara. Al cabo de unos años, mi vida en Japón se había vuelto bastante estable. Más tarde lo dejé todo y seguí a mi marido a otro país. La vida se hizo más difícil. Este proceso me ha permitido deshacerme de muchos apegos. Aunque es difícil soltar el apego a la fama, el dinero y el sentimentalismo, con la ayuda y el fortalecimiento del Maestro, logré perseverar en mi cultivación hasta el día de hoy.

4. Esclareciendo la verdad para salvar a la gente

Después de unos nueve meses de cultivación, he terminado de leer todos los libros de Dafa y he comprendido la importancia de aclarar la verdad para salvar a la gente. Sintiendo la urgencia de salvar a la gente, quería apoyar a los compañeros practicantes tan a menudo como fuera posible en los sitios de aclaración de la verdad, pero me vi limitada por mis compromisos familiares. Por ello, sólo podía distribuir materiales de aclaración de la verdad. Al principio, siguiendo un artículo de Minghui.org., compré una impresora, imprimí trípticos y los distribuí en funda de plástico a todas las familias de mi barrio.

Cuando empezó la pandemia, los compañeros crearon muchos canales en línea para aclarar la verdad, en los que participé. Seguí leyendo material de esclarecimiento de la verdad, recopilando fotos y vídeos, y distribuyendo material objetivo a los chinos con los que entraba en contacto cada día. Tras un periodo de perseverancia, algunos seres conscientes siguieron mi consejo, leyeron el material y renunciaron al PCCh (Partido Comunista Chino). Más tarde, un practicante me pidió que participara apoyando a otros compañeros practicantes en algunas actividades de esclarecimiento de la verdad en línea, instando a los seres conscientes a renunciar al PCCh. Cuando me uní por primera vez, me encontré con muchas dificultades e interferencias. Tuvimos que aprender a crear nuestra propia [Ventana de Esperanza] para hacernos amigos de los seres conscientes en grupos, saludarlos y cuidarlos, aprender a conectar con los demás y esclarecer la verdad. En aquel momento sólo había cinco o seis personas en nuestro grupo, pero todos eran muy diligentes. Cada noche nos reuníamos en línea para enviar pensamientos rectos, compartir métodos, coordinarnos y compartir nuestros entendimientos.

Después, enviabamos pensamientos rectos, estudiabamos el Fa y nos cultivamos juntos. Continuábamos todos los días ininterrumpidamente. Al cabo de unos seis o siete meses, nuestro grupo había crecido hasta tener entre setenta y ochenta personas, dos tercios de las cuales son practicantes mayores de diferentes países de entre cincuenta, sesenta y setenta años. Cada día podemos ayudar a nuestros compañeros a convencer de renunciar al PCCh entre cincuenta o sesenta personas, y a veces a setenta u ochenta.

Después de que mi familia se mudara a Europa, me preocupaba no poder cooperar con los compañeros haciendo las mismas cosas que antes debido a la diferencia horaria. Pero en mi corazón siempre existe el deseo de salvar a la gente china. El momento más adecuado para el trabajo de Dafa y para la gente común es entre la una y las dos de la madrugada, o incluso antes. Recito el Fa, envío pensamientos rectos, comparto con los compañeros practicantes y practico la aclaración verbal de la verdad. Después hago los ejercicios en un parque y me dedico a las tareas del hogar cuando vuelvo a casa. Sigo aclarando la verdad verbalmente a la hora de comer, que en China es por la tarde. Donde vivo, soy la única practicante. A pesar del tiempo invernal, que suele ser lluvioso y ventoso, sigo yendo sola al parque a hacer los ejercicios todas las mañanas. Termino mi trabajo, estudio el Fa y hago los ejercicios por la mañana, lo que me deja mucho tiempo por la tarde y por la noche para cuidar de mi familia y mis hijos.

Valoro el proceso de llamar a los chinos. Si aflojo un poco en memorizar el Fa, hacer los ejercicios y enviar pensamientos rectos, los seres conscientes no responderán cuando les llame, o serán muy poco amables. Por eso, a menudo me levanto muy temprano para recitar el Fa antes de llamar. Durante la llamada, si me impaciento, busco resultados, tengo conflictos con otros practicantes o albergo malos pensamientos, toda la llamada será ineficaz. Sólo corrigiendo cada uno de mis pensamientos, fortaleciendo los pensamientos rectos, salvando a los seres conscientes con compasión y pidiendo ayuda constantemente al Maestro, la comunicación puede lograr grandes resultados.

Todos los días permanezco entre cinco a ocho horas haciendo llamadas. Hago de cuatro a cinco llamadas por WeChat al mismo tiempo. Utilizo tres apodos distintos para llamar a tres seres conscientes. Cualquiera que sea la línea descolgada, desconecto las otras dos. Mientras aclaro la verdad por teléfono, interactúo con los seres conscientes, les envío materiales sobre la verdad y guardo su información en el sistema. No pierdo el tiempo aclarando la verdad verbalmente. Puedo seguir así durante horas sin sentirme cansada. Sé que el Maestro está siempre a mi lado para apoyarme. Cada vez que hago una llamada, pienso en el Maestro y tengo más confianza en salvar a la gente. Cada llamada hace que muchos seres conscientes renuncien al PCCh y escuchen la verdad. Muchas personas nos han dado las gracias.

Cada vez que llamo a un ser predestinado, responde y renuncia al PCCh. Una vez algunas personas escucharon durante cinco minutos y desconectaron. Llamé por segunda vez. Escucharon durante un minuto y desconectaron. Después, tomaron la iniciativa de llamar y renunciar al PCCh, mientras escuchaban la verdad durante trece minutos. Agradecieron a los compañeros por aclararles la verdad. Otra persona se burló de la clarificación de la verdad con un amigo que estaba cerca mientras la escuchaba. Pero escucharon durante unos diez minutos. Después de la llamada, les envié otros tres mensajes, diciéndoles que quería ser su amiga. Me dijeron que no podían hablar porque estaban usando una cuenta de empresa. Pero antes de que pudiera responder, pues estaba ocupada llamando a otros seres conscientes, utilizaron otro apodo para enviarme solicitudes de amistad, preguntándome si estaba allí y si podía llamarles enseguida. Así que les devolví la llamada. Me escucharon con voz muy amable y enseguida renunciaron al PCCh. Durante la llamada, no paraban de murmurar para sí mismos y luego ponían música, como si tuvieran miedo de que alguien les escuchara. Después de la llamada, me enviaron un mensaje de texto para decirme: "Gracias. Lo que has dicho tiene sentido". Sus palabras despertaron un tren de pensamientos melancólicos. Sentí que los chinos eran tan desdichados. Querían escuchar la verdad, pero tenían que hacerlo en secreto.

Durante el proceso de llamada, también experimenté yeli (karma) de enfermedad y la ilusión de estar infectada con covid. Sentía mi cuerpo muy caliente y a veces muy frío. Estaba tan cansada que cada fibra de mi cuerpo parecía sentirlo. Mis pensamientos flotaban. Perdí el sentido del gusto y no pude comer ni beber durante dos semanas. En ese momento, mi esposo también permanecía en casa, en cuarentena por Covid. Me hice cargo de él y de mis tres hijos pequeños. Aunque estaba exhausta, me esforcé al máximo por atender todo, aún así mi esposo estaba irritable y enfadado porque estaba enfermo y cansado, y se desquitaba conmigo. En ese momento, sentí realmente que mejoraba gracias a las tribulaciones. A pesar de todo, seguía levantándome entre la una y las dos de la madrugada para hacer los ejercicios y llamar por teléfono para aclarar la verdad, sin un solo día de descanso. Al cabo de unas dos semanas, mis síntomas remitieron, cuando de repente recibí un mensaje de voz. Me sentí como si acabara de despertar de la hibernación y todo me parecía extraño.

Pero en aquel momento mi mente estaba muy tranquila. Fué fácil alcanzar el estado de tranquilidad mientras estaba sentada a la mesa. Me di cuenta de que el Maestro me había ayudado a eliminar mucho yeli (karma). Mi cuerpo fué completamente purificado de nuevo. Así que después de experimentar yeli de enfermedad, mi xinxing mejoró mucho.

Al principio, me disgustó mucho tener que mudarme a Europa, donde la zona horaria es completamente diferente. Pero entonces me di cuenta de que el Maestro ya lo había arreglado todo para mí. Ahora estoy ocupada cultivando y salvando a la gente todos los días. Estoy muy contenta de poder sumergirme en Dafa cada día, practicar con otros compañeros practicantes y salvar seres conscientes.

Finalmente, cito un pasaje del Fa del Maestro para compartirlo con los compañeros practicantes:

“Siendo un Dafa dizi del período de la rectificación del Fa, la liberación personal no es la meta de la cultivación; vuestro gran voto cuando vinieron fue en realidad la salvación de los seres conscientes y ésta es la responsabilidad y la misión que la historia les ha otorgado durante esta rectificación del Fa. Por lo tanto, una gran cantidad de seres conscientes es objeto de vuestra salvación. Los Dafa dizi deben ser dignos de sus grandiosas responsabilidades otorgadas por la rectificación del Fa, y aún más no deben dejar que esta parte de seres conscientes pierda su esperanza; ustedes son ya la única esperanza de ellos, para poder o no entrar en el futuro. Por eso, todos los Dafa dizi, tanto los nuevos como los veteranos, deben tomar acción y empezar a esclarecer la verdad ampliamente.” (“Dejen ir los corazones humanos, salven a la gente del mundo” Escrituras esenciales para mayor avance III).

Siempre que miro hacia atrás en mi camino de cultivación, estoy infinitamente agradecida con el Maestro por su benevolente salvación. Aunque todavía tengo muchos apegos que soltar, definitivamente haré todo lo posible para hacerlo mejor y salvar más vidas en esta fase final.

Lo anterior es mi entendimiento personal de cómo obtuve el Fa y mi cultivación y aclaración de la verdad. Por favor, tengan la amabilidad de señalar cualquier cosa inapropiada.

¡Gracias, Maestro benevolente! ¡Gracias, compañeros practicantes!

(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Japón de 2022)

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