(Minghui.org) Una mujer de 49 años de la ciudad de Leshan, provincia de Sichuan, fue detenida el 24 de octubre de 2021 y posteriormente condenada a cuatro años de prisión en torno a abril de 2022 por su fe en Falun Dafa, una práctica de cuerpo y mente perseguida en China desde julio de 1999. La familia de Zhu Mingrong no fue informada de su juicio ni recibió copia de la sentencia dictada contra ella.

Según la policía, fue trasladada a la Prisión de Mujeres de Longquanyi, en la ciudad de Chengdu, también conocida como Prisión de Mujeres de Chengdu, en noviembre de 2022.

Los guardias de la prisión instigaron a otras presas a torturar a los practicantes de Falun Dafa encarcelados, prometiéndoles reducciones de condena. Liu Wenzhen, un traficante de drogas condenada a cadena perpetua, y varios participaron activamente en la tortura de la Sra. Zhu. Cuando ella gritaba "Falun Dafa es bueno", las reclusas le metían una compresa en la boca. En invierno, solo tenía dos camisas finas y dos pares de pantalones, y no llevaba calcetines.

Las prisioneras hacían cualquier cosa para torturar a la Sra. Zhu y a otras practicantes firmes con el fin de reducir sus condenas. Obligaban a las practicantes a permanecer inmóviles con las piernas tocándose, a sentarse quietas en pequeños banquitos, a permanecer en posición militar o a ponerse en cuclillas durante horas. Obligaban a las practicantes a estar en cuclillas desde las 6:20 de la mañana, nada más despertarse, hasta que se acostaban bien entrada la noche. Las practicantes solo podían ir al baño dos veces al día. A veces, las reclusas intentaban obligar a las practicantes a orinar en las fotos de Falun Dafa. Cuando tenían la menstruación, no se les permitía cambiarse las compresas.

Ilustración de tortura: permanecer inmóvil durante horas.

Persecuciones anteriores

Tras el inicio de la persecución de Falun Dafa en julio de 1999, Zhu se dirigió al gobierno provincial de la ciudad de Chengdu para hablar en favor de Falun Dafa. La policía la detuvo durante 15 días.

En octubre de ese año, acudió al gobierno central de Beijing para protestar por la persecución, y fue detenida durante un mes. Ese mismo año la condenaron a tres años de prisión.

Su tercera detención tuvo lugar en 2003, y posteriormente fue condenada a seis años.

En 2010 fue detenida por cuarta vez y condenada a seis años.

Los agentes de la Estación de Policía de la calle Boshui y un Funcionario local llamado Li Bingming fueron a su departamento de alquiler todos los días durante cuatro días en mayo de 2021 para acosarla. El 11 de julio de ese año, Li y varios funcionarios fueron a su casa y confiscaron todos sus libros y material de difusión de Falun Dafa. meses después, el 24 de octubre, la policía la detuvo por hablar a un estudiante sobre Falun Dafa, y la encerró en el Centro de Detención de Mabian.

Prisión de Mujeres de Chengdu

La Prisión de Mujeres de Longquanyi se encuentra en Longhon Road, en el pueblo Hong'an, Distrito de Longquanyi, ciudad de Chengdu. Los métodos de tortura utilizados por los guardias para obligar a las practicantes a renunciar a su fe incluyen: descargas eléctricas, colgarlas de las esposas, exponerlas a un clima extremadamente frío o caluroso, permanecer de pie o sentadas durante largas horas en posturas militares, alimentarlas a la fuerza, inyectarles drogas que dañan los nervios, atarlas en posturas antinaturales, extraerles sangre a la fuerza, pincharlas con agujas, someterlas a ahogamiento simulado, golpearlas contra la pared, limitarles el uso de los retretes, recluirlas en régimen de aislamiento, negarles las visitas familiares, envenenarles la comida y someterlas a condiciones de vida inhumanas. Los guardias ponían vídeos que difamaban a Falun Dafa y a su Fundador en un intento de lavar el cerebro a los practicantes.

Al menos siete practicantes han muerto en la prisión debido a las torturas desde 2013. Entre ellos se encuentran Chen Shikang, Hu Xia, Yan Hongmei, Hu Yanshun (también conocida como Hu Tingshun), Liang Wende, Ding Guoqin y Gao Chunxiu. Muchas más quedaron discapacitadas o perdieron su capacidad mental tras ser torturados. La Sra. Yan murió en la prisión el 28 de diciembre de 2017. Cuando su familia llegó a la prisión, tenía la cabeza envuelta con una gasa y el cuerpo cubierto con un trozo de tela. Las autoridades penitenciarias incineraron su cadáver sin el consentimiento de su familia.

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