(Minghui.org) Durante una redada policial de practicantes locales de Falun Gong en la ciudad de Huaihua, provincia de Hunan, el 29 de agosto de 2022, una propietaria de 75 años fue acosada y su propiedad saqueada. Algunos de sus inquilinos, aterrorizados por la redada policial, se marcharon, lo que afectó directamente a sus ingresos por alquiler.

Falun Gong, también conocida como Falun Dafa, es una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

Li Faxiu recibió una llamada de una mujer el 29 de agosto de 2022. La mujer le preguntó si todavía tenía unidades en alquiler en su edificio de apartamentos (del que es propietaria y donde también vive). Ella dijo que sí y ambas acordaron encontrarse fuera del edificio.

Un hombre de unos 40 años se unió a la mujer, pero no parecían una pareja.

Cuando se acercaban al apartamento de la Sra. Li, el hombre se detuvo de repente y le dijo: "Soy policía". Rápidamente le enseñó su carné de identidad y lo guardó antes de que ella viera nada en él. Le arrebató la llave y abrió la puerta.

Enseguida aparecieron varios agentes con uniforme de policía. Algunos estaban grabando y fotografiando a la Sra. Li. Otros sostenían la herramienta preparada para forzar la puerta. También había algunos agentes armados. Sujetaron a Li en el suelo y detuvieron a otros tres practicantes de Falun Gong que se encontraban en su casa.

La policía pasó las horas siguientes registrando el edificio de Li y acosando a sus inquilinos. La casa de su inquilino (practicante de Falun Gong), en el cuarto piso, también fue saqueada. Le confiscaron libros de Falun Gong, fotos del fundador de Falun Gong, material informativo y reproductores multimedia.

Varios de los inquilinos de la Sra. Li se han mudado desde entonces.

Los tres practicantes detenidos en casa de Li fueron llevados a la estación de policía. Uno de ellos fue puesto en libertad esa misma noche y los otros dos al día siguiente. La policía también intentó detener a Li, pero cedió tras más de dos horas de resistencia. La obligaron a firmar con su nombre en un papel en blanco antes de marcharse.