El número de fallecidos por COVID y el número de practicantes diligentes

(Minghui.org) Después de leer el artículo "Más de 400 millones de personas han muerto de COVID en China desde que estalló la pandemia hace tres años", algunos compañeros practicantes se quedaron estupefactos y no encontraban sentido a la cifra total de fallecidos señalada por el Maestro.

Algunos recordaron que el Maestro dijo una vez que las viejas fuerzas planeaban cobrarse 8 millones de vidas durante el brote de SARS, y se preguntaron por qué el número de fallecidos resultó ser de 200 millones. Otros dijeron que no podían creer los 400 millones de fallecidos por COVID porque no veían que una de cada tres personas que conocían en China perdiera la vida a causa de la infección por COVID. (Nota del traductor: si la población total de China es de 1.400 millones de personas, según informa el Partido Comunista, los 400 millones de muertos son aproximadamente un tercio de la población).

Una de las principales razones por las que no me escandalicé es porque todas las profecías antiguas predecían que "solo quedaría uno de cada diez hogares", lo que significa que el 90% de la población sería aniquilada. Pero según las cifras que nos reveló el Maestro, el total combinado de muertes por SARS y COVID fue inferior al 50% de la población total de China.

Como discípulos de Dafa, debemos negar a las viejas fuerzas y trabajar para romper sus arreglos. ¿Hemos sido capaces de logrado en la realidad? Una parte considerable de los compañeros practicantes persiguen una vida ociosa y cómoda, igual que los no practicantes, y nunca han considerado salvar a la gente como la misión más importante en esta vida. Cuando se trata de romper los arreglos de las viejas fuerzas, ¿hasta qué punto podemos lograrlo en tal estado de cultivación?

Podemos hacer algunos cálculos sencillos para ver cuántos practicantes han permanecido diligentes. Supongamos que hemos conseguido salvar a un total de 600 millones de chinos desde que comenzó la persecución el 20 de julio de 1.999, eso significaría una media de 71.471 personas salvadas cada día en los últimos 23 años [600 millones /23/365=71.471]. Si un practicante puede salvar a una persona cada día, entonces se necesitarían 71.471 practicantes para hacer el trabajo. Sería aproximadamente el 0,07% de los 100 millones de practicantes que había antes de la persecución, lo que significaría que la inmensa mayoría de los practicantes no fueron lo suficientemente diligentes para salvar a la gente. Por supuesto, no sabemos el número exacto de personas salvadas hasta ahora, y puede que ni siquiera sea de 600 millones, como supuse, lo que significaría que incluso menos personas han estado cumpliendo su misión de salvar a la gente.

Por supuesto, debido a la persecución, algunos practicantes dejaron de practicar, otros fueron perseguidos hasta la muerte y otros sucumbieron al yeli (karma) de la enfermedad. En este caso, su responsabilidad de salvar a la gente recaería sobre los hombros de otros practicantes.

Por otro lado, el número de personas que podemos salvar viene determinado por nuestro estado de cultivación como grupo. Algunos practicantes han cumplido diligentemente su misión a diario, aprovechando cada momento para salvar a la gente. Muchos han participado en diversos proyectos o incluso los han iniciado por su cuenta. Aprovechan al máximo sus habilidades y dedican su tiempo y energía a llevar a cabo sus tareas.

Pero también hay quienes son incapaces de superar su miedo o de dar un paso adelante para crear conciencia sobre la persecución; algunos solo quieren practicar Dafa en beneficio de la forma física y la salud; y otros solo cumplen con las formalidades cuando realizan proyectos de Dafa.

Por mucha responsabilidad que cada uno de nosotros asuma para salvar a la gente, el resultado global está ahí fuera. Todo lo que hacemos queda registrado en otras dimensiones. Quizá no tenga sentido hacer el ejercicio matemático antes mencionado, no obstante, espero que más practicantes puedan aprovechar el momento y dedicar un mayor esfuerzo en salvar a las personas.