(Minghui.org) Tengo 68 años y manejo una pequeña tienda en una zona rural. La tienda no es solo un lugar para ganarse la vida, sino también una ventana para el intercambio de información entre compañeros practicantes.

Una mañana de marzo de 2012, cuatro agentes de policía instalaron una cámara de vigilancia en un poste de servicios públicos frente a mi tienda. Pregunté a los policías por qué la instalaban. Uno de ellos dijo que lo había pedido el director del colegio de al lado. Entonces pregunté: "¿Por qué la cámara está orientada hacia mi tienda en lugar de hacia la entrada del colegio? ¿No es necesario cambiarla de posición?". Sin embargo, me dijeron que no era necesario cambiarla de posición.

Se me ocurrió una idea. Ellos no tienen la última palabra; nuestro Maestro tomará la decisión final. Volví a la tienda, cerré la puerta y envié pensamientos rectos. Pedí el apoyo de Shifu para eliminar todos los esfuerzos del mal y no dejar que la cámara funcione. Por la seguridad de todos los participantes, no permitiré que la cámara de vigilancia observe la entrada de mi tienda.

Después de enviar pensamientos rectos durante una hora, escuché una voz en la puerta diciendo que no podían ver nada a través de la cámara. Parece que alguien subió a arreglarla, lo que no funcionó. Instalaron nuevos dispositivos dos veces, pero seguía sin funcionar. Supe claramente que se debía a los fuertes poderes sobrenaturales que Shifu me otorgó para desbaratarla.

A continuación, sustituyeron todos los cables del poste de suministro, con la esperanza de que eso resolviera el problema. Sin embargo, después de sustituir nueve aparatos, seguían sin conseguir que funcionara. Al mismo tiempo, seguí enviando pensamientos rectos mientras ellos estaban aquí. Parecía una batalla entre el bien y el mal en otra dimensión.

El director apareció por la tarde y rugió enfadado: "Hemos instalado con éxito los dispositivos uno por uno en todo el condado, excepto este. ¿Cuál puede ser la razón?". Como nadie pudo encontrar una razón, el director finalmente dijo: "Olvídalo, y busquemos otro lugar entonces".

De hecho, Shifu ya había dispuesto resolver esto. Yo fui el que fue asignado por el Maestro para estar en la tienda, para enviar pensamientos rectos y eliminar las acciones del mal. La tienda estuvo tranquila toda la mañana, ya que no había clientes, así que pude concentrarme en enviar pensamientos rectos. El efecto fue enorme. Con el estímulo del Maestro, pude ver luces doradas que se precipitaban hacia la cámara. Fui capaz de estabilizar el ambiente y garantizar la seguridad de los compañeros.

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