(Minghui.org) Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay alrededor de 300 millones de personas en todo el mundo que sufren de hepatitis B. Entre ellos, unos 80 millones viven en China.
La hepatitis puede clasificarse en los tipos A, B, C, D y E. El tipo B es el más común y también puede evolucionar a cirrosis hepática o cáncer de hígado. Alrededor del 80% de los casos de cáncer de hígado en China son causados por la hepatitis B. Aunque no hay ningún tratamiento médico disponible para curar completamente la hepatitis, algunos pacientes han visto cómo sus síntomas desaparecen completamente después de empezar a practicar Falun Dafa. A continuación, algunos ejemplos.
Instructor de una Academia de Policía Armada
Sr. Zhang Qiping
El Sr. Zhang Qiping era instructor del Departamento de Administración de la Academia de Policía Armada de Langfang (actualmente conocida como la Universidad de Policía Popular China) en la provincia de Hebei. Tenía el rango de subdirector de división.
Se le diagnosticó hepatitis B crónica en 1988, y un examen de seguimiento en el Hospital Militar 310 en 1989 mostró que tenía cirrosis hepática. Como consecuencia, el Sr. Zhang se vio obligado a estar de baja por enfermedad durante más de ocho años. Durante ese tiempo, tuvo que tomar medicamentos todos los días, ver a los médicos cada mes y ser hospitalizado cada año. A pesar de la excelente atención médica que se le prestó, su estado empeoró con el tiempo.
El Sr. Zhang comenzó a practicar Falun Dafa el 4 de octubre de 1996. Poco después, pudo comer y dormir bien y volvió a estar lleno de energía. Sin gastar un céntimo, su enfermedad se curó y estaba más sano que nunca. "Pensé que podría haberme quedado viuda en esta vida", dijo su mujer: "¡me alegro de que hayas vuelto!".
Más tarde, el Sr. Zhang fue arrestado, detenido y degradado por su empleador debido a su creencia en Falun Dafa. Más tarde, se vio obligado a retirarse del ejército.
Actriz de cine y televisión
Feng Juan es actriz de New Century Films
La Sra. Feng Juan, nacida en la ciudad de Lanzhou, provincia de Gansu, fue diagnosticada de hepatitis B crónica a los cinco años. Esta noticia supuso un duro golpe para la niña y sus padres.
Empezaron un largo viaje en busca de tratamiento médico. Probaron con la medicina occidental, la medicina tradicional china e incluso con adivinos. Cada vez que había un nuevo medicamento para tratar la hepatitis, lo probaban. Esto duró unos cinco años y la familia agotó la mayor parte de sus ahorros, pero el estado de la Sra. Feng no mejoró.
Cuando llegó el momento de que la Sra. Feng empezara la escuela secundaria, la escuela se enteró de su diagnóstico de hepatitis B. Para evitar que contagiara a otros, la escuela le pidió que estuviera con baja médica durante un año. "Fue tan devastador que sentí que mi mundo se derrumbaba...", recuerda.
Desesperada, su madre la llevó a un nuevo examen. Como contrajo la enfermedad a una edad temprana y los tratamientos recibidos a lo largo de los años no fueron eficaces, un médico experto concluyó que acabaría teniendo cáncer de hígado y que no viviría más allá de los 20 años.
"Me sentí como si me condenaran a la pena de muerte, que se ejecutaría cuando llegara a los 20 años", dijo la Sra. Feng. "También renuncié a todos los tratamientos y lo dejé estar". Su temperamento empeoró y también experimentó pérdidas de memoria.
No murió a los 20 años y tuvo la suerte de empezar a practicar Falun Dafa a los 22 años. Su carácter mejoró y también su memoria. Después de casarse, ella y su marido se mudaron a Canadá en 2016. La Sra. Feng pronto se encontró embarazada. Debido a su historial médico y a la naturaleza contagiosa del virus de la hepatitis B, le preocupaba que la enfermedad se transmitiera a su bebé.
"Para mi sorpresa, después de que el bebé nació, todos los resultados de las pruebas estaban bien. El médico dijo que era un bebé súper sano". La Sra. Feng recordó: "Los resultados de mis pruebas también fueron estupendos. No fue hasta entonces cuando me di cuenta de que mi hepatitis había desaparecido en esos cuatro años de cultivación".
"Estoy muy agradecida a Falun Dafa y a su fundador, el Maestro Li", añadió.
Hepatitis y cirrosis
El señor Zhang Guoyu, de 50 años, es un agricultor del distrito de Lingcheng, en la ciudad de Dezhou, provincia de Shandong. En septiembre de 2012, se le hincharon mucho las dos piernas y se le diagnosticó hepatitis en el hospital del distrito. Un examen de seguimiento en el hospital de Dezhou mostró que tenía cirrosis con ascitis. Los tratamientos no consiguieron mejorar su estado. Su estómago estaba hinchado como el de una mujer embarazada, y él estaba demacrado. Tras ser trasladado al Departamento de Enfermedades Hepáticas del Hospital de Enfermedades Infecciosas de Jinan, recibió tratamiento adicional, pero no mejoró.
El Sr. Zhang fue trasladado a su casa. Un mes más tarde, experimentó somnolencia y luego cayó en coma. Estuvo a punto de morir. Su familia lo llevó al hospital del distrito para rescatarlo de urgencia. Esa noche, también prepararon un sudario y un ataúd para él.
Uno de sus familiares es practicante de Falun Dafa. Al enterarse de su problema de salud, le dijo a su familia que le recitara las frases "Falun Dafa es bueno" y "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno" en su oreja. A la mañana siguiente, el Sr. Zhang recuperó milagrosamente la conciencia, lo que sorprendió al médico. Poco a poco, su nivel de proteínas también mejoró.
Impresionado por los cambios, el Sr. Zhang dejó el costoso tratamiento que ya no podía pagar y volvió a su casa a practicar Falun Dafa. Al igual que otros practicantes, también empezó a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia para ser un mejor ciudadano. Dos meses después, pudo hacer los ejercicios y su estómago hinchado volvió a la normalidad. Más tarde, pudo caminar y trabajar como una persona sana.
Dieciocho años de hepatitis curados en dos días
La Sra. Mao Fengying (derecha), su marido, el Sr. Ye Tonghui (izquierda), y sus dos hijos. La foto fue tomada en Toronto en 2003.
Mao Fengying era enfermera en el Primer Hospital Afiliado de la Facultad de Medicina de Lanzhou, en la provincia de Gansu. En 1978, cuando tenía 20 años, sintió hinchazón en el estómago, acompañada de fatiga y boca seca sin saliva. Además, sudaba excesivamente mientras dormía, empapando a menudo la almohada y las sábanas.
Le diagnosticaron cirrosis. Para empeorar las cosas, lo que tenía era cirrosis crónica activa de tipo C, el tipo de hepatitis más incurable.
La Sra. Mao lloraba todos los días y su familia también estaba preocupada. Visitaron los mejores hospitales de la provincia de Gansu y no pudieron encontrar ayuda. Al final, fueron a Beijing y encontraron a un médico descendiente de un médico imperial. Como experto en hepatitis, el doctor era uno de los mejores médicos de China y entre sus pacientes había altos funcionarios. Aunque el médico solo trataba a 20 pacientes a la semana, la Sra. Mao tuvo la suerte de conseguir una cita con él. Era incurable, concluyó el médico.
La familia no se rindió. Buscaron remedios populares y visitaron templos en busca de ayuda. Una vez, tras un examen rutinario en 1996, la Sra. Mao ni siquiera se atrevió a mirar los aterradores resultados.
"¿Puedo vivir otros seis meses?", preguntó llorando al médico que la atendía.
"Probablemente pueda vivir un año más", la consoló el médico.
La señora Mao se desmayó y no sabe cómo hizo para regresar a casa.
Un vecino le recomendó Falun Dafa el 21 de julio de 1996. Se unió a los ejercicios grupales a la mañana siguiente y comenzó a leer Zhuan Falun al volver a casa. Al leer el libro, sorprendentemente encontró que su boca volvía a tener saliva. Es muy dulce, pensó. Además, el dolor de estómago crónico también había desaparecido. Cuando dormía por la noche, sentía calor, pero no sudaba.
"Me sorprendió: ¡cómo podía tener un libro un efecto tan extraordinario!". La Sra. Mao recordó: "La hepatitis C que me molestó durante 18 años desapareció en dos días".
Una semana después, volvió al hospital con buena salud y se encontró con el médico que le pronosticó que solo le quedaba un año de vida. Le dijo al médico con una sonrisa que se había recuperado de la enfermedad.
"Me miró sin decir una palabra, probablemente pensando que estaba tan traumatizada que decía tonterías. No se atrevió a decir nada para no provocarme y salió de la habitación", explicó la Sra. Mao.
Cuando más tarde le enseñó los resultados del examen físico, el médico miró los resultados línea por línea y no podía creer lo que veían sus ojos.
"Me di cuenta de que estaba realmente conmocionado porque esto era un verdadero milagro, algo que iba más allá de sus conocimientos y formación médica", añadió.
Como enfermera, la Sra. Mao tampoco podía explicarlo. Pero al igual que otros practicantes de Falun Dafa, está emocionada por lo que le ha aportado Falun Dafa. "No hay palabras que puedan describir mi gratitud hacia Falun Dafa y lo recomiendo encarecidamente a todo el mundo".
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(Continuará)
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Categoría: Beneficios para la salud