(Minghui.org) La Sra. Xu Yanjing, profesora de arte en el colegio de la ciudad de Xuanwei, en la provincia de Yunnan, tenía una salud muy precaria y estuvo a punto de morir por una hemorragia debida a una enfermedad ginecológica crónica. Después de practicar Falun Dafa, una disciplina espiritual también conocida como Falun Gong, todas sus enfermedades desaparecieron.

La vida feliz de la Sra. Xu no duró mucho. Después de que el Partido Comunista Chino (PCCh) comenzara a perseguir a Falun Gong en julio de 1999, ella y su familia han sido objeto de una persecución incesante.

En 2003, la Sra. Xu fue detenida en un Centro de lavado de cerebro dentro de una escuela del Partido Comunista. Volvió a ser detenida en 2005 y se le impuso una condena de tres años en un campo de trabajo. Su marido pagó un enorme soborno para que la liberaran antes. Al volver a casa perdió su trabajo de profesora y se vio obligada a vender su casa por un precio muy bajo. Su marido también se divorció.

En 2012 fue detenida una vez más condenada a cuatro años de prisión. Durante su detención, le inyectaron repetidamente drogas desconocidas, lo que le hizo perder la vista una semana antes de su liberación programada en 2016.

Debido a la cotinua persecución parece mucho mayor que su edad real. Ahora solo puede ver muy poco con su ojo derecho. Sin embargo, las autoridades siguieron acosándola con regularidad.

La persecución no solo destruyó su propia vida, sino que también causó un tremendo daño a su familia. Su sobrino sufrió una crisis mental tras ser detenido con ella en 2012. Su padre (hermano de la Sra. Xu) quedó destrozado por su estado y murió un año después. La madre de la Sra. Xu, después de vivir con miedo y luchar contra la mala salud durante años, falleció en 2019.

Tres años en un Campo de Trabajo Forzado

 El 19 de mayo de 2005 fue detenida y su casa saqueada. La condenaron a tres años en un campo de trabajo. La persecución dañó gravemente su salud y comenzó a sufrir una peligrosa presión arterial alta. Para conseguir la liberación, su marido gastó todos sus ahorros y contrajo algunas deudas para pagar a los guardias. Aunque se negó a decirle la cantidad concreta, ella sospecha que gastó al menos varias decenas de miles de yuanes. Volvió a casa ocho meses antes de que expirara su condena.

Después de su liberación ya no tenía un hogar normal. El chalet que ella y su marido habían construido durante décadas fue saqueado por los ladrones, y las puertas y ventanas desaparecieron. Fue intimidada y vigilada por la Oficina 610, una agencia extrajudicial creada específicamente para llevar a cabo la persecución, durante mucho tiempo. Se vio obligada a vender el chalet y su marido también se divorció.

Se le prohibió dar clases en la escuela, pero se le asignó el cuidado de flores y plantas y solo ganaba 800 yuanes al mes. Con una madre enferma y un hijo que aún iba a la escuela secundaria, toda la familia dependía de estos escasos ingresos. Más tarde decidió dejar su trabajo y ganarse la vida dando clases particulares a niños para que aprendieran a pintar.

Detenida de nuevo y cegada por drogas desconocidas

En la mañana del 31 de agosto de 2012 fue detenida por un grupo de agentes dirigidos por el subjefe del Departamento de Policía de la Ciudad de Xuanwei. Su casa fue saqueada y se confiscaron muchas pertenencias como ordenadores, reproductores MP3 y libros de Falun Gong.

La Sra. Xu fue llevada directamente al Centro de Detención de la Ciudad de Xuanwei. El mismo día, su sobrino, el Sr. Xu Ziyi, que no practicaba Falun Gong, también fue detenido y llevado al Centro de Detención. Le confiscaron la impresora que tenía en casa. Más tarde, su padre lo llevó a casa por la noche.

El joven estaba aterrorizado por la policía y sufrió una crisis mental tras volver a casa. A veces se quedaba en la calle durante horas sin volver a casa. Algunos funcionarios no identificados venían a menudo a acosarle. Su padre lo llevó a hospitales de todo el país para buscar una cura, pero fue en vano. La propia salud del padre se deterioró rápidamente y falleció en 2013, a la edad de 49 años.

Su madre también sufrió enormemente. La anciana enfermó gravemente tras la detención de la Sra. Xu. Acudió al Centro de Detención el 5 de diciembre de 2012, pero le negaron la posibilidad de verla. Volvió a casa llorando y su estado empeoró.

La Sra. Xu fue condenada a cuatro años en la Prisión de Mujeres Nro. 2 de Yunnan, donde fue sometida a todo tipo de torturas. Su presión arterial seguía siendo peligrosamente alta. Después de que el médico de la prisión dijera que tenía una enfermedad cardíaca y una infección en el hígado y los pulmones, la obligaron a tomar medicamentos desconocidos e inyecciones varias veces al día.

Como se negó a renunciar a Falun Gong la obligaron a sentarse en un pequeño taburete durante mucho tiempo y le impidieron ir al baño, lo que le provocó incontinencia. A continuación, fue asignada al Pabellón N.º 3, donde los guardias de la prisión la obligaron a leer libros y ver vídeos que calumniaban a Falun Gong. Después la obligaron a escribir informes de pensamiento. Poco a poco, su vista disminuyó y su visión se volvió borrosa. Sentía las piernas pesadas y el cuerpo entumecido.

Una semana antes de la fecha prevista para su liberación en 2016, fue inyectada a la fuerza con drogas desconocidas todos los días. Poco después, perdió por completo la visión de su ojo izquierdo.

Representación de la tortura: Inyección de drogas desconocidas.

Acoso continuo tras el encarcelamiento

El acoso contra la Sra. Xu nunca ha cesado desde que salió de la cárcel. En una ocasión, cuando no estaba en casa, varios agentes fueron a preguntar a su madre si tenía folletos de Falun Gong. Sin saber que era un truco, su madre les dio un ejemplar de Zhuan Falun, el libro principal de Falun Gong. Los policías tomaron una foto del libro, obtuvieron el número de teléfono de la señora Xu y se marcharon.

Una vez, dos personas le gritaron a la señora Xu en la planta baja, diciendo que le enviaban una bolsa de arroz. Ella se negó a aceptarlo, pero preguntó si podían devolverle el trabajo.

En otra ocasión, un agente llamó a su puerta, diciendo que venía a comprobar el registro de residencia de su familia. Pero más tarde se dio cuenta de que su casa era la única del vecindario que había sido revisada.

En la mañana del 12 de mayo de 2021 se le acercaron tres agentes. Pidieron ir a su casa para echar un vistazo. Pensando que podría ser una oportunidad para aclararles los hechos sobre Falun Gong, la señora Xu aceptó. Mientras hablaban, uno de los agentes pidió utilizar el ordenador de su hijo para enviar un correo electrónico personal. Ella aceptó, pero se dio cuenta de que el agente podría haber utilizado su propio teléfono móvil para enviar el correo electrónico. Sus vecinos también le dijeron más tarde que habían visto a los agentes tomando fotos de su casa antes de que ella saliera.

En noviembre de 2021, cinco agentes volvieron a acosarla en su casa, con la excusa de comprar sus cuadros.

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