(Minghui.org) Después de haber estado en casa continuamente durante más de veinte meses desde finales de octubre de 2019, una practicante que vive en la India finalmente partió durante la temporada de las lluvias hacia Himachal Pradesh, un estado indio en la región Transhimalaya.

Esta era la primera vez desde que vive en la India, hace más de treinta años, e incluso desde décadas anteriores, que esta practicante se quedaba en un lugar durante tanto tiempo. Justo antes de la llegada de las lluvias, el clima es extremadamente caluroso y húmedo en la mayor parte de la India, por tanto, cada año todas las escuelas cierran durante unas largas vacaciones. Debido al clima agobiante, la practicante solía ir a Ladakh, el estado más septentrional de la India, o a otra región con un clima más moderado para pasar esos meses.

Sin embargo, debido al primer cierre que comenzó en marzo de 2020, y al segundo cierre en la misma época en 2021, ella no pudo salir de su casa durante los meses de verano.

Finalmente, se topó con un artículo en Internet titulado "Turismo con ganas de venganza", que mencionaba que cientos de miles de turistas nacionales de toda la India estaban viajando al estado de Himachal Pradesh (HP).

Himachal Pradesh (HP), también conocido como la "morada de las nieves eternas", está situado en el Himalaya occidental. Abarca la zona de transición entre las llanuras y el alto Himalaya y, de hecho, cruza la poderosa barrera para llegar a la meseta tibetana. Estas regiones himaláyicas de HP limitan con el Tíbet, Ladakh y algunos otros estados indios.

Las regiones de gran altitud de Lahaul, Spiti y Kinnaur en HP, no se abrieron a los extranjeros hasta 1992 y guardan un gran parecido con Tíbet y Ladakh. Las regiones que hoy componen HP fueron atravesadas en la antigüedad por rutas comerciales hacia el Tíbet, Asia Central (a través de Leh, Ladakh) y también llevaron a Cachemira. En HP predominan las montañas, y sus valles y ríos viculados.

La practicante ni siquiera se había dado cuenta de que volver a viajar dentro de la India estaba permitido, hasta que leyó el artículo "Turismo con ganas de venganza" mencionado anteriormente.

Decidió viajar a Shimla, HP, en tren. Esto le permitió llevar mucho material de aclaración de la verdad.

Llegando a Shimla

La practicante se enfrentó a muchas dificultades, tanto en la preparación como en el viaje real a Shimla.

En primer lugar, el calor y la humedad extremos complicaron el proceso de empacar todos los materiales necesarios y llevarlos al tren.

El vagón de tren, un coche cama, tenía aire acondicionado y era extremadamente frío. Pasaron muchas horas antes de que la temperatura volviera a ser normal. Además, debido a las normas del Covid, no se proporcionaron las sábanas y mantas habituales. La practicante no lo sabía de antemano y pasó un frío insoportable por la noche, después de meses de intenso calor y humedad.

Shimla se encuentra en una cresta a una altura de 2100 m (casi 7000 pies de elevación). De ser un pequeño pueblo, pasó a ser la capital del estado de Himachal Pradesh. Con su ritmo de vida fácil y sus agradables paseos, ahora es una agradable y extensa ciudad situada entre frescas colinas cubiertas de pinos con mucho encanto. Está situada en la mitad de las colinas del Himalaya occidental.

Cargada de historia, Shimla presenta excelentes ejemplos de arquitectura colonial. Está unida a las llanuras por la línea ferroviaria de vía estrecha Kalka-Shimla, que se abrió al tráfico en 1903 con 103 túneles, unos 800 puentes y 900 curvas. El tren serpentea lentamente hasta la pintoresca ladera de la montaña en unas seis horas. En 2008, el Comité del Patrimonio Mundial de la UNESCO concedió a la línea Kalka-Shimla la categoría de Patrimonio Mundial.

Las vistas durante todo el viaje en tren son magníficas. Hay campos, valles abiertos y bosques. Numerosos túneles y puentes que parecen acueductos romanos salpican el paisaje a lo largo del trayecto. Las pequeñas y pintorescas estaciones de tren a lo largo del trayecto tienen setos cuidados, macizos de flores, cestas colgantes y tejados a dos aguas.

Superando yeli (karma) de la enfermedad

Durante los primeros días en Shimla, la practicante experimentó síntomas de enfermedad. No podía comer, beber ni ir al baño. Tampoco pudo enviar pensamientos rectos, practicar los ejercicios de Falun Dafa o estudiar las enseñanzas de Falun Dafa. En cambio, escuchaba Pudu y Jishi (música interpretada por los practicantes de Dafa), tenía presente al Maestro Li (fundador de Dafa) y solo dormía, dormía y dormía.

Sintió que este estado tan inusual ocurría debido a una variedad de razones externas e internas, pero solo después de recuperarse gradualmente y aventurarse a conocer a la gente, llegó a creer claramente que la razón principal era la interferencia de otras dimensiones, que impedía que la gente de esta parte de la India se salvara.

La practicante se dio cuenta de que esto suele ocurrir cuando se aventura a zonas que ningún practicante de Falun Dafa ha visitado antes. Las viejas fuerzas hacen todo lo posible para impedir la difusión de Falun Dafa y de los materiales que aclaran la verdad. Ser el único practicante en una zona nueva es a menudo un reto aún más desafiante.

Enfrentando los desafíos en Shimla

Pasar de una zona totalmente llana de la India a las interminables subidas y bajadas de Shimla, sin carreteras ni senderos rectos, con curvas por todas partes y muchos escalones interminables con pendientes pronunciadas, resultó ser todo un reto, sobre todo a la hora de transportar los numerosos materiales a diversos lugares.

A menudo parecía que los distintos modos de transporte eran erróneos, ya que subir y bajar el carrito de ruedas resultaba un reto con los numerosos escalones y pendientes, mientras que la mochila u otras bolsas eran demasiado pesadas.

La temporada de lluvias todavía estaba en marcha cuando la practicante llegó a Shimla a mediados de julio de 2021, y continuó durante un período inusualmente largo, hasta septiembre y octubre. La lluvia hacía que el suelo estuviera resbaladizo, lo que, añadió la necesidad de llevar un paraguas y un plástico para proteger los preciados materiales, y eso dificultó aún más el transporte y la distribución de los materiales de aclaración de la verdad.

Otro reto bastante inusual era tener que vigilar continuamente a los numerosos monos que había por todas partes. Lo mejor era ignorarlos y no llevar ningún alimento.

A lo largo de su estancia de dos meses y medio en Shimla, no encontró prácticamente ni una sola persona en ningún lugar que había oído o leído algo sobre Falun Dafa o la persecución de Falun Dafa en China.

Las únicas excepciones fueron dos mujeres que habían leído algo al respecto en Internet y un hombre que había conocido a un practicante occidental en un tren en algún lugar de la India. Era chocante darse cuenta de que incluso los abogados del Tribunal Superior y del Tribunal del Distrito, los presidentes de estos colegios de abogados, un juez de una organización de derechos humanos y muchos otros funcionarios de alto rango simplemente no tenían la menor idea sobre Falun Dafa y la persecución masiva que sufría en China. Lo único que conocían unos pocos era la "dictadura del Partido Comunista Chino (PCCh)", como ellos la llaman.

Shimla, al ser la capital del estado de Himachal Pradesh, ha atraído a turistas nacionales e internacionales durante muchos años. Como básicamente nadie sabía nada sobre Falun Dafa y los problemas de derechos humanos en China, la practicante se dio cuenta claramente de que esta era la razón por la que tenía que venir a esta parte de la India, que hasta este viaje no había tenido la intención de visitar.

Un reto importante surgió después de haber estado en Shimla durante dos o tres semanas, las normas de Covid-19 se volvieron repentinamente muy estrictas en HP. Todos los visitantes debían vacunarse y/o presentar un test negativo de la prueba. Tras una intensa agitación interna y una cuidadosa reflexión, la practicante se dio cuenta de que, a pesar de sus deseos iniciales de no hacerlo, lo mejor que podría hacer era vacunarse.

Otro desafío era que no había forma de colgar pancartas o exponer carteles en ningún lugar del centro de la ciudad, ya que el permiso para hacerlo simplemente no existía, aunque la oficina correspondiente en Ladakh siempre había dado permiso a la practicante de hacerlo. Y, como nadie la conocía, ni sabían acerca de Falun Dafa o la persecución, no era fácil poner los carteles.

Cuando la practicante había viajado a otras zonas de la India, siempre era bien recibida para realizar clases de introducción a Falun Dafa en escuelas y colegios, enseñando los ejercicios y hablando sobre Dafa y la persecución a los estudiantes, profesores y personal. Pero durante el tiempo inicial de su estancia en Himachal Pradesh, todas las escuelas y colegios estaban cerrados. Algunas abrieron durante unos días en agosto y, tras varios retrasos, abrieron a tiempo parcial en septiembre, pero las clases se impartieron por Internet. Por lo tanto, no había posibilidad de celebrar ninguna clase de introducción de Falun Dafa en las escuelas o colegios.

Además, a menudo se respiraba una "atmósfera de pánico", ya que los casos de virus positivos iban en aumento en Himachal Pradesh, y nadie sabía lo que iba a pasar después.

Los numerosos efectos secundarios de los anteriores cierres pesaban sobre la gente. La policía estaba por todas partes, sobre todo en el centro de la ciudad, asegurándose de que la gente llevara sus máscaras cubriendo adecuadamente la nariz.

Debido a todos estos desafíos, la practicante no pudo evitar recordar sus anteriores visitas a Ladakh, donde la gente la conocía desde hace mucho tiempo, incluso antes de que se convirtiera en practicante.

Allí, en Ladakh, los materiales de Dafa se exponían con regularidad y frecuencia, sobre todo en medio de la calle principal de Leh. Se colocaban carteles por todas partes y a menudo se mantenían durante años. Y las clases de introducción de Falun Dafa se celebraban repetidamente en escuelas cercanas y lejanas.

Los habitantes de Ladakh, de diversas comunidades y religiones, expresaron a menudo mucho amor y respeto por Falun Dafa y una profunda preocupación por la situación de los derechos humanos en China, y prestaron su ayuda y apoyo de muchas y diferentes maneras. (Ver artículos anteriores sobre Ladakh en Minghui).

Sin embargo, ahora, en Himachal Pradesh, ninguno de estos amigos y simpatizantes que habían conocido a la practicante durante tantos años estaba presente. Por lo tanto, naturalmente, en esta nueva situación, la practicante experimentó sentimientos de soledad.

Como no había grandes parques en Shimla, la practicante a veces practicaba los ejercicios de Falun Dafa de pie en un pequeño parque llamado Rani Jahnsi Park. Fue todo un reto hacerlo la primera vez, ya que exigía mucho valor para hacer los ejercicios en solitario. Distribuyó folletos y marcadores de libros, y unas cuantas personas expresaron su interés en obtener información sobre Falun Dafa, pero ni una sola persona mostró interés en aprender los ejercicios.

Bajo el cielo siempre cambiante de Shimla, Himachal Pradesh, India, una practicante de Falun Dafa distribuye materiales frente la estatua de Rani Jhansi en el Parque Rani Jhansi.

El último día de práctica en el Parque Rani Jhansi, la practicante oyó algo muy cerca y abrió los ojos para ver un mono sentado en un pilar a un metro y medio de distancia, mirándola. Aunque consiguió continuar con los ejercicios, dio un paso atrás y pronto el mono se alejó. Pero solo unos minutos después, una mona y su cría vinieron a sentarse exactamente en el mismo lugar, mirándola tranquilamente, antes de continuar. Nunca le había ocurrido algo así. Casi parecía que los dos monos estaban interesados en los ejercicios de Falun Dafa a su manera inocente.

Más retos y sorpresas agradables

La única persona que expresó su interés en aprender los ejercicios fue una mujer que trabajaba en una oficina. Invitó a la practicante a visitarla en su casa un sábado, que resultó ser el último sábado de la practicante antes de dejar Shimla.

La practicante comenzó a caminar hacia el área donde vivía la mujer y la llamó por teléfono muchas veces para obtener su dirección exacta, pero el teléfono al otro lado seguía apagado.

Por el camino, la practicante preguntó a varias personas que vivían en la zona si conocían a la mujer, pero nadie parecía conocerla. La practicante siguió caminando, ya que no había razón para volver atrás, y siguió preguntando a la gente del camino e intentando llamarla.

Finalmente, un comerciante pareció reconocer su nombre y su profesión y envió a su joven hijo para que guiara a la practicante hasta su casa, lo que resultó ser otra caminata bastante larga. ¡Qué milagro y qué sorpresa total encontrar por fin a una persona, sabiendo solo su nombre, su profesión y un poco sobre su familia, en una zona desconocida de las afueras de Shimla!

Esa señora fue la única persona a la que le presentó individualmente los ejercicios de Falun Dafa durante todo el periodo de dos meses y medio que la practicante pasó en Shimla.

Otro reto y una gran sorpresa: Un día el dueño de la casa de huéspedes tuvo la amabilidad de dejar a la practicante entrar en una escuela lejana, y la advirtió que no subiera al templo budista en la cima de una colina, pero la aconsejo que vaya allí otro día y que suba por el otro lado, que era más accesible.

Sin embargo, después de conocer al director de la escuela, la practicante preguntó a algunos lugareños y le dijeron que había un atajo y que el templo estaba bastante cerca. Hay que tener en cuenta que los lugareños suelen decir siempre que los lugares están "cerca", ya que desde pequeños están acostumbrados al accidentado terreno de Shimla, pero normalmente no es así.

La practicante pensó que no tendría tiempo de volver a esta zona, así que se dijo: "mejor ahora que nunca", y empezó a caminar con su mochila rodante aún llena de materiales pesados. Una vez más caminó y caminó, deteniéndose muchas veces, sin apenas encontrar alguien por el camino, y fue por primera vez en su vida subir tantos e innumerables escalones en un solo día. Parecía realmente interminable, sin final a la vista y sin posibilidad de volver atrás.

Cuando finalmente llegó a lo que parecía ser el destino, le dijeron que fuera a otra zona aún más alta. Cuando llegó allí, le dijeron que el templo no estaba allí, y le indicaron que volviera al destino anterior. En ese momento, estuvo a punto de rendirse, pero finalmente lo consiguió.

Siempre había oído que este templo tenía una hermosa vista, y por supuesto, esperaba que en el camino se encontraría con gente para distribuir volantes también. Para su sorpresa, había incluso una escuela al lado del templo, y una sorpresa aún mayor, la persona encargada, sin conocerla ni a ella ni a Falun Dafa, accedió inmediatamente y sin pensarlo dos veces a tener una clase de introducción de Falun Dafa en la escuela al día siguiente, añadiendo: "Si no llueve".

Todo este episodio fue sin duda la experiencia más sorprendente de "sin pérdida, no hay ganancia". Más sorprendente aún fue el hecho de que esa misma tarde empezó a llover y llovió continuamente durante toda la noche y todo el día siguiente; lo que no había ocurrido hasta entonces durante su estancia en Shimla, e incluso los lugareños expresaron su asombro ante tanta lluvia continua en esa época del año, a finales de septiembre.

La practicante pensó: "Ahora sí que se acabó. ¡Qué interferencia tan inusual para la primera y única sesión de Falun Dafa en Shimla!". Sin embargo, lo más sorprendente es que, al cabo de unos días, esta primera y única clase de Falun Dafa sí tuvo lugar y se desarrolló con mucho éxito, con conversaciones y materiales entregados a la biblioteca.

Los estudiantes monjes de Shimla, Himachal Pradesh, India, aprenden los ejercicios de Falun Dafa durante una sesión a finales de septiembre, cuando las escuelas volvieron a abrir.

Otro reto y otra gran sorpresa: En otra escuela, donde el "atajo" incluía de nuevo muchos escalones, cuestas, etc., la practicante llegó para su tercer intento de conocer la directora. Mientras esperaba en el despacho, sintió claramente, por primera vez en Shimla, algo parecido a una intensa batalla entre el bien y el mal. Cuando finalmente se reunió con la directora, esta le dijo inmediatamente y sin rodeos que solo aceptaría el folleto de Falun Dafa en inglés y ningún otro material, ya que, según sus propias palabras, "ya estaban haciendo todas esas cosas" en la escuela.

La practicante no quería rendirse tan fácilmente, y de alguna manera la conversación se prolongó durante un tiempo muy prolongado, un verdadero intercambio por ambas partes escuchando y compartiendo.

Durante el proceso, la directora pareció cambiar por completo y aceptó con mucho gusto todos los materiales. Al final, incluso le dio a la practicante un gran, cálido y afectuoso abrazo. Era la primera vez que la practicante recibía un abrazo de una directora de escuela, una sorpresa que llegó de forma aún más inesperada, ya que en estos "tiempos de corona virus" la mayoría de la gente mantenía las distancias.

Este inusual encuentro fue, de hecho, otra de las varias conexiones verdaderamente predestinadas que la practicante experimentó en Shimla, como si finalmente se encontrara con una amiga perdida de hace mucho tiempo, solo para separarse de nuevo.

Un día la practicante decidió visitar una escuela y un colegio muy conocidos, ambos solo para chicas. Al preguntarle cómo llegar, una persona que trabajaba en la casa de huéspedes donde se alojaba le contó que había un atajo, que no estaba nada lejos.

Caminando por esa calle, la practicante vio un cartel que decía "Comisión de Derechos Humanos", que volvió a visitar al día siguiente. Se encontró con el juez jubilado que estaba a cargo. Aceptó muchos materiales diferentes de aclaración de la verdad sobre las atrocidades en China, y al final de su larga reunión, se levantó espontáneamente de su asiento mientras recibía una flor de loto de Falun Dafa.

Tras fijarse en el cartel de la "Comisión de Derechos Humanos", la practicante siguió caminando y caminando, sin ningún final a la vista; fue una vez más uno de esos paseos "interminables", que los lugareños suelen llamar atajos o cercanías. Sorprendentemente, no hubo ninguna de las habituales subidas y bajadas en este largo camino. Esta fue la primera y única vez en Shimla que un paseo fue realmente aterrador, ya que no había gente en absoluto en esta carretera, solo muy raramente pasaban coches, y lo que es más extraño, no había ni un solo mono, aunque los monos suelen estar por todas partes en Shimla. La practicante sintió que, si no estuviera aquí en Shimla, y en HP en general, donde todo se siente tan seguro, amigable y confiable, nunca habría emprendido una caminata tan solitaria en ningún lugar.

Y una vez más, no había otra salida que seguir adelante, sin saber cuánto tiempo le llevaría esto, esperando que el final de este camino apareciera por fin; lo que efectivamente ocurrió... finalmente.

Al final de la carretera había un restaurante muy visitado cuyos propietarios aceptaban carteles y folletos. Llovía a cántaros cuando la practicante llegó a su destino, y en el colegio conoció a la directora, una monja católica del sur de la India. En el colegio cercano, conoció a otra hermana de otro estado del sur de la India, que se sorprendió al recibir el folleto en tamil, y con la que mantuvo otra interesante conversación.

Así que, tras todas las sorpresas iniciales, al final todo salió bien. La declaración más sorprendente llegó al regresar (esta vez en autobús) a su casa de huéspedes. El propietario estaba muy sorprendido de que la practicante hubiera tomado este largo y solitario camino, mencionando que la carretera es conocida por tener muchos monos que a menudo son agresivos y atacan a la gente, e incluso leopardos que atacan - ¡aunque mucho más en invierno cuando la comida es escasa!

(Continuará)

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