Una mujer de 78 años es obligada a vivir fuera de casa y se le suspende la pensión

(Minghui.org) Desde septiembre de 2021, los funcionarios del Comité de Asuntos Políticos y Jurídicos de la Ciudad de Guangshun, en Chongqing, comenzaron a acosar a la señora Gao Xingfang casi a diario y le ordenaron a la mujer de 78 años que renunciara a su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La persecución forma parte de la campaña nacional "reducción a cero", lanzada en 2020 y cuyo objetivo era obligar a todos los practicantes de Falun Gong incluidos en la lista negra del gobierno a renunciar a la práctica.

Incapaz de soportar el acoso, se vio obligada a vivir fuera de casa. Las autoridades llamaron a su familia e intentaron presionarla para que informara de su paradero. Como se negaron a hacerlo, la oficina local de la Seguridad Social suspendió la pensión de la Sra. Gao desde febrero de 2022.

Desde el inicio de la persecución, ha sido detenida en repetidas ocasiones y condenada a tres penas de dos años en un campo de trabajo por defender su fe, a la que atribuye la curación de sus migrañas, la inflamación crónica de los riñones y la hernia discal lumbar en los dos meses posteriores a comenzar a practicar en marzo de 1997.

A continuación, se detallan los detalles de su persecución previa:

La Sra. Gao fue detenida por primera vez en julio de 2001 por hablar con la gente sobre Falun Gong en el cercano condado de Lu, provincia de Sichuan. La policía la esposó a una barandilla y dejó al descubierto el hueso de su muñeca. Estuvo detenida en la Comisaría de Fujie durante un mes. La policía la mantuvo esposada y no pudo quitarse la ropa ni ducharse.

En abril de 2002 fue detenida por segunda vez en Chongqing. La policía la esposó y la hizo desfilar por las calles para humillarla. Estuvo recluida en el calabozo del Distrito de Jiangbei durante cuatro meses y, más tarde, fue recluida durante dos años en el Campo de Trabajos Forzados para Mujeres de Maojiashan.

Los guardias del campo de trabajo la obligaron a realizar largas horas de trabajo intensivo no remunerado. Le ordenaron que viera vídeos de propaganda que difamaban a Falun Gong y a su fundador y que escribiera declaraciones para renunciar a Falun Gong, amenazándola con privarla del sueño. Como se negó a obedecer, los guardias la encerraron en una habitación oscura durante largos períodos.

Más de diez agentes de la Oficina 610 local, una agencia clandestina creada específicamente para perseguir a Falun Gong, irrumpieron en el domicilio de la Sra. Gao en agosto de 2006. Al resistirse al arresto, tres agentes la arrastraron al coche de policía, con ella todavía descalza y en pijama. Su hija salió corriendo para intentar detener a los policías, pero fue golpeada y herida.

La Sra. Gao pasó la noche en el Centro de Detención del Condado de Rongchang y al día siguiente fue llevada a la Comisaría de Shengli para ser interrogada. El agente Luo Jin la golpeó con tanta fuerza que se le hinchó mucho la cara y apenas podía abrir los ojos. Se le aflojaron todos los dientes y se le cayeron cuatro de los frontales.

Esa tarde, sin ningún tipo de proceso, la policía la confinó a dos años de trabajos forzados. Los guardias también la privaron del sueño. Dormía en el suelo de cemento y a veces la obligaban a permanecer de pie bajo un sol abrasador durante horas.

La cuarta detención fue en 2010 por distribuir DVD con información sobre Falun Gong. Deng Guangqi, de la Oficina 610 del Distrito de Yongchuan, y otros tres agentes la esposaron al coche. Uno de los agentes, de apellido Huang, le pisó la mano y la golpeó. Se le rompió un hueso de la muñeca. Más tarde le dieron otros dos años en el Campo de Trabajos Forzados para Mujeres de Jiangbei. Pero debido a su alta presión arterial, se le denegó el ingreso y se le eximió de cumplir la condena.

Fue detenida dos veces más, en marzo y agosto de 2013, y retenida durante 15 días cada vez, en el Centro de Detención de Rongchang y en el Departamento de Policía del Condado de Rongchang, respectivamente. La policía la llevó al Centro de Lavado de Cerebro de Qianzhugou y la mantuvo allí otros 20 días tras la detención de agosto. La privaron de sueño y la obligaron a ver vídeos de propaganda y a cantar canciones de propaganda, además de ordenarle que escribiera declaraciones de renuncia a Falun Gong.

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