(Minghui.org) Comencé a practicar Falun Dafa en 1996. Empecé a aclarar la verdad en 2005, y nunca he dejado de hacerlo desde entonces.

Cuando empecé a hablar a otros sobre Dafa no había folletos ni pegatinas disponibles. Por lo tanto, escribí "Falun Dafa es bueno" en pedazos de papel y usé papel carbón para copiar múltiples materiales de aclaración de la verdad publicados en el sitio web de Minghui. Los pegué a postes en el exterior al anochecer. No tenía mucha experiencia en esto, así que a menudo sentía miedo y me precipitaba. Mi corazón latía rápido y cualquier ruido, incluso el ladrido de un perro, me asustaba.

Después de que el sitio web de Minghui publicara folletos de aclaración de la verdad, empecé a distribuirlos entre la gente a la entrada de nuestro pueblo. Había interferencias y, a veces, por mi seguridad, tenía que esconderme cuando iba a distribuir los folletos. Puede que solo distribuyera treinta folletos en una noche.

En aquella época solo había cuatro practicantes en mi pueblo. Nos resultaba difícil conseguir el material. Por motivos de seguridad, un practicante enterró los materiales junto al río del pueblo para que yo los recogiera. Luego los distribuí a otros practicantes. Solo pude adquirir una copia de las nuevas conferencias de Shifu (fundador y Maestro de Falun Dafa) y nos turnabamos para leerlas. Cuando recibía las nuevas escrituras de Shifu, las copiaba en secreto a altas horas de la noche, cuando la familia dormía. Podía tardar una noche entera en terminar. Esas noches eran preciosas.

Con la ayuda compasiva de Shifu, los cuatro practicantes de la aldea estudiamos juntos el Fa y cubrimos toda la aldea con materiales de aclaración de la verdad. Todos los aldeanos pronto supieron que "Falun Dafa es bueno" y que debían renunciar al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones. La pancarta "Falun Dafa es bueno" se colocó en la pared del pueblo y permaneció allí intacta durante varios años.

Un año, la policía vino a registrar mi casa. Confiscaron todos mis libros de Dafa y unos cientos de yuanes en efectivo. La noticia se difundió rápidamente en mi pueblo y muchos aldeanos vinieron a mi casa para ayudarme. Algunas ancianas me rodearon para protegerme y preguntaron a la policía en voz alta: "Esta anciana es amable. Los aldeanos le piden ayuda a menudo y ella nunca se la niega a nadie. ¿Por qué arrestan a una persona tan buena?". La policía no tuvo más remedio que marcharse.

Todavía me emociono cuando recuerdo aquel día. Aquellos amables aldeanos comprendieron la verdad de Falun Dafa y eligieron un hermoso futuro para ellos protegiéndome.

Tuve muchas más experiencias conmovedoras mientras aclaraba la verdad cuando más tarde me mudé a la ciudad.

El invierno pasado, regalé un amuleto de Dafa a un transeúnte después de haberle explicado la verdad sobre Dafa. Una mujer pasó junto a nosotros y rápidamente le di un amuleto mientras seguía hablando con el transeúnte. Esa mujer leyó el amuleto y volvió para darme un abrazo. Estaba de acuerdo con Dafa; su comportamiento me conmovió. No habló, pero se inclinó hacia mí con las manos en posición de oración, como si hubiera estado esperando durante miles de años solo este momento de recibir el amuleto con el mensaje: "Falun Dafa es bueno".

Cuando conocí a una maestra jubilada en mi subdivisión, iba con muletas después de sufrir un derrame cerebral. Le hablé de Dafa y accedió a renunciar al PCCh inmediatamente. Le dije que repitiera: "Falun Dafa es bueno; Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno", y sería bendecida.

Cuando nos volvimos a encontrar después de más de un mes, se acercó y me tomó las manos antes de que la saludara. Me dijo emocionada: "Tienes razón. Dafa es realmente maravilloso". Me dijo que poco después de renunciar al PCCh ya no necesitaba muletas para caminar. No se cansaba al ir al mercado y podía llevar ella misma la compra a casa. Experimentó personalmente lo milagroso de Dafa.

Más tarde, me ayudaba cuando yo aclaraba la verdad a otras personas. Decía: "Dafa es fabuloso. Mírame, tuve muchas enfermedades y tuve que usar muletas. Entonces empecé a repetir: 'Falun Dafa es bueno' y todas mis enfermedades se curaron y ya no necesito muletas". Los amuletos de Dafa fueron aceptados y esas personas renunciaron al PCCh.

Una vez me encontré con una mujer en el mercado que no llevaba dinero en efectivo. Le di algo de dinero para una compra sin esperar que me lo devolviera. Aproveché la oportunidad para hablarle de Falun Dafa y estuvo de acuerdo con lo que le dije. Un par de meses después, volvimos a encontrarnos. Se emocionó al verme y me dijo que quería devolverme el dinero. En ese momento yo estaba hablando con otra persona predestinada sobre Dafa. Ella se acercó y le dijo a esa persona: "Esta es una buena señora. Un día iba a comprar una olla, pero se me olvidó el dinero. Ella me lo pagó aunque no la conocía. Desde entonces la busco para devolvérselo. ¿Dónde se puede encontrar hoy en día una persona tan amable? Por favor, escucha todo lo que dice".

Después de trasladarme a la ciudad no he descansado ni un solo día. Todo el mundo me conoce, desde los residentes de nuestra comunidad hasta los vendedores del mercado. A veces, me desplazaba en bicicleta para aclarar la verdad a más gente.

Aunque tengo casi ochenta años, estoy sana bajo la protección de Shifu. Puedo ir en bicicleta a lugares situados a 11 km (7 millas) de distancia para aclarar la verdad. Algunas de las personas con las que me encuentro me piden libros de Dafa; otras me dan el visto bueno y dicen que podría vivir mil años porque hago cosas buenas; algunas se preguntan si me pagan por hacer estas cosas. Una vez, un joven policía renunció a arrestarme después de que le aclarara la verdad. Independientemente del clima, sigo saliendo todos los días. No me preocupa el número de personas a las que ayudo a renunciar al PCCh, solo lo hago con un corazón bondadoso, ya que Shifu dispone que las personas predestinadas vengan a mí.

Con el progreso de la rectificación del Fa en estos años, puedo sentir el cambio en el ambiente circundante y en la gente. Cada vez más personas están dispuestas a aceptar la verdad. A menudo me encuentro con personas que han renunciado al PCCh y me saludan y me recuerdan que me cuide. Algunos vendedores del mercado gritan "¡Falun Dafa es bueno!", cuando paso por sus puestos. Realmente siento que la gente que entiende la verdad está aceptando Dafa.

Sé que todavía tengo que mejorar y eliminar los apegos, como ser impaciente y entrometida, cotillear con la gente común, etc. Me falta autocontrol y me arrepiento después. Necesito fortalecer mis pensamientos rectos, ser más diligente y salvar a más personas.

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