(Minghui.org) Después de que 11 residentes de Beijing fueran condenados a prisión a mediados de enero de 2022 por practicar Falun Gong, otro practicante local de Falun Gong recibió una condena de cuatro años poco antes de que se celebren los Juegos Olímpicos de Invierno en Beijing del 4 al 20 de febrero.

Lei Zhongfu, que lleva un año y medio detenido, no podrá celebrar el Año Nuevo chino (que este año cae el 1 de febrero) con su familia por segunda vez consecutiva.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

El Sr. Lei fue detenido en agosto de 2020 y ha permanecido incomunicado desde entonces. Su último arresto se debió a su determinación de mantener su fe en Falun Gong durante la campaña "reducción a cero" de marzo de 2020, una operación de acoso coordinada dirigida a todos los practicantes de la lista negra del gobierno. Otra practicante detenida con él, la Sra. Zhao Chunying, también ha estado detenida en régimen de incomunicación desde entonces.

La familia de Lei fue convocada a principios de 2022 para acudir al Tribunal a recoger su sentencia. Todavía no se conocen otros detalles sobre su sentencia.

Antes de la sentencia del Sr. Lei, otros 11 practicantes locales fueron condenados a hasta ocho años el 14 de enero. La Sra. Xu Na, que fue condenada a ocho años esta vez, también fue detenida con su marido, el Sr. Yu Zhou, antes de los Juegos Olímpicos de Beijing en enero de 2008. El Sr. Yu murió bajo custodia 11 días después, el 6 de febrero, a la edad de 42 años. La Sra. Xu fue condenada a tres años en noviembre de 2008.

El Sr. Lei está jubilado de la Segunda Oficina de Construcción de China. Desde el inicio de la persecución en 1999, ha sido detenido y encarcelado en varias ocasiones. Fue detenido el 9 de marzo de 2002 y condenado a tres años. Al igual que la Sra. Xu, también fue detenido antes de los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008 y recluido en el tristemente célebre Campo de Trabajos Forzados de Masanjia, en la cercana provincia de Liaoning, durante más de tres años.

Durante la campaña de acoso de marzo de 2020, le obligaron a someterse a un examen físico y a que le tomaran una muestra de sangre y fotos. La policía también le obligó a firmar un formulario, alegando que se había sometido al examen físico voluntariamente, antes de permitirle volver a casa.

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