(Minghui.org) Una vecina de 81 años de la ciudad de Kunming, provincia de Yunnan, ha sido condenada recientemente a un año de prisión por su fe en Falun Gong, una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

La Sra. Li Yanyun, enfermera jefe jubilada, entregó a una antigua colega un calendario sobre Falun Gong el 27 de septiembre de 2021. El hijo de su colega, que trabajaba para el Ministerio de Seguridad del Estado, la denunció. La policía irrumpió en su domicilio al día siguiente y la detuvo. Le confiscaron cientos de libros de Falun Gong y cuatro fotos del fundador de Falun Gong.

Tras un minucioso examen físico, la Sra. Li fue trasladada al Centro de Detención de la ciudad de Kunming el 29 de septiembre. Debido a su avanzada edad y a los graves síntomas de enfisema (cavidades pulmonares dañadas) y esclerosis vascular, los guardias se negaron a admitirla. Fue puesta en libertad tras pagar una fianza de 1000 yuanes.

La policía acosó constantemente a la Sra. Li durante su periodo de fianza de un año. En julio de 2022, un agente apellidado Ma citó a la Sra. Li y le dijo que, según una orden superior, iban a someter su caso a la procuraduría del distrito de Xishan.

La Sra. Li fue citada por el fiscal Wang Kejing en agosto de 2022. Le preguntó si seguía practicando Falun Gong y si estaba de acuerdo en declararse culpable por practicar Falun Gong. También le mostró una foto tomada en su casa y le preguntó si los libros de Falun Gong de la foto eran suyos. Le prometió que le impondría una pena leve si se declaraba culpable; en caso contrario, le impondría una pena severa.

La Sra. Li se negó a responder a sus preguntas. Sostuvo que pese a que no había violado ninguna ley por practicar Falun Gong las autoridades la perseguían.

El 11 de noviembre de 2022, el agente Ma mostró a Li dos fotos suyas tomadas por las cámaras de vigilancia de la calle y le preguntó si salía a menudo a hablar con la gente sobre Falun Gong. Ella permaneció en silencio.

La Sra. Li compareció ante el tribunal del distrito de Xishan el 16 de noviembre. Su abogado defendió su inocencia. Los jueces, Deng Rui, Ma Qianqian y Deng Huiyuan, la condenaron a un año con una multa de 2000 yuanes por "socavar el orden público con una organización de culto", el pretexto habitual (aunque falso) que usan para criminalizar a Falun Gong en China.

La Sra. Li cree que los jueces violaron la ley al procesarla. Apeló ante el Tribunal Intermedio de la ciudad de Kunming, exigiendo que el tribunal la absolviera y que la policía le devolviera las pertenencias que le conoció.

La Sra. Li dijo en la apelación que los libros de Falun Gong que le confiscaron sólo servían para demostrar que es una practicante de Falun Gong. La oficina de publicaciones china levantó la prohibición de los libros de Falun Gong en 2011, por lo que no había ningún problema porque los tuviera en su casa. Los libros enseñan los principios de Verdad, Compasión y Tolerancia, que son beneficiosos para la sociedad.

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