(Minghui.org) El Partido Comunista Chino (PCCh) bloqueó el Internet desde septiembre. A principios de mes apenas podía conectarme a Internet. A mediados de mes, cuando no pude conectarme para enviar dos artículos que escribieron otros compañeros practicantes, empecé a preocuparme.

Una noche, una compañera practicante pidió prestado un auto, me recogió y me llevó a su casa para intentar acceder a Internet. Me llevó a casa después de enviar los artículos. El viaje de ida y vuelta era de aprox. 72 kilómetros (45 millas) y fue muy costoso.

Después de llegar a casa pensé en eso: "¿Por qué no pude conectarme a Internet? "¿Por qué no pude conectarme a Internet, pero la otra practicante sí?". Surgieron malos pensamientos: "Su computador no fue detectado por las autoridades porque ha estado ocupada, coordinando a los practicantes y no tiene tiempo para conectarse. Me conectaba casi todos los días y me tenían en el punto de mira para evitar que me conectara". Estos pensamientos no rectos, de hecho, habían aceptado que las autoridades me negaran el acceso a Internet.

No podía conectarme por más que lo intentaba. Durante tres semanas no pude descargar el semanario Minghui. Tuve que recurrir a otros practicantes para que me lo transfirieran. Un practicante que estaba cerca de mí podía conectarse. Otro practicante del centro de información tampoco tuvo problemas. Yo era la única que tenía problemas. Me preocupé tanto que me salió un forúnculo.

Solo en ese momento se me ocurrió mirar hacia dentro. Descubrí que estaba apegada a buscar fama. Escribí artículos y me emocioné demasiado después de que algunos de ellos se publicaran en el sitio web de Minghui. También tenía el apego de ser impaciente. No importaba lo que hiciera, no paraba hasta terminarlo, aunque no comiera ni durmiera.

Shifu dijo:

“La cultivación es un proceso de abandonar apegos humanos al máximo grado posible. ¿Por qué te preocupas tanto por esto? Es porque esta cosa que persiste en tu mente, a la que estás apegado y que tanto te preocupa, es una pared; una pared que te impide dejar atrás tu naturaleza humana. Te pido que gradualmente rompas cada pensamiento tuyo de naturaleza humana y entres al estado de un dios. Sin embargo, cada pensamiento tuyo está conectado y atado a los humanos. Es justamente como un barco que está a punto de zarpar, pero sus amarras están aún todas atadas al muelle. Muchas amarras están atadas y no te puedes ir a menos que las desates” (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva Zelanda).

Dafa disipó una gran nube oscura en mi mente. Pude ver claramente mis apegos profundamente escondidos en el fondo de mi corazón. ¿No abandonaría Dafa si siguiera en esa dirección? ¿Cómo puede estar bien si los practicantes de Dafa no siguen el Fa en su comportamiento? Después de todo, el hecho de que no pudiera conectarme a Internet era algo bueno: Sin problemas, uno no podría mirar hacia adentro. Mi incapacidad de conectarme a Internet era una pista de Shifu para ayudarme a deshacerme de mi apego.

Entonces tuve un sueño claro. Varias practicantes femeninas (a las que no conocía) y yo íbamos a un hermoso lugar. Había una amplia escalera que llevaba al cielo. El pasillo que llevaba a la escalera estaba alfombrado de rojo, con flores amarillas que conformaban paredes de un metro de altura a ambos lados. Las plantas estaban en plena floración y el muro era recto y recortado. Era como un país de las hadas. Seguí a los demás por el pasillo y empecé a subir la escalera paso a paso. Al cabo de un rato, se hizo más difícil subir. Me dolía el centro de las plantas de los pies; sentía como si estuviera pisando la punta de un cuchillo con cada paso que daba. El dolor me despertó del sueño.

El sueño me iluminó sobre las dificultades y la seriedad de la cultivación. Es más duro que todo lo que uno experimenta en la sociedad común. Que me doliera el centro de la planta del pie indicaba que me dolía el corazón, ya que las manos y los pies están conectados con el corazón. Entiendo que eliminar los apegos humanos será extremadamente doloroso; tan solo soportando el dolor se pueden eliminar los apegos.

Hay un dicho entre la gente común: "Uno no probará lo más dulce de lo dulce si no soporta lo más amargo de lo amargo". Debo mencionar que hemos cometido tantas malas acciones y creado tanto yeli (karma) en nuestra ignorancia durante tantas vidas. Shifu ha cargado mucho por nosotros, pero nosotros mismos tenemos que soportar y retribuir parte de eso. No soportar nada no se ajusta a las leyes del cielo. El camino hacia la inmortalidad tiene que ser difícil.

Por otro lado, de mí surgen buenas ideas, y hablo y escribo bien. ¿Por qué? Es porque Shifu ha abierto mi sabiduría. Para la gente común es difícil hacer esto. Es una hazaña de Shifu. Es Shifu animándome. Mi apego a buscar fama es lo mismo que atribuirse lo que pertenece al cielo. ¿Por qué tengo que ser envidiosa? Si Shifu no me hubiera salvado, ya habría muerto, sin contar con que no habría escrito nada.

Dupliqué mis esfuerzos para estudiar y memorizar el Fa después de reconocer mi horrible comportamiento. Memoricé el Hong Yin VI y voy por la mitad por segunda vez; memoricé un poema al día. No importa lo ocupada que esté, encuentro unos minutos o una docena de minutos para trabajar en memorizar. Va muy rápido, ya que es la segunda vez que lo memorizo. Por lo tanto, si me queda tiempo, lo vuelvo a recitar. Intento iluminarme a los principios del Fa a medida que los memorizo. La segunda vez que lo hice, me iluminé a nuevos principios del Fa que me perdí la primera vez. Mientras más memorizo, más profundo y más amplio me parece el Fa. El contenido del Fa es inmenso.

Shifu abrió mi sabiduría a través de mi memorización del Hong Yin VI en los últimos meses. Escribí poemas para desearle a Shifu un Feliz Día de Medio Otoño. Me pareció mucho más fácil que en el pasado. Lo terminé en poco más de 10 minutos.

Shifu me ha dado muchas cosas buenas. Desafortunadamente, no me he cultivado con diligencia. Estoy en deuda con Shifu y lo he decepcionado. Me arrodillé frente al cuadro de Shifu, confesé mis errores y pedí una oportunidad para corregirme.

Al principio, cuando encendí el computador, no pude conectarme. Pedí ayuda a Shifu. Apareció el mensaje "Sistema actualizándose, por favor reinicie en un minuto". Lo hice y, milagrosamente, pude conectarme. La señal era bastante buena. Envié los artículos que había acumulado al sitio web de Minghui.

Hoy hice lo mismo. Me conecté y envié los artículos sin problemas. También descargué la edición de Minghui.

Gracias, Shifu, por salvarme.