(Minghui.org) ¡Saludos, compasivo Maestro! ¡Saludos, compañeros practicantes!

El Maestro dijo:

"También quiero decirles a ustedes que su naturaleza pasada estaba fundada sobre la base del egoísmo e interés personal. De ahora en adelante, cualquier cosa que hagas, deberás primero tener consideración hacia otros, para que así que obtengas la honrada iluminación de desinterés y altruismo. Entonces de ahora en adelante, en cualquier cosa que hagas o digas, ¡deberás tener en consideración a otros, a las generaciones futuras, como también la eterna inalterabilidad de Dafa!" (La naturaleza fo no tiene ningún punto débil, Escrituras esenciales para mayor avance).

Cada vez que leo este párrafo del Fa, mi corazón se llena de anhelo. Deseo convertirme en el ser desinteresado y altruista que el Maestro requiere que seamos. Cuando leo lo que comparten los practicantes en Minghui, veo que muchos se han cultivado genuinamente, y han formado el hábito de considerar primero a los demás al hacer las cosas. Aunque hice las tres cosas todos los días, no fui lo suficientemente diligente en cultivar cada pensamiento sólidamente. A veces encontraba un apego, pero no lo eliminaba realmente, ni profundizaba lo suficiente como para encontrar sus raíces. Por lo general, seguía pensando primero en mí: que quiero estudiar bien el Fa, que quiero salvar a más personas...

Recientemente, mientras recitaba el Fa en grupo, una compañera practicante siempre se atrasaba cuando era su turno. También le costaba concentrarse, no sabía dónde estábamos y no paraba de preguntar cuántas veces teníamos que recitarlo. Mi primer pensamiento fue de no entenderla amablemente como los demás practicantes. Aunque me contuve de decir nada, no pude evitar quejarme en mi mente: Me parecía que leía con demasiada lentitud y que siempre se atrasaba y que su falta de concentración interfería en la capacidad del equipo para memorizar el Fa. No me di cuenta de que era una oportunidad para tener en cuenta a los demás y ponerlos en primer lugar.

Mi lado comprensivo quería abrirse paso, pero no hacía ningún cambio. Escuchar una reciente conferencia de intercambio de experiencias en la que oí a muchos practicantes hablar de mirar en su interior incondicionalmente con cada pensamiento que tenían, y su apertura para eliminar el egoísmo me benefició enormemente. Me di cuenta de que estaba muy lejos del reino del "desinterés y el altruismo", tal y como lo exige el Fa.

Me pregunté: Si no mejoro en cultivar genuinamente cada uno de mis pensamientos; si no elimino mis apegos y mi egoísmo profundamente arraigados; si no puedo alcanzar el estándar de generosidad y altruismo del nuevo universo; y si aquellos seres consientes que conocieron la verdad sobre Dafa y abandonaron las organizaciones relacionadas con el PCCh, si no tienen ningún lugar donde ir en el futuro porque no puedo alcanzar el estándar, ¿puedo realmente ayudar al Maestro a salvarlos? ¡No cultivarme verdaderamente es muy serio! La pandemia del virus del PCCh está asolando el mundo, así que salvar a la gente es muy urgente. Para mí, lo que es igualmente urgente es aprovechar cada oportunidad para cultivar sólidamente cada pensamiento.

Mirar verdaderamente hacia adentro

El Maestro dijo:

"Espero que después de regresar a casa todos aprovechen bien el tiempo para cultivarse concretamente" (Novena Lección, Zhuan Falun).

Esta frase ha estado resonando en mis oídos estos días. Mirando hacia atrás, mi calidad de iluminación era realmente pobre. No me di cuenta de que estaba equivocada hasta hace poco: El egoísmo que debería haber eliminado estaba profundamente oculto. ¡Los apegos de los que no era consciente, incluían el ser obstinada, la falta de consideración hacia los demás, el imponer a los demás, y otros comportamientos groseros de la cultura del Partido manifestados de tantas maneras! Hice daño a los compañeros practicantes sin darme cuenta.

Algunas cosas me vinieron a la memoria como una película. Ahora me doy cuenta de que, en todos los casos, fue efectivamente como dijo el Maestro:

"El que tiene la razón es él,
El que está equivocado soy yo"
(Quién tiene razón, quién no, Hong Yin III)

Una vez, en el puesto para comprar entradas para Shen Yun, una practicante entró abruptamente, con aspecto distraído. Cuando me encontré en una situación similar en el pasado, me calmé recitando el Lunyu del Maestro. Si seguía sin poder concentrarme, lo recitaba tres o cinco veces, y pronto conseguía calmarme. Así que me ofrecí a recitar el Lunyu con ella. Después de recitarlo una vez, le dije que sería mejor recitarlo tres veces. En ese momento, pensé que la estaba ayudando con buena intención. Luego volví a vender entradas.

Un tiempo después, durante una conversación, esta practicante habló de su experiencia en un puesto de venta de Shen Yun. Dijo que, como su marido no era practicante y su hijo era aún pequeño, superó muchas dificultades para llegar al punto de venta. Sin embargo, una practicante, sin decir nada más, le pidió que recitara Lunyu tres veces cuando ya lo había recitado una vez. Superó muchas dificultades para llegar al punto de venta, pero en cuanto llegó se vio obligada a hacerlo. Acababa de superar tribulaciones en casa, y cuando llegó al punto de venta, tuvo otra tribulación creada por una compañera.

Mirando hacia atrás, creo que esta practicante fue muy amable. Habló del incidente de forma muy informal y no mencionó ningún nombre. Cuando la escuché, mi cara se puso roja. Pensé que la estaba ayudando, ¿por qué tuvo el efecto contrario? Si no la hubiera oído durante la conversación, no me habría dado cuenta de que le había creado una tribulación. Me sentí tan avergonzada que ni siquiera pude disculparme con ella.

Incluso esperaba que nadie más supiera que fui yo quien le provocó la tribulación, ¡qué sucio apego al egoísmo y a salvar la cara! Ya había herido a una compañera practicante, ¡y aún así solo podía pensar en defenderme! El lado comprensivo de mí también sintió que debería haber mirado hacia adentro. Pero en aquel momento, como sentía que tenía razón y que la estaba ayudando, incluso cuando miré en mi interior, solo miré la superficie y no profundicé.

De hecho, si hubiera podido pensar desde su perspectiva, habría visto inmediatamente mis problemas. Si me hubiera puesto en su lugar, habría tenido la amabilidad de comprender primero su situación y preguntar qué ayuda necesitaba. Pero lo que tenía en mente era cómo "yo" iba a ayudarla, no qué ayuda podría querer o necesitar realmente. No había nada malo en recitar juntos el Lunyu, pero como no tuve en cuenta sus sentimientos, mi tono irrespetuoso, prepotente y contundente no sonó más que como una orden.

Uno como practicante puede exigirse hacer lo que entiende en base al Fa, pero exigirle a otro que haga lo que uno entiende en base al Fa no está en línea con el Fa. No solo me equivoqué, sino que me equivoqué terriblemente. Me sentí tan mal por el daño que le hice, que lloré cuando pensé en ello.

En otra ocasión estaba ayudando en un punto de venta anticipada. Dependíamos principalmente de la gente que llamaba a la línea de atención telefónica para vender entradas. Varias personas querían comprar entradas, y la practicante que atendía la línea directa tardaba mucho en terminar de procesar cada pedido. Observé que las personas que esperaban para comprar entradas empezaban a mostrarse impacientes, y me preocupaba que se marcharan. No pude evitar quejarme de la ineficacia de la operadora de la línea directa y de su lentitud. No pude mantener mi xinxing y dije que sería mejor que otra persona más familiarizada con el sistema de venta de entradas atendiera la línea directa.

Tiempo después, escuché a esta practicante decir que las llamadas telefónicas para la venta de entradas le creaban tribulaciones. Aunque mi sensación era que debía mirar en mi interior, no estaba convencida, pues seguía creyendo que quien atendía la línea directa de Shen Yun debía tener al menos más conocimientos antes de aceptar el trabajo. Me aferraba obstinadamente a mis propias normas para controlar a los demás.

Cuando pensé en ello más tarde, me di cuenta de que estaba muy equivocada. La practicante que respondía a las llamadas estaba haciendo lo mejor que podía. No sabía qué dificultades estaba experimentando. Como cultivador, ¿no debería al menos seguir los principios básicos de Verdad-Benevolencia-Tolerancia? Mis palabras y mi intención no fueron amables, así que por supuesto no lo hice bien.

El apego al miedo de que la gente pudiera marcharse y perder la oportunidad de comprar entradas también estaba mal y debía eliminarlo. Detrás de este miedo pude ver que estaba el egoísmo de validarme con el deseo de la validación de vender más entradas en el sitio. No cultivé la Benevolencia ni cultivé mi habla. Tenía el apego al miedo y a validarme. Me equivoqué no solo una vez, sino tres veces.

Quizá el Maestro vio que tenía un corazón sincero para reconocer que me había equivocado. Cuando me recordó una escena, lloré; y cuando me recordó otra escena, volví a llorar. Debido a la limitación de tiempo y espacio, no puedo exponerlas todas aquí. Quiero aprovechar esta oportunidad para pedir sinceras disculpas a todos los compañeros practicantes a los que he herido a lo largo de los años: Lo siento de verdad por mi escasa iluminación y mi egoísmo. Por favor, acepten mis disculpas tardías. También quiero agradecer a todos los que han sido tolerantes y me han apoyado a lo largo de los años. Confieso sinceramente ante el retrato del Maestro que me he equivocado y espero que se me dé la oportunidad de eliminar el egoísmo en el futuro.

Cambiar mi mentalidad y eliminar el egoísmo

El Maestro dijo:

"Les doy a todos un ejemplo, en la religión budista se dice que todos los fenómenos de la sociedad humana son ilusiones, que son irreales. ¿Cómo pueden ser ilusiones? Estos objetos están puestos allí concreta y realmente, ¿quién puede decir que son falsos? La forma de existencia de un objeto es de esta manera, sin embargo, la forma en que se manifiesta no es así" (Segunda Lección, Zhuan Falun).

Comprendo que "todo en el mundo", incluidas las personas y las cosas que nos rodean, ya sean compañeros practicantes, colegas, miembros de la familia, amigos, seres conscientes que encontramos cuando aclaramos la verdad, y todos sus comportamientos son "ilusiones" y "no son reales". Son espejos que reflejan mis propios problemas y me ayudan a mirar en mi interior y a mejorar mi xinxing. Tanto, los que me brindan ayuda como los que me crean tribulaciones están todos de hecho ayudándome a cultivarme, y debo estarles agradecida. Mis propios pasos para cultivar genuinamente cada pensamiento fueron un poco tardíos, pero nuestro compasivo Maestro me animó una y otra vez, y pude experimentar la iluminación y la maravillosa sensación de cambiar mi mentalidad y eliminar el egoísmo.

Eliminando el egoísmo al recitar el Fa

Una experiencia profunda al recitar el Fa es que cada vez que pronunciaba una palabra errónea u omitía o añadía una palabra, era a menudo porque estaba distraída y perturbada, o cuando mis nociones humanas y yeli de pensamiento entraban en juego. Cuando corregía las palabras erróneas, la puntuación, el tono de voz, y dejaba de omitir palabras y añadir palabras, estaba rectificando mi propio pequeño universo en línea con el Fa, y también refinando mi propio proceso de cultivación de asimilación al Fa con una fe cien por cien en el Maestro. La mayoría de los practicantes han obtenido una comprensión profunda después de recitar el fa juntos durante mucho tiempo. Cuando no hay más voz que el sonido de la lectura del Fa, el efecto es a menudo poderoso. Después de recitar el Fa, siento que en otra dimensión mi cuerpo es claro y transparente.

Antes, cuando recitaba el Fa en grupo me quejaba habitualmente cuando una compañera se retrasaba cuando era su turno o no encontraba en qué parte estábamos. Ahora mi conciencia principal a menudo puede captar el apego a la queja y cavar más profundo para encontrar que es un apego de egoísmo: egoísmo de mantener el progreso y la calidad de la recitación del Fa para mí o para nuestro grupo. Al final, es para cuidar mis intereses y los de nuestro grupo.

Quejarse es solo una manifestación que aparece en la superficie, mientras que la raíz es este apego egoísta de proteger mis intereses. Cuando lo encontré esta vez, reforcé mi propia conciencia principal para eliminarlo. Cuando me di cuenta de que era este interés propio el que me hacía quejarme, me cultivé para eliminarlo, y no me dejé llevar por la mentalidad de queja. Lo primero que hice fue no quejarme, y después de tener ese pensamiento positivo, mis pensamientos cambiaron sustancialmente.

El comportamiento de esa practicante es realmente un espejo. Cuando uno no se concentra o se distrae, en realidad esta reflejando el problema de su propia dimensión: Estaba recitando el Fa, pero mi mente seguía pensando en cómo responder a un determinado correo electrónico. Esto puede ser diferente en la superficie, y el grado de interferencia puede parecer diferente, pero la esencia no es diferente. El papel de la compañera era mostrarme que yo también me distraía al recitar el Fa, para recordarme que debía concentrarme. Ella me estaba ayudando a ver mis propios problemas, así que ¿no debería agradecérselo? ¿Cómo puedo quejarme? Una vez que cambié mi mentalidad, me concentré inmediatamente en recitar el Fa. No pude evitar hacer un gesto de heshi a mis compañeros, agradeciéndoles que me ayudaran a mejorar. También aprecié la oportunidad de recitar el Fa juntos.

Eliminando del egoísmo en el proceso de clarificar la verdad

Tras el brote de la pandemia, además de hacer llamadas telefónicas, también utilicé programas que utilizan las redes sociales para aclarar la verdad a los chinos del continente. Tras acumular cierta experiencia, pude ayudar a algunas personas que tenían ideas erróneas a renunciar a las organizaciones relacionadas con el PCCh.

Sin embargo, poco después, muchos de mis “amigos” en las redes sociales se salieron o no respondieron a mis llamadas. A veces, después de llamar durante dos horas, nadie respondía. Al principio, no entendía por qué, y cuando lo compartí con mis compañeros practicantes, dije: Siento que he aprendido dieciocho artes marciales pero no tengo la oportunidad de usarlas. Después de decir eso, sentí que algo andaba mal, pero no sabía qué era lo que estaba mal.

Después de mirar en mi interior, descubrí que poco a poco había empezado a creer que eran mis esfuerzos por aclarar la verdad los que disolvían los conceptos erróneos de la gente. Empecé a creer más en mi propia capacidad que en el poder del Fa. Al descubrir este egoísmo oculto para validarme, ¡lo eliminé inmediatamente! Cualquier pensamiento de presumir o atribuirme el mérito de los logros en la cultivación de Dafa es una falta de respeto al Fa y un insulto al título de discípulo de Dafa, cuya misión sagrada es validar el Fa.

Un día me conecté a un servidor de redes sociales. Aclaré la verdad y convencí a varias personas para que renunciaran a las organizaciones relacionadas con PCCh. Sentí que había podido exponer bastante bien la verdad, así que pensé que sería estupendo poder utilizar el mismo servidor para llamar de nuevo al día siguiente. A la mañana siguiente, cuando estaba recitando el Fa, pensé: debo conectarme ahora al mismo servidor para poder llamar inmediatamente después de recitar el Fa para hablar con más personas para que renuncien. Pero pensándolo bien, ¿no estaba aún recitando el Fa? Quería ocupar el servidor pero si me conectaba al servidor en este momento, los demás no podrían utilizarlo. ¡Qué pensamiento tan egoísta! Ya que este apego estaba expuesto, debería rechazarlo.

El Maestro dijo:

"...las mejoras verdaderas llegan a raíz del abandono, no por medio de la ganancia" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Filadelfia, Estados Unidos, 2002)

Cuando terminé de recitar el Fa y me conecté al servidor, vi que ya estaba conectada una compañera practicante y tuve una sensación de incomodidad. Lo curioso fue que enseguida esta compañera me dijo que alguien estaba ocupando el servidor y me preguntó qué hacer. No pude evitar reírme al oírla. Por supuesto, no era que la compañera en el servidor tuviera algún problema, sino que el Maestro utilizó a esta compañera para hacerme ver que tenía apego a la comodidad. Quería elegir a las personas que creía que serían más fáciles de salvar. También tenía un apego a la envidia, pensando que la compañera practicante salvaría a más gente que yo. Si ella podía salvar a más gente, ¿no debería elogiarla como dice en Zhuan Falun en la sección "Corazón de envidia", algo como "¡Buen trabajo! ¡Qué bien lo has hecho!".

¿No debería sentirme realmente feliz por ella? No era mi verdadero ser el que se sentía incómodo, sino mi noción humana. Viendo claramente que eran los apegos a la comodidad y la envidia, envié pensamientos rectos para limpiar mi dimensión.

Después de enviar pensamientos rectos, me conecté a cualquier servidor que estuviera disponible. Creo que mientras mi mente sea pura, el Maestro ayudará a traer a las personas predestinadas a escuchar la verdad. Ese día hablé con un budista. Después de aclararle la verdad sobre el PCCh, lo entendió y aceptó renunciar. Después de escuchar mi recitación del Lunyu, dijo respetuosamente: "¡Eso ha sido muy bien escrito! Dijo que recordaría: "Falun Dafa es bueno. Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno".

Después de que nos despedimos, me di cuenta profundamente que es el Fa del Maestro que despertó su naturaleza de Buda y que es el Maestro quien salva a la gente. Nosotros, como discípulos, no hacemos más que "abrir la boca" y ni siquiera tenemos que "caminar una distancia" en la plataforma de llamadas de RTC (Red Telefónica Conmutada). No es que tengamos mucha habilidad; es que cuando los practicantes elevamos nuestro xinxing y cumplimos con los requisitos de un cierto nivel del Fa, somos fortalecidos por el poder del Fa para aclarar la verdad. La verdadera salvación de todos los seres consientes viene del Maestro y de Dafa.

Un día, cuando me conecté a Internet, noté que el servidor que quería usar antes estaba disponible. Entré en él y vi que los compañeros practicantes habían llamado a todos los amigos de las redes sociales, y algunas llamadas se habían hecho hace más de un mes. Pensé que ya que estaba ahí, podía volver a llamarlos. Llamé a una persona que contestó y que previamente no había aceptado renunciar a una organización relacionada con el PCCh. Tras más de 10 minutos de conversación, aceptó renunciar al PCCh. Tuvimos una larga conversación. Por ejemplo, cuando le aclaré sobre el engaño de la autoinmolación, le dije: "Esa botella de plástico de Sprite llena de gasolina no se deformó, ni se quemó, ni explotó al ponerla bajo ese intenso calor. Si quieres encontrar un ejemplo de cómo el gobierno engaña al pueblo, este es uno clásico". Se rió a carcajadas y estuvo de acuerdo. Me pidió que le enviara el enlace, y me respondió inmediatamente expresando su agradecimiento.

Ese día también conocí a un profesor de historia. Me dijo que admiraba mucho la valentía de los practicantes que persisten en aclarar la verdad. Creía que cada vez más gente despertaría. Dijo que él mismo no era capaz de atravesar el cortafuegos, pero que quería obtener información de más personas que sí podían, y que estaba desesperado por saber más sobre la verdad y luego difundirla, incluso a sus alumnos. Escucha la verdad todos los días a través de los canales publicados en el grupo. Le gustan mucho los programas de los medios de comunicación independientes dirigidos por los discípulos de Dafa, que, según él, le aportan un poder edificante y confianza. Me pidió que le ayudara a transmitir su mensaje de agradecimiento de corazón a los canales de los medios de comunicación independientes, y que espera ver más programas de ellos.

Al llamar a China, cuando me encuentro con personas que discuten, aprendí a dejar de quejarme de que son difíciles de salvar. Mirando en mi interior, descubrí que cuando la gente discute conmigo, es porque hay algo en mí que no se ajusta a los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Hubo extras de última hora en mi trabajo ordinario, que afectaron mi disponibilidad para ayudar en el proyecto de Dafa, por lo que estaba ansiosa por terminar mi trabajo ordinario lo antes posible. Cuanto más ansiosa estaba, más lento era mi trabajo ordinario. O no se encontraban los documentos o el abogado estaba ocupado con otro caso. Descubrí que esta impaciencia era el apego de ser intolerante que hacía que las cosas se torcieran. Cuando dejé de lado esta ansiedad e impaciencia, me dije que solo tenía que hacer mi trabajo con paciencia. Cuando dejé de lado mi impaciencia, mi trabajo diario se resolvió rápidamente. En los días siguientes no me encontré con ninguna persona que discutiera por teléfono. El comportamiento de la gente es realmente un reflejo de mi propia dimensión, y realmente me ayuda a ver mi problema para poder mejorar.

Cuando hice llamadas telefónicas con una gratitud humilde y devota hacia Dafa, me encontré con un hombre que dijo que respetaba mucho al Maestro Li Hongzhi y a Falun Dafa. Tenía un muy buen entendimiento de lo que hacemos y gritó: "¡Viva el entendimiento!".

El Maestro dijo:

"…si una paja de aserrín cae en un horno de acero fundido, ésta se desvanece en un abrir y cerrar de ojos. No sería esfuerzo alguno para un Fa tan inmenso incorporar a una persona, eliminar el yeli de uno o eliminar los pensamientos incorrectos de uno, y así sucesivamente” (Exponiendo el Fa en el primer Fahui de Norteamérica).

Soy un pequeño trozo de aserrín en el horno de Dafa. Cada día me asimilo a Dafa. Cuando me cultivo para deshacerme un poco de mi egoísmo, nuestro compasivo Maestro me empuja un gran paso adelante.

(Presentado en la Conferencia de Intercambio de Experiencias de Cultivación de Falun Dafa de Canadá 2021)

***

Todos los artículos, gráficos u otros contenidos publicados en Minghui.org están protegidos por derechos de autor. Al reimprimir y redistribuir el contenido para uso no comercial, se pide indicar el título del artículo y su enlace original.