(Minghui.org) La prisión de Suzhou está situada en el municipio de Huangdai de la ciudad de Suzhou, provincia de Jiangsu. Aunque la prisión recibe el nombre de "Prisión Civilizada Moderna" por su ambiente "confortable", muchos practicantes de Falun Gong han sido torturados allí en los últimos veinte años y varios de ellos han muerto como resultado de la persecución.

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una disciplina espiritual perseguida por el régimen comunista chino desde 1999.

Una vez estuve recluido en la prisión de Suzhou, en 2012, tras ser condenado por denunciar la persecución, sabía por mi experiencia personal que los guardias de la prisión allí estaban incentivados económicamente y a menudo recurrían a la violencia física para obligar a los practicantes a abandonar su creencia.

Los practicantes de Falun Gong encarcelados allí, entre los que me incluyo, fuimos sometidos a diversas formas de violencia física, como inmovilizarnos en el suelo y utilizar múltiples picanas eléctricas para darnos descargas; amenazar y golpear a los practicantes; obligar a los practicantes a sentarse en pequeños taburetes durante un largo periodo de tiempo; y obligar a los practicantes a adoptar posiciones insoportables, como la de estar abierto de piernas. También se privaba a los practicantes de sueño y comida.

Ilustración de la tortura: piernas abiertas.

Los practicantes de Falun Gong también fueron obligados a realizar trabajos no remunerados en la prisión. Los que se negaban eran atados a camillas y llevados a talleres ruidosos. Solo se les liberaba de las camillas cuando accedían a trabajar. A los que estaban en huelga de hambre, los guardias de la prisión a menudo los alimentaban a la fuerza y les causaban intencionadamente un dolor insoportable al insertarles duramente la sonda de alimentación.

Ilustración de la tortura: alimentación forzada.

Las autoridades penitenciarias también obligaban a los practicantes a escribir artículos que calumniaban a Falun Gong y a su fundador. A veces, los guardias obligaban a los practicantes a copiar los artículos y firmaban con sus nombres. Los guardias recibían recompensas económicas por presentar estos artículos difamatorios.

Además, los practicantes de Falun Gong debían presentar regularmente "informes de pensamiento". Los que se negaban eran reprendidos. También se los sometía a frecuentes lavados de cerebro y se los obligaba a ver vídeos que calumniaban a Falun Gong.

***

Todos los artículos, gráficos u otros contenidos publicados en Minghui.org están protegidos por derechos de autor. Al reimprimir y redistribuir el contenido para uso no comercial, se pide indicar el título del artículo y su enlace original.