(Minghui.org) La escuela en la que trabajo anunció que la oficina provincial de educación establecería una llamada exhibición de propaganda anticulto en la escuela, en forma de una cabina donde se iban a colgar tableros y pancartas. Tan pronto como vi este aviso, me pregunté si debería derribarla si había información que calumniara a Dafa, y qué debería hacer si había mucha gente allí. A pesar de todo, no podía ignorarla y dejar que arruinara a los seres conscientes. Decidí enviar pensamientos rectos.
Yo dudaba un poco acerca de lo efectivo que sería enviar pensamientos rectos. Recordé el Fa de Shifu, de que los pensamientos rectos de los discípulos de Dafa son poderosos:
“Les digo a todos, durante estos tantos años, siempre he estado diciendo que la capacidad de los Dafa dizi es muy grande; muchos simplemente no lo creen, porque no se te deja verlo. Bajo el efecto de tus pensamientos rectos, a todos a tu lado y hasta a tu propio cuerpo les ocurren cambios, sin embargo nunca se te ocurre ponerlo en práctica un poco” (20 años enseñando el Fa).
“Una vez que envías pensamientos rectos, no importa si son miles de soldados o decenas de miles de caballos, toda esa perversidad se disuelve en polvo, todos son aniquilados, no queda nada” (20 años enseñando el Fa).
Dejé de lado otras cosas y comencé a enviar pensamientos rectos para eliminar el mal por completo, para no permitir que el personal del partido comunista chino (PCCh) pusiera nada que calumniara a Dafa, y no dejara que nadie que pasara por allí la viera. Por lo general, tenemos que buscar el mal a gran escala, pero esta vez el mal se juntó, sin tener que buscarlo.
Pasé por la cabina al mediodía, y noté que estaba en una esquina, lejos de la zona de mucho tránsito. No la había visto mucha gente. Sabía que mis pensamientos rectos funcionaban. No había nadie allí por la tarde. Pensé que la cabina podría estar allí por unos días más, así que debía seguir enviando pensamientos rectos.
Por la tarde, surgió de repente un viento muy fuerte y el cielo se volvió amarillo. Después, el cielo se volvió tan oscuro como la noche, y tuve que encender las luces en casa. Pensé que el fuerte viento volaría la cabina. Al día siguiente, pasé por allí, y ya no estaba. La cabina, construida con marcos de acero inoxidable, había sido convertida en una bola por el fuerte viento, arrojada unos metros y apilada como basura al borde de la carretera. Inmediatamente, me di cuenta de que mis pensamientos rectos realmente funcionaban.
Shifu dijo:
“Sea lo que sea que experimenten durante la cultivación -sea bueno o malo- es bueno, ya que esto sólo ocurre porque ustedes se están cultivando” (Al Fahui de Chicago).
Entendí que esto había sucedido por una razón, para mejorar mi confianza en el envío de pensamientos rectos. En el pasado, no prestaba suficiente atención a enviar pensamientos rectos. Pero, esta vez, realmente experimenté el poder de los pensamientos rectos, y tuve una buena oportunidad de limpiar el mal que se juntó en otras dimensiones.
Cuando estaba escribiendo este artículo, tuve un pensamiento no recto, por un momento: "¿Qué pasaría si el personal del PCCh volviera a poner la cabina?". Inmediatamente me di cuenta de que este pensamiento era una interferencia del mal. También sabía que era capaz de eliminar el mal detrás de ese personal del PCCh que puso la cabina, y ahora tengo pensamientos rectos más fuertes. No importa cuántos males vengan de nuevo, los eliminaré todos tan pronto como lleguen.
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Categoría: Enviando pensamientos rectos