(Minghui.org) Cuando empecé a cultivarme en Falun Dafa en 2010, hice rápidos avances en mi comprensión de las enseñanzas del Fa. Como empecé a practicar Dafa bastante tarde, me preocupaba que no tuviera suficiente tiempo para alcanzar la iluminación. Sin embargo, con el compasivo cuidado del Maestro Li Hongzhi (fundador de Dafa), cada frase del Fa fortaleció mi creencia. ¡Siento que me han concedido una nueva vida!

Comprendo que los principios que siguen los cultivadores pueden ser opuestos a lo que cree la gente común. No solo debemos ser capaces de soportar las dificultades más duras, sino también situaciones aparentemente insoportables. Entonces podremos alcanzar el estado de cultivación de tomar las dificultades como una alegría.

He aprendido mucho del refinamiento espiritual. Ahora sé que es esencial cultivar cada pensamiento. Quiero compartir mis experiencias a través de algunos incidentes.

Mirar hacia dentro cuando ocurren conflictos familiares

Un día estaba haciendo albóndigas cuando mi marido me llamó y me dijo que no estaría en casa para comer porque iba a visitar su pueblo natal con sus hermanos y sus respectivas esposas. Me pidió que cuidara de su padre mientras él estaba fuera. Sentí que mi marido estaba siendo muy injusto conmigo. Después de que todos se fueran, cuanto más pensaba en ello, más enfadada me sentía, y ya no quería hacer las albóndigas.

Después de un tiempo, me di cuenta de que me equivocaba al estar enfadada. Soy una practicante de Dafa, no una persona común. He desarrollado muchos apegos ordinarios, como los celos, el miedo a que la gente me desprecie y el resentimiento. Pensé que debía rectificarme rápidamente, mantener la mente en calma y terminar de hacer las albóndigas. Mi marido llegó a casa al día siguiente, justo después de que termináramos de comer.

Lo saludé, le pedí que se sentara y le dije que le prepararía albóndigas. En un tono poco feliz, me dijo que no me molestara. Le dije: "No pasa nada. Debes estar cansado después de tu viaje en autobús. Haré las albóndigas ahora mismo". Una posible tormenta desapareció con mis pocas y cariñosas palabras.

En el pasado, no me habría comportado así. Podría haberme negado a hablar con él e incluso haberle tirado cosas. Esas acciones solían provocar una discusión.

Aunque lo sucedido fue algo insignificante, me recordó que debemos eliminar todo apego humano, incluidas las características y modo de pensar que hemos llevado a lo largo de nuestra vida.

Tales acontecimientos son oportunidades preciosas para mejorar mientras estemos en el camino de cultivación. Además, cuando descubrimos un problema en nosotros mismos y tomamos la iniciativa para eliminarlo, encontraremos que siempre hay una manera de resolver una situación.

Una noche fui a casa de un practicante para leer las enseñanzas del Fa y volví después de las 9 de la noche. Me llamó al menos diez veces, pero no le contesté porque no llevaba el teléfono. No me creyó cuando se lo dije, y como había estado bebiendo, se puso agresivo. Esta vez, estaba decidida a no dejarme conmover, dijera lo que dijera.

El Maestro Li dijo en"No contender":

"Si te encuentras con fuertes discusiones, no contiendas con palabras de pelea

buscar la causa hacia dentro es xiulian

Mientras más se piensa en explicar, más pesa el corazón

Magnánimamente, sin apegos, aparece la visión clara

(No contender, Hong Yin III)

Si no hubiera manejado la situación adecuadamente, mi estudio de Fa de ese día habría sido en vano.

Después de aparcar, él empezó a patear mi coche como un loco. No tuve miedo. Sabía que el Maestro creó esta oportunidad para que yo mejorara mi xinxing, ya que acababa de estudiar el Fa. Rápidamente subí las escaleras y recité: "Falun Dafa es bueno", "Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno". También envié pensamientos rectos y pedí al Maestro que ayudara a mi marido a superar su ira. Cuando subió las escaleras me dio una patada, murmuró para sí mismo, luego se dio la vuelta y se fue a su habitación. Al cabo de un rato, le llevé un vaso de agua y vi que ya estaba dormido.

Aprendí de este incidente que nada de lo que ocurre en la vida de un cultivador es accidental. Los conflictos son pruebas que hay que pasar, no importa si son grandes o pequeños. Antes de convertirme en una discípula de Falun Dafa, habría discutido con mi esposo, y tardaría unos días en volver a la normalidad. Después de ese incidente, a él no le importa si tengo mi teléfono móvil o no, ni tampoco me llama durante el estudio del Fa. A partir de esta prueba, me di cuenta de que mientras cada uno de nuestros pensamientos se ajuste a Dafa, podemos superar cualquier tribulación.

Abandonar el apego al interés propio

Mis suegros tienen una casa con ocho habitaciones que se asienta en cuatro acres de terreno en nuestra ciudad natal. Normalmente, cuando una suegra fallece, la propiedad debe repartirse entre el hijo mayor y los hermanos que haya. Sin embargo, mi suegro le dio el terreno al hermano de mi marido y la casa a su sobrino y no nos dejó nada.

Me pareció muy injusto. Había cuidado de mis suegros durante muchos años. ¿Cómo podía hacer esto mi suegro? Mi marido también se quejó y me pidió que hablara con su padre. Mi suegro me dijo que mi marido había dicho que no quería ninguna propiedad. Cuando se lo dije a mi marido, se enfadó mucho porque él no había dicho tal cosa.

Me calmé y pensé que lo que había pasado debía tener algo que ver conmigo, ya que soy una practicante de Dafa.

El Maestro dijo:

"...a veces piensas que esa cosa es tuya e incluso los demás te dicen que esta cosa es tuya, pero en realidad no es tuya" (Séptima Lección, Zhuan Falun).

Pensé que no debíamos intentar cambiar la decisión de su padre porque no valía la pena pelear con nuestra familia por las ocho habitaciones. Además, no podíamos llevarnos la casa y nadie viviría allí.

De hecho, comprendí el enfado de mi marido, ya que siempre trata bien a sus padres y muestra piedad filial (devoción). No importa, son su familia. Más tarde me di cuenta de que los cultivadores no deben perseguir las cosas de este mundo; solo debemos concentrarnos en abandonar todos nuestros apegos.

Cuando comprendemos compasivamente a los demás, incluso el problema más difícil puede resolverse. Tras superar esta prueba, sentí que el Maestro había ampliado mi capacidad de aguantar. Si me hubiera quedado atrapada en el interés propio y hubiera seguido los principios de la gente común, me hubiese quedado atascada pensando que yo tenía razón y que los demás estaban equivocados.

Tenía que cambiar mis ideas y contenerme ajustándome a los principios de Dafa. Como cultivadores, debemos soportar las dificultades y pagar nuestras deudas kármicas. Haciendo esto, podremos pasar cualquier prueba y manejar bien las cosas.

Cambios después de aprender Falun Dafa

Antes de aprender los principios de Falun Dafa, discutía a menudo con mi marido, lo que molestaba a nuestros vecinos, que con frecuencia llamaban a la policía para quejarse de nosotros. A veces nos peleábamos durante varios días y no nos hablábamos durante dos o tres semanas. Era realmente incómodo. A menudo pensaba en divorciarme y maldecía a mi marido.

Cuando recordaba mi comportamiento, me avergonzaba de cómo había reaccionado ante asuntos triviales. Era muy dominante e implacable y tenía un fuerte apego a la competitividad. Después de comenzar a practicar Falun Dafa, deseché todos estos apegos.

El Maestro señaló:

"Decimos que si frente a un conflicto uno puede dar un paso atrás, se encontrará con un vasto mar y un cielo sin límites; está garantizado que habrá un escenario diferente" (Novena Lección, Zhuan Falun)

Uno sufre cuando sus apegos salen a la superficie. Como cultivadores, debemos eliminar nuestros apegos. El camino de la cultivación de Dafa es muy estrecho. Sin embargo, si tomamos las dificultades como alegría y cultivamos todos nuestros pensamientos, este camino se abrirá y se volverá brillante.

Tenemos que pensar primero en los demás cuando nos encontramos con problemas y esforzarnos por ser personas buenas con altos estándares morales. Desechar todos los apegos cotidianos, como la fama, el interés propio y las emociones dañinas. Aunque de vez en cuando pueden aparecer algunos malos pensamientos, podemos controlar la mayoría de ellos.

Ahora mis vecinos me envidian porque tengo una familia armoniosa; mis hijos son responsables y respetuosos, y mi marido hace la mayor parte de las tareas domésticas pesadas. Si no me hubiera cultivado en Dafa, ¿cómo habríamos podido hacer cambios tan grandes?

Durante los últimos 10 años, he estado inmersa en las bondades de Dafa. Con el cuidado compasivo del Maestro Li, he cambiado de ser una persona malhumorada y egoísta a una practicante calmada, feliz y considerada. Mi gratitud hacia el Maestro es difícil de expresar con palabras.

***

Todos los artículos, gráficos u otros contenidos publicados en Minghui.org están protegidos por derechos de autor. Al reimprimir y redistribuir el contenido para uso no comercial, se pide indicar el título del artículo y su enlace original.