​Expertos en derechos humanos: la sustracción forzada de órganos es un genocidio encubierto

(Minghui.org) En la quinta sesión de la Cumbre Mundial sobre la Lucha y Prevención de la Sustracción Forzada de Órganos, el 25 de septiembre de 2021, se destacó el impacto que tiene la sustracción de órganos en la sociedad.

Durante la Cumbre Mundial sobre la Lucha y la Prevención de la Sustracción de Órganos Vivos del 17 al 26 de septiembre de 2021, 38 oradores de 19 países, incluidos funcionarios gubernamentales, médicos, profesores, jueces, abogados y activistas de derechos humanos, abordaron temas como la envergadura de la sustracción de órgano, la autocensura de los medios de comunicación y los impactos sociales globales, resultantes de la incapacidad de confrontar a China con respecto a sus prácticas de trasplantes, y cómo la sociedad puede tomar medidas para poner fin a este abuso.

Profesora canadiense: La sustracción de órganos es una forma de Genocidio

La Dra. Maria Cheung, Profesora y Decana Asociada de la Facultad de Trabajo Social e Investigadora Afiliada al Centro de Investigación de Derechos Humanos de la Universidad de Manitoba, Canadá, dijo que el Partido Comunista Chino (PCCh) ha llevado a cabo un genocidio contra los practicantes de Falun Gong., que ha permanecido oculto y ha perdurado por más de dos décadas, casi sin darnos cuenta.

El genocidio es "un proceso lento de aniquilación, que refleja el despliegue del fenómeno de la matanza masiva de un grupo protegido, encubierto: la sociedad no ve un efecto inmediato de una muerte violenta".

“El genocidio cultural, es la destrucción de una conciencia común que es la verdadera esencia y la descripción de un grupo. En el caso de Falun Gong, el blanco es la mente o el ser espiritual del grupo que el régimen comunista chino quiere destruir”, agregó.

Dijo que en China, la popularidad y el crecimiento exponencial de Falun Gong a mediados de los años 90, fue vista como un desafío moral y cultural para el PCCh, cuya base es marxista y su ideología es estilo Lenin. Con el número de practicantes de Falun Gong superando a los miembros del PCCh, Jiang Zemin, exlíder del PCCh, ordenó la erradicación exhaustiva de Falun Gong.

Cuando el intento inicial de neutralizar al grupo fracasó debido a su resiliencia, el PCCh pasó a "una fase extendida a través de la retractación forzada y la destrucción física".

Advirtió: “Para aquellos que son sujetos a la sustracción forzada de órganos o torturados hasta la muerte, es una destrucción corporal. Para quienes firmaron la promesa, es la muerte espiritual y social. Claudia Card describió la muerte social, como una pérdida de vitalidad social que es la pérdida de la identidad y en consecuencia del significado de la propia existencia”.

“Los esfuerzos sistemáticos de la propaganda que el PCCh ha usado para demonizar y deshumanizar a Falun Gong, ha sometido a las víctimas al odio y al aislamiento de sus familias, vecinos, amigos de confianza y colegas. La muerte social y la muerte espiritual, a diferencia de la masacre física, son silenciosas y sin sangre, pero logran un efecto similar y profundo en la búsqueda de la erradicación. Son fundamentales para comprender la maldad del genocidio”.

Explicó que la incesante propaganda “asegura que la sociedad en general, ignore y rechace la existencia de este grupo, como un tumor o virus del que deberían deshacerse. El resultado de tal normalización es que haya una falta de atención por parte de la sociedad en China y en la comunidad internacional . Crea un entorno en el que un genocidio frío, un genocidio por desgaste, puede prosperar y mantenerse durante más de veinte años”.

Concluyó que: “un crimen de esta magnitud, con el alcance de genocidio, coloca a la humanidad en una posición crítica. No podemos simplemente discutirlo como un interés académico sin tomar acciones significativas”.

Presidente del CAP Libertad de Consciencia: El encubrimiento del crimen por parte del PCCh

Thierry Valle, presidente del CAP Libertad de Consciencia, compartió su experiencia directa, con ONG y expertos en derechos humanos de la ONU, que cedieron a la presión del PCCh e hicieron caso omiso al encubrimiento que realiza, del crimen de la sustracción de órganos.

Dijo que a lo largo de los años, durante las reuniones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, su ONG ha visto cómo el PCCh ha respondido a las ONG y a los expertos de la ONU en derechos humanos y cómo han tratado de influir en el Consejo de Derechos Humanos.

Según el Sr. Valle, “en 2017, durante la tercera ronda de La Revisión Periódica Universal sobre China, 150 países presentaron 346 recomendaciones y las ONG hicieron decenas de presentaciones para denunciar el trato a los miembros de Falun Gong y los campos de internamiento para los uigures"

Continuó: “Hemos asistido a más de 10 sesiones del Consejo de Derechos Humanos. Sesión tras sesión, el número de países y ONG que denuncian violaciones de derechos humanos en China, ha aumentado de forma espectacular. Pero la respuesta de China de no interferir en sus asuntos internos no ha cambiado”.

Añadió: “Otro método utilizado por China para socavar la credibilidad y la eficacia de las ONG, es hacer que la propaganda pro China sea realizada por ONG que ellos mismos han creado. Los miembros de estas ONG controladas por China, después son enviados a reuniones internacionales para emitir informes falsos y plantear cuestiones irrelevantes con el fin de distraer al público del triste historial de los derechos humanos, de los que están en el poder."

Según él, estas ONG gubernamentales (GONGO) presentaron la agenda estatal del PCCh pretendiendo no ser partidistas. Mientras tanto, sus acciones también impidieron que la voz real de la gente fuera escuchada en la comunidad internacional. Él se dio cuenta de que a lo largo de los años, el número de estas GONGO ha aumentado de forma constante.

El Sr. Valle lamentó que: “Hoy, podemos ver que los estados democráticos y los organismos internacionales parecen querer actuar, pero por el momento, estas buenas intenciones no van seguidas de actos unificados contra China ".

Él enfatizó que la sustracción de órganos vivos por parte del PCCh a practicantes de Falun Gong y uigures, es una grave violación de los valores éticos universales y los principios morales de la vida humana y la dignidad. Insta al PCCh, como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, a respetar la Declaración Universal de Derechos Humanos, así como las demás convenciones que ha firmado.

Investigadora Argentina: El papel de la sociedad civil es fundamental para detener las atrocidades

Antonella Marty, Directora Asociada del Centro Atlas Network para América Latina en Argentina, señaló que el PCCh ha comenzado su historia de asesinatos, desde el Gran Salto Adelante y la Revolución Cultural. La matanza ha continuado hasta el día de hoy, y sus últimas víctimas son practicantes de Falun Gong.

La Sra. Marty señaló que todas las formas de comunismo ensayadas a lo largo de la historia "han sido dañinas... y que nunca han dado un buen resultado, porque van en contra de la naturaleza del ser humano".

Destacó que “Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una antigua disciplina china de la Escuela Buda para cultivar y refinar el cuerpo, la mente y el espíritu. Se basa en tres principios: Verdad, Benevolencia y Tolerancia, cosas que el comunismo ha rechazado y perseguido a lo largo de su historia”.

Al perseguir a los practicantes, el PCCh ha utilizado los métodos de tortura más atroces, incluido el lavado de cerebro, trabajo forzado, tortura física, golpes, descargas eléctricas, violación e inanición, así como la sustracción forzada de órganos.

“Millones de practicantes de Falun Dafa en esa nación están siendo asesinados por un partido político, por un sistema comunista, el mismo que extrae y vende sus órganos. Una córnea se vende por $ 30,000, un pulmón por $ 150,000, un corazón por $ 130,000, un hígado por $ 100,000 y un riñón por $ 60,000. Es una práctica abominable”, dijo.

Ella cree que cada individuo y cada sociedad civilizada juegan un papel importante para “defender la libertad de un país que está atormentado por un régimen sanguinario, que miente al mundo entero. En las organizaciones de la sociedad civil, grupos de reflexión, fundaciones, medios de comunicación, clubes de reuniones, incluso en reuniones familiares, con amigos, en todos los espacios donde podamos, debemos llevar el mensaje del sufrimiento que se está soportando en China y en decenas de países de todo el mundo, que todavía se están aferran a la vida en las garras del comunismo".

Una pariente de un sobreviviente del Holocausto: Mi responsabilidad de detener la sustracción forzada de órganos

Larisa Vilsker es una ingeniera civil jubilada y defensora de los derechos humanos en Israel. Su padre fue un sobreviviente del Holocausto. Cuando los nazis entraron en Polonia, casi todos los miembros de la numerosa familia de su padre fueron encarcelados en el gueto de Varsovia, y la mayoría murió, incluidos niños pequeños. Cuando era niña, Vilsker escuchó historias horribles de tortura y experimentos con prisioneros en campos de concentración.

“Para mí, que nací en la posguerra, parecía que esto había quedado en el pasado y nunca más volvería a suceder”. Cuando se enteró de "campos de concentración similares en China, donde las personas son ilegalmente arrestadas, encarceladas, torturadas [y] cuyos órganos vitales son extraídos por la fuerza", decidió que era "mi deber inmediato, pedir a toda la comunidad mundial que detenga esta amenaza para la humanidad entera."

Admitió: “Para muchos países, China es un socio económico redituable; muchos países han caído bajo su dependencia económica”. Pero en lugar de hacer caso omiso de las cosas monstruosas que suceden en China, por el bien de los negocios y la ganancia política, ella llama a la comunidad internacional a que preste atención a los abusos a los derechos humanos que ocurren allí.

“Todas las personas tenemos un hogar común: nuestro planeta, la Tierra. Y hoy se nos da la oportunidad de hacer una contribución viable al restaurar la justicia en nuestro planeta”, dijo.

Ex Miembro del Parlamento suizo: Tengan el Valor de Decir "NO"

Oskar Freysinger, ex miembro del Parlamento Suizo y autor de libros más vendidos, comentó: “El Partido Comunista Chino... no puede aceptar el enfoque místico de Falun Gong. Como no tiene control sobre nada más allá de la materia, caza sin piedad cualquier cosa que pueda trascender la materia y así escapar a su control”.

“Es por eso que el sistema está tan decidido a deshumanizar a los llamados 'desviados' y 'plagas' que se atreven a decirle que no. ... Aún peor, el PCCh tomará los órganos de estas personas "malvadas" en beneficio de camaradas "útiles", "dóciles" y, por lo tanto, "merecedores". Declarará transformar el mal en bien mediante una bárbara cosecha de órganos individuales en beneficio del cuerpo social.

Exhortó al público en general a no permanecer callados por cobardía o por interés propio. Dijo que los intelectuales siempre han sido la última línea de defensa de los derechos humanos y de la dignidad humana frente a la barbarie. Son como “la conciencia de un pueblo o una nación. Deben tener el valor, a través de sus acciones y palabras, de denunciar cualquier atentado a la integridad física y moral de sus semejantes. Deben saber decir NO”.

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