(Minghui.org) Cuando comencé a practicar Falun Dafa en 1998, mi familia me apoyó mucho. Mi esposo incluso leyó Zhuan Falun una vez y se dio cuenta de que era un libro que enseñaba a la gente a ser buena.

Invitaba a muchos practicantes a mi casa para ver juntos los vídeos de las conferencias del Maestro Li (fundador de Dafa). Sin decirme nada, mi esposo compró un altavoz grande para conectarlo a la televisión para que todos pudieran escuchar al Maestro con claridad.

Sin embargo, después de que el régimen de Jiang comenzó la persecución de Falun Dafa el 20 de julio de 1999, mi esposo me pidió que dejara de practicar. Él es un funcionario de la administración del partido comunista chino (PCCh) y esa situación se convirtió en un conflicto de intereses para él.

“Sé que Dafa enseña a la gente a ser buena, pero ahora el régimen no te permite practicar así que es inevitable. No puedes luchar contra el régimen”, dijo.

Mi respuesta fue que la cultivación era mi vida; por eso, para mí era imposible dejar la cultivación. Vio que estaba tan decidida a seguir adelante que no volvió a tratar de detenerme.

Múltiples detenciones y aumento de la tensión

En el año 2000 fui arrestada ilegalmente durante un mes. Desde entonces, mi esposo comenzó a discutir conmigo e incluso pidió a mi familia que me convencieran de que no practicara Dafa. Al final todos se rindieron cuando me negué a ceder.

En 2008, fui arrestada ilegalmente de nuevo. Después de eso, fui obligada a abandonar mi casa para evitar más arrestos. Durante esa época, mi esposo estaba bajo una gran presión, en su trabajo le obligaron a cortar los lazos conmigo o de lo contrario sería castigado.

Volví a casa después de dos años y descubrí que su actitud había cambiado de nuevo, tomó varias medidas para impedir que saliera de casa. No permitió que otros practicantes vinieran a nuestra casa. Durante esa época desarrollé apego al miedo, por lo que durante unos dos años solo estudiaba el Fa y hacía los ejercicios en casa.

Tomando partido

Sabía que esa situación no era la que el Maestro quería, pero no podía superarlo. Los practicantes me animaron a no arruinar mi progreso en la cultivación. Así que, me decidí a romper con estas restricciones familiares.

Primero miré hacia dentro y le dije a mi esposo con un corazón sincero, que me había dado cuenta de que no me había preocupado lo suficiente de él y de la familia. A menudo estaba fuera y no había tenido en consideración cómo se sentirían. Durante los dos años que estuve fuera, mi esposo tuvo que ocuparse de todo en casa, además de aguantar la presión en su puesto de trabajo. Realmente fue una época difícil para él.

“A partir de ahora cuidaré mejor de nuestra familia”, dije. “Pero debes dejarme tener contacto con los practicantes, como sabes, es mi elección el cultivarme. No importa lo difícil que sea el camino, no me rendiré”.

Traté de mostrarle que mis pensamientos eran inquebrantables.

Desde entonces, me he cultivado constantemente. Me ocupo de mi esposo y de los niños para que se sientan como en casa. Después de que mi esposo vio mi cambio, permitió que vinieran otros practicantes y pude hacer materiales de aclaración en casa sin evitarlo a él.

Mientras tanto, tomé algunas medidas de seguridad para que estuviera tranquilo. Poco a poco, finalmente rompí las restricciones familiares.

Durante este proceso, aprendí a mirar hacia dentro a cultivarme y a dar tranquilidad a los miembros de mi familia para que me apoyen en las tres cosas.

Historias de otros practicantes

Gracias a algunos artículos compartidos de Minghui, me he dado cuenta de que muchos practicantes han sufrido mucho debido a que no fueron capaces de superar su entorno doméstico, algunos practicantes de nuestra área han tenido el mismo problema.

Por ejemplo, Ming (alias) era el coordinador de un sitio de práctica antes de que comenzara la persecución el 20 de julio de 1999. Era muy diligente en la cultivación, su esposa lo apoyaba totalmente ya que el entorno era relajado.

Pero después de que comenzó la persecución, él dejó la práctica debido a la presión de su familia y de la policía. Más tarde, después de contactar con los practicantes entendió de la seriedad y de la urgencia de la cultivación y volvió a cultivarse en Dafa.

Para compensar la pérdida, optó rápidamente por divorciarse, a pesar de que tanto ella como su hijo se opusieron. Sus padres y hermanos tampoco entendieron su decisión.

Ming fue arrestado más tarde. Algunos practicantes fueron a visitar a su madre dos veces, pero fueron expulsados por su hermana.

Fue ilegalmente condenado a un año de cárcel. Después de ser puesto en libertad, escribió una declaración solemne y su hijo le quitó el sueldo de la jubilación. Ahora, rara vez tiene contacto con los practicantes.

Espero sinceramente que pueda cultivarse diligentemente, mirar hacia dentro, romper las ataduras familiares y hacer las tres cosas bien.

En otro ejemplo, el esposo de Ling (alias) la quería mucho. Al principio, la apoyaba en la práctica, pero después de que Ling fue detenida en el 2008 cambió de opinión.

Derramó lágrimas por ella y dijo: “No la puedo dejar sufrir en la cárcel, estoy dispuesto a gastar dinero y a usar mis contactos para sacarla”.

Más tarde, Ling escribió una declaración de garantía renunciando a la cultivación debido a la presión familiar. Fue puesta en libertad condicional.

Cuando volvió a su casa, su esposo dejó de trabajar y la seguía todos los días. Solo podía hacer los ejercicios en casa y no podía guardar materiales de Dafa en casa. Esta situación duró varios años, solo podía reunirse con practicantes y hacer las tres cosas cuando iba a cuidar de su madre.

Una vez cuando estaba reunida con dos practicantes en casa de su madre, su esposo apareció de repente. Ling se asustó tanto que les pidió a los dos practicantes que se escondieran y solo los dejó salir cuando su marido se fue.

Viendo esto, los practicantes le sugirieron que hablaran con su esposo para resolver la situación y para cultivar Dafa con dignidad.

“No es necesario”, respondió: “Solo se preocupa por mí y no me ha impedido hacer las tres cosas. ¿Por qué debo explicarle tantos detalles? Él dijo que nos denunciaría a la policía si nos veía reunidos”.

En 2019, la casa de Ling fue registrada por varios policías debido a su condición. No encontraron nada y se fueron. Nos lo explicó más tarde y enviamos pensamientos rectos para desintegrar la persecución.

No obstante, desde entonces dejamos de tener noticias de ella. Todos pensamos que quizás su marido la vigilaba de cerca y no pensamos más en ello. Unos meses más tarde, aún no teníamos noticias. Comenzamos a creer que las cosas no eran tan simples como creíamos.

Un practicante trató de visitar a Ling, pero no pudo hacerlo ya que instalaron un sistema de reconocimiento facial en su comunidad. Un rato después, fuimos a casa de su madre y nos encontramos con su esposo. Se mostró reacio a explicarnos que había sido condenada ilegalmente a tres años de cárcel. Cuando le pedimos más detalles, nos enteramos de que el arresto de Ling era una orden del secretario del comité político y jurídico, que debía ejecutarse independientemente de si las autoridades encontraban alguna prueba comprometedora.

Mediante los dos ejemplos anteriores, me di cuenta de que es parte de nuestra cultivación manejar bien nuestras relaciones familiares y arreglar estas limitaciones familiares. Ni el divorcio bajo presión de Ming, ni la huida y la actitud de Ling fueron actos rectos, estos resultaron en pérdidas para ellos y para sus familias.

Lo que cultivamos es DAFA que está en la raíz de toda la creación y lo que transitamos es el camino para retornar a nuestro verdadero origen. No está mal ser buenas personas y cultivarnos, entonces ¿por qué debemos cumplir con esos requisitos que nos impiden hacer lo correcto?

Muchos de nuestros familiares saben que Dafa es bueno, pero aun así tratan de evitar que practiquemos porque tienen miedo de perder a su familia. Es un sentimiento que todos podemos entender.

Pero solo la cultivación puede darnos tanto su comprensión como nuestra libertad. Debemos ampliar nuestras propias capacidades y utilizar nuestro entorno familiar para cultivar la benevolencia y la tolerancia. A través de nuestros actos también debemos mostrar a nuestras familias que la benevolencia y la dignidad coexisten.

La cultivación consiste en cultivar nuestros corazones. El Maestro también mira a nuestros corazones. Tan pronto como seamos firmes en nuestros corazones nuestro entorno cambiará.

Por favor, indiquen cualquier cosa inapropiada.