(Minghui.org) Los practicantes de Falun Dafa en Berlín llevaron a cabo un evento en la Puerta de Brandenburgo del 29 al 30 de agosto de 2020, para hablarle a la gente sobre Falun Dafa y cómo, esta práctica para la mejora de mente y cuerpo, viene siendo perseguida por el partido comunista chino (PCCh) desde julio de 1999.

Los practicantes en Berlín realizaron un evento en la Puerta de Brandenburgo

Conmovidos por los ejercicios pacíficos y suaves de los practicantes, muchas personas se sorprendieron al conocer que la práctica está siendo salvajemente perseguida en China. Una mujer de unos 70 años, que acababa de llegar de un pequeño pueblo del sur de Alemania, visitaba Berlín por primera vez. Después de leer las pancartas con información que ilustraban los métodos de tortura a los que son sometidos los practicantes que se niegan a abandonar su creencia en China –entre los que se incluye la sustracción forzada de órganos– lloró y dijo: "¿Cómo diablos pueden suceder este tipo de cosas?".

Rápidamente, firmó una petición pidiendo que se pusiera fin a la persecución.

"Una batalla entre el bien y el mal"

Sybille dijo que había oído hablar de las violaciones de derechos humanos en China. "Todo el mundo debería firmar la petición para condenar la brutalidad del PCCh", señaló.

El daño no se limita al pueblo chino. La evidencia sugiere que el PCCh encubrió el brote de coronavirus y, por lo tanto, dañó al mundo entero. "Lamentablemente, muchos funcionarios europeos han sido influenciados por el comunismo, tanto ideológica como políticamente", dijo Sybille.

Dado que el ministro de relaciones exteriores de China tenía previsto visitar Alemania pronto, Sybille espera que el gobierno alemán le plantee el problema y pida al PCCh que pague las pérdidas que Alemania ha sufrido durante la pandemia. "Después de todo, esta es una batalla entre el bien y el mal, ¡y no podemos ceder en absoluto! Tenemos que reclamar y proteger nuestros derechos e instar al PCCh a obedecer la convención de derechos humanos", aseveró.

Silke también dijo que anteriormente leyó algunas entrevistas y estaba al tanto de la represión que sufren distintas creencias por parte del PCCh, incluida Falun Dafa. "Lo que he visto y leído aquí es tan impactante que se me pone la piel de gallina. Es tan horrible que está más allá de la imaginación, y la gente es torturada como animales", manifestó. "Espero que mi firma pueda ayudar a poner fin a esta tragedia. También espero que los medios de comunicación en Alemania publiquen artículos sobre este asunto tan relevante, ya que mucha gente todavía no sabe nada al respecto".

Una joven madre se acercó con su hijo y firmó la petición. Al crecer en Alemania Oriental, explicó que conocía muy bien cómo el partido comunista miente a la gente. Dijo que el mundo necesita pedir cuentas al PCCh por la pandemia. "Los funcionarios del PCCh supieron desde el principio que la transmisión de persona a persona ya había ocurrido, pero decidieron engañar al mundo entero. No podemos permitir que continúen tales tragedias".

Los transeúntes firman una petición para pedir el fin de las atrocidades en China

La sustracción forzada de órganos no puede ignorarse

Anja llegó de Wiesbaden, una ciudad del oeste de Alemania a seis horas de Berlín. Dijo que firmó la petición para apoyar los esfuerzos de los practicantes y defender su dignidad y libertad. "No puedo imaginar que los órganos humanos puedan ser robados y vendidos con fines de lucro. Es demasiado repugnante y no puedo pensar en palabras para describirlo, debemos detener esto", denunció.

Explicó que esto enfatizaba cuánto está sufriendo el pueblo chino bajo el gobierno del PCCh. Con vigilancia y censura en todas partes, las personas podrían perder sus trabajos o incluso todo instantáneamente solo por tener pensamientos independientes. Como resultado, pocas son las personas que se preocupan por el bienestar de los demás. "Creo que los esfuerzos conjuntos de la sociedad occidental podrían cambiar a China. Llegará el día en que la gente se despertará, se producirán cambios reales y el pueblo chino recuperará su libertad", añadió.

María es de Austria y se acercó al estand con su amiga Selina. María dijo que los problemas de derechos humanos no se pueden ignorar. Los practicantes de Falun Dafa son buenas personas y nadie debería dañarlos. Selina estuvo de acuerdo y agregó que espera que más personas den un paso al frente y critiquen la persecución en China. "Me enteré de la sustracción de órganos el año pasado y he visto varios documentales sobre esta", continuó diciendo, "todos los países, incluida Alemania, deben condenar estos crímenes".

No podemos permitir que la persecución continúe

Tres mujeres dijeron que habían leído anteriormente sobre la persecución en China y querían conocerla en detalle. Conversaron con un practicante, quien les explicó cómo el PCCh usa la violencia, la mentira y la tortura contra el pueblo chino durante sus numerosos movimientos políticos. Señaló que ahora el mundo entero está sufriendo porque el PCCh encubrió el brote de coronavirus. "El PCCh le ha estado mintiendo al mundo", dijo.

Cuando escucharon que la practicante no puede visitar China desde hace más de 20 años debido a su creencia espiritual, las mujeres dijeron sentirse tristes. "Quiero llorar, porque la persecución es muy dura", afirmó una. "No encuentro las palabras adecuadas para expresar mi tristeza".

Stefan y Anna son de Sajonia, una ciudad del este de Alemania. Stefan sufría de una enfermedad del sistema nervioso y los médicos dijeron que era incurable. Mientras aprendía los dos primeros conjuntos de movimientos, dijo que se sentía muy relajado y podía sentir la energía circulando dentro de su cuerpo. Anna dijo que también se sentía llena de energía. Ambos tomaron información sobre Falun Dafa antes de irse.

Marie dijo que había oído hablar de Falun Dafa antes, pero que tenía curiosidad por saber más, especialmente acerca de la persecución en China. Atraída por el ambiente sereno de los ejercicios del grupo de practicantes volvió a acercarse al siguiente día, el 30 de agosto.

Al escuchar hablar sobre la sustracción forzada de órganos por primera vez, sintió que aquello estaba terriblemente mal y dijo: "Hay algunas cosas malas en este mundo que tienen como objetivo destruirnos y no podemos permitir que eso suceda. Aquello que das, se te devuelve. La gente obtiene una retribución por las cosas malas que hace".