(Minghui.org) La policía del distrito de Pudongxin, Shanghái, ha estado recogiendo muestras de sangre y datos biométricos de los practicantes de Falun Gong durante las últimas semanas.

Un oficial reveló que recibieron la orden de instancias superiores, hace unos dos meses. Algunos practicantes se vieron obligados a presentarse a la policía después de ser presionados por sus familias. En el caso de los practicantes que se negaron a presentarse en las estaciones de policía locales, los oficiales fueron a sus casas o los llevaron a las estaciones de policía para tomarles muestras de sangre y otros datos.

Minghui.org confirmó que al menos diez practicantes fueron sometidos a una extracción de sangre. Además de tomarles fotos y huellas tanto dactilares como de las palmas de sus manos, la policía grabó sus voces, registró su escritura y sus estaturas.

Mientras tomaba muestras de sangre de la Sra. Shen Fang, de 70 años, el 2 de agosto de 2020, un oficial dijo que se trataba de una "política nacional", y otro también dijo: "¡No vamos a cumplir la ley, vamos a eliminarlos a todos!".

Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una milenaria disciplina espiritual y de meditación. Ha sido perseguida por el régimen comunista chino desde 1999. Además de las incesantes torturas y las largas condenas de prisión, muchos practicantes han sido asesinados por las autoridades por sus órganos, para alimentar la lucrativa industria de los trasplantes en China.

Algunos sospechan que la reciente recopilación de datos biométricos y muestras de sangre de los practicantes sirve para que las autoridades establezcan una base de datos masiva de ADN y de compatibilidad de órganos, así como para fortalecer la vigilancia de los practicantes a través de la extensa red de vigilancia en China.

A continuación se presenta un relato proporcionado por la Sra. Wang Zhiliang, de 72 años, a la que le extrajeron sangre el 7 de agosto de 2020.

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Una mujer que decía ser miembro del personal del comité residencial llamó a la puerta de la Sra. Wang alrededor de las 10:00 a. m. el 7 de agosto. Primero preguntó si la Sra. Wang necesitaba realizarse un examen médico. Después de que la Sra. Wang dijera que no, exigió ver el registro de la casa de la Sra. Wang porque estaban haciendo un censo.

La Sra. Wang abrió la puerta para dejar entrar a la mujer, pero cuatro oficiales masculinos se apresuraron a entrar. Su hija se aterrorizó y se encerró en su habitación.

Sin mostrar ni documentación ni identificaciones policiales, los agentes tomaron a la Sra. Wang de los brazos y la subieron a un coche de policía.

El oficial Gu Xujun intentó tomar la foto de la Sra. Wang con su teléfono móvil mientras estaba en el coche de policía. La Sra. Wang se cubrió la cara por lo que Gu guardó su celular.

Al llegar a la comisaría de Gaoxing, la Sra. Wang fue llevada a una sala de interrogatorios. Un oficial le pidió su dirección y su número de teléfono. La Sra. Wang no respondió. Luego le tomaron fotos a la fuerza, tanto de frente como de perfil. Los oficiales también registraron su altura, peso, talla de zapatos, huellas dactilares y de las palmas de las manos, antes de tomarle una muestra de sangre.

Este incidente dejó traumatizados a la Sra. Wang y a su familia. Los vecinos que vieron cómo la policía se la llevaba también se asustaron. Le dieron la espalda y evitaron hablarle cuando la llevaban por el pasillo del edificio.

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