(Minghui.org) Me di cuenta, a partir de unos pequeños incidentes que ocurrieron cierto día, que desde el punto de vista de la cultivación, debería ver las incomodidades como algo bueno.

El Maestro dijo:

"Cuando dije que la gente no podría aceptarlo si hablan a un nivel demasiado alto, me refería a las cosas de la cultivación, porque los principios de la cultivación son opuestos a los de los seres humanos. Mientras que la gente siente que vivir una vida cómoda es algo bueno, los cultivadores creen que, para mejorarse a sí mismos, lo opuesto es algo bueno. ¿No es este un ejemplo de un principio recto existiendo junto con uno invertido? (Exponiendo el Fa en San Francisco, 2005)".

El Maestro también señaló:

"Todos saben que después de alcanzar ese nivel de luohan, al encontrarse con cualquier suceso no se lo guarda en el corazón, no se guarda, en absoluto, ningún asunto de la gente común en el corazón, se está siempre alegre y sonriente, y por mas que se salga perdiendo ampliamente, igual se está alegre y sin darle importancia. Si realmente puedes lograr esto, ya habrás alcanzado el grado elemental de la Posición de Fruto de luohan" (Novena Lección, Zhuan Falun).

Me di cuenta de que si realmente veo las incomodidades como algo positivo, entonces debería alcanzar un estado en el que, sin importar lo que pase, siempre sonreiría y estaría de buen humor. Me decidí a hacerlo desde el fondo de mi corazón.

Trabajando desde casa, debido a la pandemia, mis pruebas en la cultivación procedían principalmente de cosas triviales que me sucedían con mis familiares.

Por ejemplo, para ahorrar tiempo del descanso del almuerzo compré comida preparada, lo cual pensé que sería muy conveniente. Sin embargo, mi esposa se la comió sin darse cuenta de mi plan. Inmediatamente me di cuenta de mi noción humana: "Esto trastocó mi plan así que ahora tendré que molestarme en hacer el almuerzo". Enseguida vi mi egoísmo. Me recordé que esto era algo bueno. Al mediodía, hice un tazón de fideos con tomate alegremente. Aunque no era un almuerzo igual de sabroso, quedé satisfecho.

Cuando vi los platos sucios en el fregadero, inmediatamente repetí en mi mente que esto también era algo bueno. Sentí que debía proporcionarle comodidades a mi familia y ayudarles a aliviar su carga. En el pasado, me encargaba de cocinar y normalmente dejaba la tarea de lavar los platos a mis familiares; que también pensaban que esa división del trabajo era justa. Sin embargo, ahora también era capaz de lavar, felizmente, los platos sucios sin quejarme.

Luego me encontré con un problema en el trabajo que requería que me conectara con mis compañeros de trabajo en los Estados Unidos para resolverlo. Mi reacción inmediata fue: "Otro problema". Empecé a impacientarme. Sin embargo, inmediatamente noté mi apego al miedo a los problemas. Entonces recordé que los problemas son algo bueno. ¿Cómo iba a mejorar si todo iba sobre ruedas? Me calmé y seguí los procedimientos. Resultó ser una tarea fácil. Lo que controla nuestro corazón y nos hace sentir incomodidad es el apego.

Luego me sobrevino un malestar físico. Empecé a sufrir secreción nasal, una especie de síntoma alérgico. Pensé: "He estado tratando de cultivarme muy duro. ¿Cómo es que ahora tengo molestias físicas?". Inmediatamente me di cuenta de mi noción de ver el malestar físico como algo malo. Me dije: "No pienses demasiado en ello. Todo sucede por una razón y todas estas son cosas buenas". Cuando corregí mi pensamiento, los síntomas de la alergia desaparecieron.

El Maestro apuntó:

"Ya que el dolor incomoda a la gente, eso hace que ellos intenten, consciente o inconscientemente, luchar contra el sufrimiento con la esperanza de tener una vida más placentera. Y así es que en la búsqueda de la felicidad la gente formará ideas sobre cómo evitarse el daño, cómo vivir bien, cómo triunfar en la sociedad y lograr la fama y el éxito, cómo obtener más cosas para sí mismos, cómo convertirse en alguien poderoso, etcétera. Por esta razón, mientras acumulan experiencias, la gente llega a formar nociones sobre la vida, y tales experiencias, a su vez, hacen que estas nociones se vuelvan tercas" (Cuanto más se acerca el final, más diligentes deben ser, Escrituras esenciales para mayor avance (III)).

Entiendo que como seres humanos, por naturaleza no estaríamos dispuestos a hacer frente a las tribulaciones. Sin embargo, como practicantes, deberíamos exigirnos con estándares más altos y trabajar duro para descubrir todas las nociones humanas que se formaron a lo largo de los años. Sin examinarme y sin cambiar estas nociones, no me habría dado cuenta de ellas en los pequeños incidentes cotidianos antes mencionados y, mucho menos, las habría eliminado.

Como verdaderos practicantes, desde el fondo de nuestro corazón, debemos esforzarnos en eliminar las nociones humanas y tratar la incomodidad como algo bueno. Solo de esta manera, seremos capaces de enfrentar las tribulaciones con una sonrisa y una buena presencia de ánimo.

Este es mi entendimiento personal. Por favor, señálenme cualquier cosa inapropiada.