(Minghui.org) El Honorable Irwin Cotler, P.C., O.C., O.Q., ex ministro de justicia y fiscal general de Canadá, fue entrevistado en relación con la reciente sentencia de ocho años dictada en Beijing contra la practicante canadiense de Falun Dafa (una disciplina milenaria espiritual de la escuela Buda, también conocida con Falun Gong) Sun Qian. Calificó el veredicto como un caso clásico de penalización de la inocencia y de asalto fundamental al propio estado de derecho de China, así como de violación fundamental de los tratados internacionales.

El Honorable Irwin Cotler, P.C., O.C., O.Q., ex ministro de justicia y fiscal general de Canadá (al frente)

Como asesor jurídico de Sun Qian, Cotler ha seguido el caso muy de cerca desde su detención en 2017. Se hizo cargo de su caso a petición de Sun y su familia y ha estado trabajando con su abogado en Beijing.

Penalización de la inocencia

Cotler le dijo al reportero: "Su caso es un caso clásico de penalización de la inocencia, de una mujer, en este caso, una practicante de Falun Gong. No por algo que haya hecho, sino por quien es, la portadora de los valores de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, que reflejan y representan los valores de la comunidad de Falun Gong”.

"Por eso fue arrestada arbitraria e ilegalmente. Por eso fue torturada durante la detención, incluyendo la tortura física y mental sostenida. Por eso se le privó del derecho a un abogado y a un juicio justo. Por eso sus abogados fueron acosados, intimidados y ellos mismos perseguidos. Y por eso sus libertades fundamentales, las libertades de conciencia y creencia, las libertades de expresión, asociación y reunión han sido penalizadas en este caso”.

"Esto para concluir sobre este punto, es un asalto fundamental al propio estado de derecho de China y una violación fundamental de los tratados internacionales en los que China es un Estado Parte. No es que estamos pidiendo que respeten la ley canadiense".

En febrero de 2017, más de 20 policías irrumpieron en la residencia de Sun en China y la arrestaron, y a otras cuatro personas con ella. Sun ha sido torturada y abusada varias veces. Inicialmente estuvo detenida durante ocho meses y se le negaron todos sus derechos. Fue esposada a una silla de acero, rociada con gas pimienta y sometida a sesiones de lavado de cerebro.

"Ahora adelantándonos en el tiempo, ese tipo de tortura sostenida en el aislamiento y sin saber también cuánto estaba siendo amenazada con que dañarían a su familia y a otros. Y no me sorprende que al final, la obligaran a hacer una confesión falsa, lo cual es otra violación de la ley china de la manera más cruel e inhumana. Y ella no habría sido la única en haber dado una falsa confesión, bajo condiciones de tortura".

Cotler dijo: "Ella se resistió valientemente a eso hasta que sospecho que ya no le fue posible bajo un tratamiento tan cruel, inhumano y tortuoso mental y físicamente, y un agudo lavado de cerebro por largo del tiempo...". Cotler continuó diciendo que si no hubieran usado el lavado de cerebro, las autoridades chinas no habrían podido obtener una confesión falsa de Sun, "Fue solo la tortura sostenida a lo largo del tiempo lo que fuerza una confesión falsa. Es por eso que en el 99% de estos casos, la persona es encontrada culpable. En efecto, es una sentencia y un castigo preordenado".

Al relatar el proceso de búsqueda de un abogado, Cotler dijo: "Antes ella tenía 11 abogados que seguían siendo acosados, intimidados y arrestados hasta que finalmente no pudo tener un abogado de su elección. Y así tuvo una especie de combinación concertada de un abogado que representaba al estado en lugar de a ella.

"Más de 11 abogados y que buscaban representarla, les doy todo el crédito por su valor. Fueron acosados, intimidados, algunos de ellos, arrestados, inhabilitados y así sucesivamente".

Sun sigue siendo una ciudadana canadiense

Aunque el partido comunista chino afirma que Sun renunció a su ciudadanía canadiense, Cotler sostiene que aún debe ser considerada ciudadana canadiense. "No hubo una renuncia de libre consentimiento a la ciudadanía. Era parte de una confesión falsa y coaccionada. El Gobierno de Canadá debería seguir considerándola ciudadana canadiense, debería pedir su liberación inmediata y que las autoridades chinas cesen y desistan de toda forma de tortura y abuso, y que las autoridades chinas, como dije, respeten su propia ley y los tratados internacionales de los que son Estado Parte. Por ejemplo, tanto China como Canadá son Estados Partes en la Convención Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos".

"China ha contraído y asumido esas obligaciones no solo con la comunidad internacional, sino también con los Estados miembros de esas convenciones. Es decir, con Canadá, y Canadá, por lo tanto, no solo tiene el derecho, sino también la obligación, en lo que respecta a su cumplimiento con respecto a esos tratados, de exhortar a China a que cese y desista de sus violaciones del tratado para dejarla en libertad, y a que ponga fin a la tortura, los abusos y la detención falsa e ilegal y el encarcelamiento injusto".

Distinguir entre las autoridades chinas y el pueblo chino

"Siempre distingo entre las autoridades chinas y los chinos que son blancos inocentes de persecución y enjuiciamiento, en particular, por ejemplo, Falun Gong...".

"Lo que me duele tanto es que el pueblo chino es el heredero de una gran civilización, de una gran civilización que yo y tantos otros hemos disfrutado. Lamentablemente, el actual régimen de China está traicionando los valores de su propia gran civilización y cultura, incluso de sus propios grandes principios de derecho al dar la vuelta al estado de derecho en todos los aspectos y al violar los mismos tratados internacionales que se ha comprometido a respetar".

Cotler pidió a las autoridades chinas que celebraran la gran cultura, los valores y la civilización que han heredado, que pusieran fin a todas estas detenciones y persecuciones y que se conviertan en un miembro responsable de la comunidad internacional.

Horribles acciones colectivas y represión masiva

Cotler dijo que el caso de Sun cayó en el patrón de la persecución a Falun Gong. Había referencias en algunos artículos de que esto estaba relacionado con el caso de Meng Wanzhou (la directora financiera de Huawei que está actualmente detenida en Canadá), y que esto era una represalia. Dijo: "Si bien el momento puede ser pertinente en cuanto al momento de la condena, no debemos ignorar los aspectos no relacionados de las 10 violaciones ilegales, la mayoría de las cuales identifiqué en su persecución y enjuiciamiento, que tienen todo que ver con el hecho de que es una practicante de Falun Gong en prisión por sus creencias, y nada en absoluto que ver con el caso de extradición de Meng Wanzhou".

"Estamos viendo horribles acciones colectivas y una represión masiva por parte de las autoridades chinas", subrayó Cotler. Dio ejemplos de la imposición de la legislación de seguridad nacional al pueblo de Hong Kong, que violaba el tratado entre Gran Bretaña y China, y del encarcelamiento de uigures en campos de concentración.

"Ahora somos una comunidad colectiva"

Cotler declaró que los parlamentarios de diferentes países del mundo se están reuniendo: "Formamos hace tres semanas la alianza interparlamentaria sobre China. Más de 15 parlamentos. Se está multiplicando, en realidad, a una comunidad de parlamentos y democracias que están exigiendo a China que respete estos valores, y si no, que se haga responsable de ello. Confiamos en que los gobiernos de esos parlamentos se unan, así como la comunidad libre e independiente de gobiernos de democracias que se unen a los parlamentarios, que se unen a las sociedades civiles de todo el mundo, que se unen a las valientes personas de China que están poniendo en juego no solo su sustento, sino también sus vidas para proteger esos valores".

"Los gobiernos han tenido miedo. Es porque China es una superpotencia económica. Es muy difícil para un país como Canadá enfrentarse a China solo. Es muy difícil para un país como Australia enfrentarse al gobierno chino solo... Pero si la comunidad de democracias y más allá se unen y dicen: 'Hasta acá. Ya es suficiente'. No solo esto potencia a cada uno de nosotros por separado. Ahora somos una comunidad colectiva. Y podemos colectivamente mudar a otro sitio nuestro abastecimiento. Y podemos alterar la cadena de suministro. Y podemos reformular nuestra relación comercial".

"Creo que entonces las cosas empezarán a cambiar. Tal vez sea el comienzo del movimiento hacia una adecuada normalización de las relaciones entre la comunidad internacional y China, entre la comunidad de democracias y China".