(Minghui.org) A pesar de que había practicado Falun Dafa durante muchos años, siempre luché para eliminar mi apego a la lujuria. Trabajé duro para rechazarlo y cuando enviaba pensamientos rectos añadía un pensamiento para eliminar mi apego. Me sentía frustrado y no podía entender por qué seguía teniendo estos pensamientos. Sabía que esta situación era peligrosa para mi cultivación y me generaba ansiedad.

El Maestro debió ver mi preocupación y señaló varios artículos de Minghui sobre la lujuria, los cuales leí. Uno de estos artículos citaba las palabras del Maestro.

“No soy una persona común, soy una persona que refina gong; ustedes no me traten de esta manera, yo cultivo Falun Dafa” (Sexta Lección, Zhuan Falun)

Comprendí que la lujuria no es parte de mi verdadero ser. Este es un punto clave, ya que siempre creí que la lujuria era una parte mía. En realidad es una entidad externa y malvada, mientras que mi verdadero ser es amable y puro.

Otro artículo hablaba de un practicante que tenía un fuerte apego a la lujuria y creía que era parte de él. Una noche soñó que había una serpiente junto a él. Lanzó la serpiente lejos y después de eso no tuvo más pensamientos lujuriosos. Comprendió que la serpiente estaba controlando sus pensamientos.

Profundizando en mi propio entendimiento

Me di cuenta que cuando aparecían pensamientos negativos, no bastaba con rechazarlos sino que tenía que usar el infinito poder del Fa para destruirlos. Por lo que a menudo repito las palabras del Maestro y he empezado a entenderlas en un nivel profundo.

“No soy una persona común, soy una persona que refina gong; ustedes no me traten de esta manera, yo cultivo Falun Dafa” (Sexta Lección, Zhuan Falun)

No soy una persona común, ¿Quién soy? Soy un practicante, como dice claramente el Maestro.

Al llegar a este entendimiento, fui capaz de diferenciarme de una persona común. Viendo las sustancias lujuriosas desde un nivel superior, esas entidades malvadas estaban muy por debajo de mí. Después de recordarme esto se hizo fácil eliminar este apego.

Cuando el Maestro dice: “ustedes no me traten de esta manera...” Mi entendimiento es que si yo no lo quiero y no lo apruebo, entonces los demás no podrán obligarme. Esto significaba que tenía opción. Así que si yo, un practicante, no lo quiero, entonces los que interfieran conmigo irán en contra de los principios del Fa y serán eliminados.

La última frase de la cita del Maestro: “...yo cultivo Falun Dafa”, reafirma que esto era lo que había elegido ser.

El poder de Dafa

Cuando recito estas palabras con una firme voluntad, nada puede interferirme. Mis pensamientos rectos se fortalecen y el poder del Fa destruye automáticamente todas las sustancias dañinas.

Mi apego a la lujuria ha disminuido, y ahora tengo menos pensamientos inapropiados hacia el sexo opuesto.

Sin embargo, la sustancia de la lujuria puede ser astuta. A veces pasa por mi mente y luego desaparece o aparece de repente cuando estoy hablando con una mujer, pero desaparece antes de que pueda reconocerla.

A veces tengo la ilusión de que el Fa que estoy leyendo no tiene nada que ver con la eliminación la lujuria, así que tiendo a echarle un vistazo. Entonces los pensamientos lujuriosos me interfieren.

Independientemente de cómo se manifieste la lujuria, tan pronto como me mantengo recitando algún fragmento del Fa, mis otros campos dimensionales son purificados. Este es el poder del Fa que me purifica y me permite asimilarme al Fa.

La otra noche soñé que estaba rodeado de peces muertos. Sentí que simbolizaban el destino de mis pensamientos lujuriosos. Ahora me siento más tranquilo.