(Minghui.org) La pandemia de coronavirus ha puesto de relieve las estrategias del partido comunista chino (PCCh) para beneficiarse a expensas del patrimonio de otras naciones. Después de encubrir y restar importancia a la aparición del virus, el PCCh explota ahora la dependencia de los países occidentales hacia China en los suministros médicos, según un informe de Médicos Contra la Sustracción Forzada de Órganos (DAFOH por sus siglas en inglés) publicado el 5 de mayo de 2020, titulado "Desenmascarando la pandemia del COVID-19".
El informe de 41 páginas, disponible para su descarga en el sitio web de DAFOH, revisa las tácticas del PCCh durante el brote de coronavirus, incluyendo el retraso de la información, el silenciamiento de los denunciantes, incluidos los profesionales médicos, y ahora participando en la "diplomacia de las mascarillas". Por ejemplo, el PCCh obligó al gobierno italiano a recomprar los suministros médicos que Italia había donado originalmente a China en el momento más álgido del brote de coronavirus en Wuhan. El informe señala que el régimen utilizó métodos similares para encubrir sus crímenes en la sustracción forzada de órganos.
Tras la publicación de este informe, diversos foros y artículos ilustraron aún más la forma en que el PCCh ha movilizado plenamente su protocolo de engaño: actos, negación, ocultamiento, desinformación y especulación (ADHDP en inglés).
Beneficiándose del desastre que creó
El Reglamento Sanitario Internacional (RSI) de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (2005) exige a China que comunique de manera transparente información exacta sobre la salud pública. Pero el PCCh no advirtió a la comunidad internacional durante los meses de diciembre de 2019 y enero de 2020, cuando el novedoso coronavirus estalló en Wuhan. Incluso después de que otras naciones, como Italia y los Estados Unidos, informaran de muchas muertes, el régimen siguió informando falsamente sobre un número bajo de víctimas en China.
Después de acaparar los suministros médicos de otros países a la vez que se minimizaba públicamente la amenaza, el PCCh creó una escasez mundial de mascarillas. Al "elegir cómo y cuándo distribuir la ayuda, el gobierno chino ha abierto una brecha entre los países europeos siguiendo una trayectoria de dividir y conquistar, o "divide y vencerás", arruinando primero las asociaciones entre los países y apareciendo después como el salvador que entregó las mascarillas faciales a las regiones abrumadas", según el informe del DAFOH.
El PCC tiene ambiciones a largo plazo de expandir su poder a nivel mundial a través de planes estratégicos como la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI). En el caso del coronavirus, es el PCCh quien primero creó una "Ruta de la Seda de la Pandemia" y luego se presentó como un salvador para beneficiarse de la llamada "Ruta de la Seda de la Salud", tanto política como financieramente. Esto se llevó a cabo a través de la diplomacia del engaño con suministros médicos de mala calidad.
Violación del reglamento internacional y la ética médica
Durante el brote de SARS de 2002-2003, el PCCh encubrió la información y castigó a Jiang Yanyong, un cirujano militar, por crear conciencia de la enfermedad. Jiang fue reprendido y detenido durante 45 días en una prisión militar.
La OMS actualizó el Reglamento Sanitario Internacional (RSI) en 2005 para aplicarlo a "todos los acontecimientos [tanto oficiales como extraoficiales] que puedan constituir una emergencia de salud pública de interés internacional". Sin embargo, después de que el nuevo coronavirus estalló, el PCCh violó nuevamente las regulaciones al retener información y castigar a los médicos por revelar información.
"Los informes de manipulación sistemática y alteración de las cifras relacionadas con los brotes de virus o la negligencia médica no son situaciones nuevas para China", según el informe. "DAFOH ha observado patrones similares en la historia reciente: También se ha encontrado manipulación y encubrimiento sistemáticos de cifras en el sistema de trasplantes de China en el contexto de la sustracción forzada de órganos a practicantes de Falun Dafa y otros prisioneros de conciencia, reconocida como un crimen contra la humanidad y razón suficiente para desvincularse del gobierno chino".
Estos dos temas están conectados, dijo el secretario de DAFOH, Adnan Sharif, el 5 de mayo, citando informes recientes de que dos pacientes ancianos infectados con el virus en China habían recibido trasplantes de pulmón después de esperar solo tres días por órganos compatibles. "Lo que el PCCh realmente quería mostrar era la brillantez científica de ser el primer país en hacer trasplantes de pulmón en esta situación, pero lo que realmente hace [es] que plantea más preguntas sobre el origen de los órganos", dijo.
Conferencia en línea en Francia
Con la política nacional de permanencia en el hogar todavía en vigor, DAFOH de Francia celebró una conferencia en línea el 7 de mayo de 2020 para debatir el engaño del PCCh durante la pandemia de coronavirus, así como la ocultación de los hechos anteriores del régimen, como en la actual persecución a Falun Dafa. Participaron en el debate miembros del Parlamento, economistas, sociólogos y profesionales de la medicina.
Conferencia en línea celebrada por DAFOH en Francia el 7 de mayo de 2020
Arnold King, presidente de DAFOH Francia, dio una actualización sobre la situación actual de la sustracción forzada de órganos en China. Dijo que el origen de los órganos sigue sin estar claro y que probablemente se obtuvieron de practicantes de Falun Dafa, disidentes y otros prisioneros de conciencia. También dijo que el PCCh ha utilizado enfoques engañosos similares para ocultar los hechos durante el brote de SARS de 2003 y la actual pandemia de coronavirus.
Josiane Corneloup, miembro de la Asamblea Nacional Francesa, es una defensora de la ética médica. Hizo un llamamiento para que se adopten medidas para poner fin a la extracción forzada de órganos en China a practicantes de Falun Dafa y disidentes.
Dijo que tanto la pandemia de coronavirus como la sustracción forzada de órganos en China ponen de relieve la falta de transparencia, que es extremadamente crítica.
Christian Harbulot, director de la Economic Warfare School de París, dijo que China se había negado a aceptar las investigaciones de los expertos internacionales para evitar que la enfermedad se repitiera. En una entrevista con France 24 el 30 de marzo de 2020, dijo que cientos de empresas francesas habían comprendido ahora que depender demasiado de un país extranjero podía ser fatal, y que esa comprensión sería muy beneficiosa para el futuro: "Es un reflejo de supervivencia", explicó.
"Es la primera vez en la historia de la humanidad que un poder político amenaza el futuro de la humanidad", dijo Harbulot.
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