(Minghui.org) Mi hermana dirige un hotel en una zona turística en las montañas. El invierno es la temporada alta de turismo, especialmente alrededor del Año Nuevo Chino. Justo antes del Año Nuevo de este año, ella me pidió que la ayudara por unos días.

Dos días después del día de Año Nuevo Chino, el personal del departamento de administración local visitó cada hotel en busca de turistas de Wuhan. Así es como me enteré sobre la epidemia de coronavirus en la ciudad de Wuhan.

Me di cuenta de que la epidemia debía ser muy seria. Como practicante de Falun Dafa, mi misión es salvar a la gente, así que dejé la montaña a toda prisa y regresé a casa. Las atracciones turísticas cerraron el día de mi partida

Llegué a casa cuatro días después del Año Nuevo Chino. Un practicante local vino a mi casa para hablar de cómo debíamos salvar a las personas en esta situación cambiante. Busqué en el sitio web Minghui y me alegró ver algunos artículos sobre el tema.

Mi casa es un sitio de distribución de materiales para aclarar la verdad. Bajé dos artículos del sitio web Minghui y los imprimí como folletos. Salimos a distribuirlos, pero había poca gente en las calles y todos caminaban rápidamente, lo que dificultaba hablar con alguien. Así comencé a enviar pensamientos rectos para que nos ayudaran a distribuir los materiales y así salvar a las personas.

Distribuimos alrededor de 60 volantes el primer día. Había incluso menos personas en las calles al día siguiente. A medida que más personas se contagiaron con el virus, todos se aterrorizaron y se escondieron en sus casas.

Fuimos a un centro comercial y visitamos tiendas en las que nunca habíamos estado antes, y hablamos con el personal. Les aconsejamos que renunciaran al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas. Aunque el número de personas que renunció al PCCh fue menor de lo habitual, nos sentimos complacidos y alentados.

Trabajando juntos para salvar personas

A medida que la epidemia se intensificó y se extendió rápidamente por toda China, muchas ciudades y regiones fueron cerradas. Sabía que nuestra área sería la siguiente, así que tuvimos que actuar rápidamente. Nuestra comunidad residencial es muy grande y tiene muchas entradas; iba a tomar tiempo poner barricadas. Entonces, los practicantes locales decidimos usar este tiempo para salir y salvar a más personas.

Compartimos nuestros pensamientos y decidimos empezar poniendo carteles. Imprimí carteles con las palabras: "Para sobrevivir a la plaga: recuerda que ¡Falun Dafa es bueno! ¡Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno!". Preparé engrudo mezclando harina con agua y un poco de sal.

Trabajamos juntos en parejas, uno aplicando el engrudo y el otro colocando los carteles. Los pusimos en las calles, caminos, puertas de mercado, edificios residenciales e incluso fuimos a aldeas cercanas. Después de terminar de colocarlos, distribuimos volantes en las casas donde vive el personal médico y sus familias.

Dividimos las tareas para ahorrar tiempo. Cinco practicantes trabajamos en una zona y cada equipo cubría un edificio por día. La epidemia se extendió tan rápido que no teníamos suficientes materiales. Después de distribuir volantes en los edificios donde vivía el personal del hospital, salimos de prisa. Entonces, nuestra unidad residencial fue cerrada.

Cuando supimos que dos personas contagiadas de nuestro edificio fueron puestas en cuarentena, otro practicante y yo inmediatamente fuimos allí y distribuimos folletos. Luego enviamos pensamientos rectos durante media hora. Esa noche soñé que un grupo de personas venían a la casa del practicante, y cantaban y bailaban. Me di cuenta de que Shifu nos estaba alentando, diciéndonos que estas personas habían sido salvadas.

No pueden encerrar nuestros corazones para salvar a la gente

Nuestra comunidad residencial se cerró, entonces, ¿cómo podríamos salvar a las personas? Llamé a los practicantes y les pedí que recopilaran los números de teléfono de los líderes de la comunidad local y del personal. Enviamos estos números al sitio web Minghui para que los practicantes fuera de China pudieran llamarlos por teléfono.

Esta epidemia se produjo tan repentina e inesperadamente que cambió la forma en que generalmente salvamos a las personas. Tuvimos que adaptarnos y encontrar otras formas de llegar a ellos. Sobre cualquier otra cosa, no podíamos esperar.

Una vez que el cierre tuvo lugar, solo una persona por hogar podía salir durante dos horas para hacer compras. Mientras tuviéramos el corazón para salvarlos, Shifu nos enviaba personas cada vez que salíamos. Siempre pude conocer gente y ayudarlos a renunciar al PCCh.

Una mañana, mi vecino de abajo tenía un problema en su desagüe así que yo no podía usar mi baño. Les pregunté a los dos guardias en la puerta si podía usar el baño público a las afueras de la unidad. Cuando regresé, les di a los guardias un pequeño recuerdo con un mensaje positivo sobre Dafa. Ellos felizmente aceptaron. Cuando leyeron las palabras, sonrieron y uno de los guardias gritó: "Falun Dafa es bueno". También acordaron renunciar al PCCh y sus organizaciones afiliadas. ¡La gente que nos rodea realmente está esperando a que los salvemos!

Nuestra unidad habitacional es muy grande, tiene más de cincuenta edificios de apartamentos de gran altura. Muchos residentes son agricultores del campo, y solo viven aquí en invierno. Cuando la unidad fue cerrada por primera vez, pocas personas salieron ya que hacía mucho frío. A medida que el clima se calentaba y no había personas contagiadas en nuestra zona, muchas personas comenzaron a salir al anochecer.

Un practicante y yo decidimos aclarar la verdad personalmente a la gente que salía en las tardes. Al principio, el efecto no era muy bueno y solo podíamos hablar con pocas personas cada día.

Compartimos nuestros pensamientos y nos dimos cuenta de que una vez que se levantara el encierro, muchos de los agricultores regresarían al campo y perderían la oportunidad de ser salvados por nosotros. Nos enfocamos en estudiar el Fa y enviamos pensamientos rectos cada hora antes de salir por la noche. Cada vez más personas aceptaron nuestros consejos y renunciaron al PCCh.

El personal a cargo del encierro comunitario se va a cenar a las 5:00 p. m. cada día. Los practicantes locales usamos el tiempo de las 5:00 p. m. a las 6:00 p. m. para aclarar la verdad. Realmente siento que estos minutos son tan preciosos como el oro.

Esta epidemia no ha detenido a un practicante mayor que es muy diligente. No vive en nuestra unidad residencial, y aunque su zona también está cerrada, puede ingresar a nuestra comunidad y entregar listas de las personas a las que ayudó a retirarse del PCCh cada semana.

Atesorar la oportunidad de cultivarnos

Los practicantes locales y yo nunca hemos interrumpido nuestros esfuerzos para salvar personas. Shifu dijo:

“Ahora mismo cada minuto y cada segundo es crucial. Si pierden este período de tiempo, pierden todo. La historia no vendrá de nuevo. La historia del cosmos y de los Tres Reinos ha pasado por muchos, muchos años; ¿Y qué han estado esperando los seres conscientes? ¿Para qué están ellos aquí? ¡Exactamente para estos pocos años!” (Enseñando el Fa en la Conferencia de Atlanta 2003).

“Hay tantas multitudes de seres que están esperando la salvación, ¡¿se puede dejar de aclarar la verdad?! ¡Incluso los estoy ayudando a ustedes a hacerlo! Salvar a la gente común es vuestro asunto. Yo los salvo a ustedes, ustedes salvan a la gente común, ahora incluso yo los estoy ayudando a ustedes a hacerlo, y si tú no lo haces más, ¿eres un Dafa dizi?” (Fahui de Nueva York 2019).

Esta repentina pandemia realza el hecho de que el tiempo es extremadamente valioso. Mientras creamos en Shifu y en el Fa, y nos cultivemos sólidamente, podremos salvar a más personas.

La extensión de tiempo que Shifu nos ha dado a través de su tremendo sufrimiento es para que podamos salvar a las personas. Atesoremos nuestras oportunidades, cumplamos nuestras misiones y honremos nuestros votos sagrados.