(Minghui.org) Debido a que compartió información sobre su fe en Falun Dafa, una mujer de la ciudad de Kunming, en la provincia de Yunnan, fue condenada en dos ocasiones por un total de seis años y medio. La Sra. Luo Baixiu fue golpeada, alimentada a la fuerza, recluida en régimen de aislamiento y recibió alimentos mezclados con drogas desconocidas mientras cumplía su condena en prisión.

Falun Dafa, también conocido como Falun Gong, es una antigua disciplina espiritual y de meditación guiada por los principios universales de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Ha sido perseguida por el régimen comunista chino desde 1999 debido a su inmensa popularidad.

Iniciando Falun Dafa

Antes de que la Sra. Luo, de 52 años, comenzara a practicar Falun Dafa, tenía un hombro inmovilizado y no podía vestirse o incluso peinarse.

Un amigo le presentó Falun Dafa y su hombro inmovilizado se curó en tan solo una semana.

La Sra. Luo solía ser testaruda y a menudo tenía conflictos con sus suegros. Después de aprender Falun Dafa, ella vivía en base a los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, volviéndose más comprensiva y considerada. Reflexionaba sobre sí misma y ya no señalaba con el dedo. Se disculpó con sus suegros por las cosas que no había hecho bien en el pasado. Todos en la familia se llevaban bien.

El marido se divorció debido a la persecución

En junio de 2004, la Sra. Luo fue arrestada por negarse a renunciar a su creencia en Falun Dafa. La policía saqueó su casa y rompió sus muebles. Fue interrogada en la comisaría local y luego fue retenida en el centro de detención del condado de Tonghai durante 28 días.

Después de regresar a su casa, se enteró de que su marido había prometido impedirle que practicara Falun Dafa a cambio de su liberación bajo fianza. La policía también le ordenó a su marido que la vigilara en su casa.

Sin embargo, ella se negó a renunciar a su fe. Temiendo verse implicado en la persecución, su marido se divorció.

La Sra. Luo se mudó y alquiló un pequeño apartamento. Después de que las autoridades descubrieron su nueva dirección, continuaron acosándola periódicamente.

Condenada a tres años y alimentada con drogas desconocidas

El 7 de julio de 2007, fue arrestada de nuevo y sentenciada a 3 años. El 24 de octubre de 2007, fue llevada a la prisión de mujeres nro. 2 de la provincia de Yunnan.

En un intento por obligarla a renunciar a Falun Dafa, los guardias la obligaron a sentarse en un pequeño banquito durante 18 horas al día y a ver vídeos que calumniaban a su creencia. También le prohibieron que se duchara.

La Sra. Luo dijo que su comida siempre tenía un sabor amargo. Más tarde vio a un recluso sacar una pequeña botella de su bolsillo y espolvorear su comida con polvo. Sospechó que le ponían drogas tóxicas en la comida. Cuando se puso en huelga de hambre para protestar, los guardias la alimentaron por la fuerza. Tenía dificultad para respirar y casi se ahogó.

Los guardias usaron la excusa de comprobar su salud para sacarle sangre. De vez en cuando, la inyectaron con drogas desconocidas.

También fue confinada en solitario o le taparon la boca con cinta adhesiva cuando se negó a cooperar con los guardias.

Tercer arresto

El 3 de septiembre de 2015 fue arrestada por tercera vez por distribuir material informativo sobre Falun Dafa.

Mientras se encontraba retenida en el centro de detención de la ciudad de Kunming, los guardias se negaron a proporcionarle toallas menstruales. Debido a que ella hablaba con la gente sobre Falun Dafa, los guardias le metieron calcetines sucios en la boca y se la taparon con cinta adhesiva. También le ataron las manos, le pusieron grilletes en los pies y la mantuvieron en aislamiento durante 15 días.

La Sra. Luo se mantuvo en huelga de hambre durante un mes para protestar por la persecución y fue alimentada a la fuerza.

Segundo período en prisión

El 11 de abril de 2016 fue sentenciada a 3 años y medio y a una multa de 3.000 yuanes en el tribunal del condado de Xundian. El 23 de agosto de 2016 fue llevada a la prisión de mujeres N.° 2 de la provincia de Yunnan.

Los guardias no le permitieron comprar ningún artículo de uso diario, la privaron del sueño y la mantuvieron en aislamiento con las manos y los pies atados.

Cuando protestó por la persecución mediante una huelga de hambre, la alimentaron a la fuerza y le rociaron líquido picante en los ojos.

El 4 de marzo de 2019 fue liberada.

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