(Minghui.org) El Maestro nos dijo:
“No importa lo que sea, siendo Dafa dizi, quiero decirles a todos, ustedes tienen que saber de qué gran importancia es vuestra responsabilidad, esto no es para nada un juego de niños. Este asunto ya está en el final, yo estoy tan ansioso que no va más, pero ustedes no lo toman con importancia, pero al final incluso si lloras ya es muy tarde. Todo en el mundo humano estaba arreglado con un propósito, son tantas cosas para inducir los apegos humanos, para que no te dejen ser salvado, ¡¿si no te consideras un cultivador, también te irás con esto?! ¡Tú eres la esperanza de los seres conscientes, tú eres la esperanza de las vidas allí!” (Fahui de Nueva York 2016).
Nunca me he sentido afectado por el cierre de ciudades, pueblos y comunidades residenciales en medio del coronavirus, ya que soy plenamente consciente de que como discípulos de Dafa debemos ver a través de las falsas apariencias y no ser influenciados por ellas. Deberemos caminar nuestro camino arreglado por el Maestro y hacer bien las tres cosas que debemos hacer bajo todas las circunstancias.
Con este entendimiento, me siento alto y fuerte, con solo el Maestro y los seres conscientes en mi mente, nada puede impedirme cumplir con mi deber.
Una noche, en el momento que uní mis manos para enviar pensamientos rectos, sentí mi cuerpo flotar hacia arriba. Sabía que el Maestro me animaba a mantener un entendimiento recto de lo que debía hacer.
A partir del día de Año Nuevo Chino, comencé a llamar o a visitar mis parientes y amigos, y a explicarles cómo protegerse de la epidemia. Cada día, también salía cuando era posible para explicar a la gente sobre Dafa y distribuir folletos. La gente fue muy receptiva y algunos me agradecieron haberles explicado la manera de evitar el peligro.
Mi exvecina
La primera familia que visité fue a mi exvecina. Hablé con ella varias veces anteriormente, pero siempre rechazó renunciar al partido comunista chino (PCCh). Su único hermano falleció a los treinta años debido a una hemorragia cerebral el pasado mes de mayo, la tragedia le asestó un duro golpe.
Fui a hablar con ella de nuevo con un corazón puro y la animé a seguir adelante. Esta vez, aceptó renunciar al PCCh. También le pedí que recitara “Falun Dafa es bueno” y “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” desde el fondo de su corazón. Le dije que podría recibir bendiciones por ello.
“Gracias, a lo largo de los años siempre ha sido muy amable con nosotros”, respondió con gratitud.
Funcionarios jubilados del gobierno
Fui a un complejo residencial para funcionarios retirados a finales de febrero. Eran sobre las cuatro de la tarde, sorprendentemente no había vigilante en la entrada.
Vi una puerta de un apartamento abierta con cuatro personas jugando al mahjong en la sala de estar. La anfitriona me vio y cuando le dije que tenía algo que darle, me llevó a otra habitación. Se la veía muy feliz cuando le di un folleto titulado “Bendiciones del Cielo” y un amuleto de Falun Dafa.
Le sugerí que tratara de recitar sinceramente “Falun Dafa es bueno” y “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno”, esto le ayudaría a evitar el daño y el peligro. También le hablé, dije que algunas personas se habían recuperado del coronavirus después de recitar estas frases. Felizmente puso el amuleto en su bolsillo y me dio las gracias.
Después de hablar con ella, pensé: “¿Qué pasa con los que juegan al mahjong? ¿Debería darles folletos?”.
“Por supuesto que debía. Salvar vidas es lo más importante”, escuché la respuesta desde mi corazón.
Me acerqué a ellos y les dije educadamente: “Lamento molestarlos, necesito decirles algo importante”. Les hablé sobre Dafa y les di un folleto de “Bendiciones del Cielo” a cada uno. También les sugerí que recitaran las dos frases auspiciosas. Todos se pusieron en pie y lo aceptaron con alegría. No dejaban de decir “Gracias, muchas gracias”. La anfitriona me despidió en la puerta.
Un extrabajador del hospital
Mientras andaba, me encontré con una mujer bien vestida. “Hola, ¿Saliendo para tomar un poco de aire fresco?”, le saludé calurosamente. “Sí correcto, mis hijos no querían que saliera pero necesitaba tomar el aire fresco”, dijo.
“Solo les preocupa que te infectes con el virus”, dije.
“Si, es cierto”. También me dijo que solía trabajar en un hospital y que tenía que hacer algunas compras.
“Hay tan poca gente por las calles estos días. Debemos tener una relación predestinada para habernos visto. Déjame decirte algo para mantenerte a salvo del virus“, le dije con una sonrisa.
Me miró sorprendida. Saqué un sobre de mi bolso con las palabras “Espero que estés sano y salvo” en la parte delantera y “El secreto para evitar el coronavirus” en la parte posterior.
Ella lo tomó y me preguntó con una sonrisa: “¿Escribiste esta carta?”.
“Si”, le respondí.
“Durante años, hemos estado explicando a la gente que ‘Falun Dafa es bueno’, y animándolos a renunciar al PCCh con la esperanza de que la gente pueda mantenerse a salvo durante los desastres, como el del actual coronavirus. Realmente espero que tú y los miembros de tu familia se mantengan sanos y salvos”.
“Gracias, gracias por su amabilidad” seguía diciendo. Preguntó si tenía más cartas porqué quería dárselas a sus parientes.
“Estás haciendo algo de gran virtud”, le dije y le di las cuatro cartas que me quedaban.
Me dijo que hacía tiempo que había renunciado al PCCh. Me sentí muy feliz por ella.
Ciudadanos en mi ciudad natal
Escuché que mi ciudad estaba estrictamente cerrada, no se permitía entrar a la gente de fuera ni salir a los residentes.
“¿Y si no puedo salir? ¿Quién cuidará de mi marido?”, pensé.
Mi marido tuvo problemas de salud en el pasado y dependía de mi cuidado durante los últimos dieciocho años. También estaba preocupada por el tiempo frío y por el transporte. Entonces me di cuenta inmediatamente que estaba pensando mucho.
El Maestro nos dice:
“Lo importante para un cultivador son los pensamientos rectos. Cuando tienes fuertes pensamientos rectos, eres capaz de resistir cualquier cosa y hacer cualquier cosa. Eso es porque eres un cultivador: alguien que está en un camino divino y que no es controlado por los factores de la gente común o principios de bajo nivel” (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles).
Recordé los votos que hice de asistir al Maestro para salvar a los seres conscientes y decidí volver a mi ciudad. Preparé todo lo que mi marido necesitaba para ese día y me dirigí a mi ciudad natal con materiales informativos. Le pedí al Maestro que me diera fuerza y me mantuve pensando: “Seres conscientes, he venido a salvarlos. ¡Por favor despierten rápido!”.
Me pararon en un puesto de control a la entrada del pueblo. Un hombre salió y dijo: “Tenemos órdenes. Nadie de afuera puede entrar en el pueblo”.
“Esta es mi ciudad natal. Estoy muy preocupada por mi gente ya que el coronavirus se propaga rápidamente. Solo quiero asegurarme de que mis seres queridos están bien”. No dijo nada más y me dejó entrar.
Mientras estaba dentro, distribuí los materiales a todos los que conocí. También fui a las casas de la gente para repartir materiales. Vi a tres personas dentro de una pequeña tienda, así que entré y les di a cada uno de ellos un juego de materiales.
Justo cuando iba a seguir a una mujer con un niño que había salido antes de la tienda, ella volvió diciendo que necesitaba intercambiar algo. Le di un juego de materiales y le dije que solía vivir en el pueblo y regresé para decirle a la gente que recitara “Falun Dafa es bueno”. “Verdad-Benevolencia-Tolerancia es bueno” y para que renunciara al PCCh y a sus organizaciones. Me lo agradeció y me dijo que ya había renunciado al PCCh.
Resultó que, conocía a mi marido y me conoció a mí hacía 41 años: “¡Éramos muy jóvenes, pero ahora somos dos ancianas!”, bromeó. Estaba muy agradecida por los arreglos del Maestro y le expliqué más sobre Falun Dafa y la persecución antes de despedirnos.
El Maestro dijo:
“Estos asuntos son arreglados por el shifu, el shifu lo está haciendo; por eso se dice que la cultivación depende de uno y el gong depende del shifu. Tú mismo solo tienes este tipo de deseo y piensas de esta manera, pero ese asunto verdadero es hecho por el shifu” (Segunda Lección, Zhuan Falun).
Solo me quedaba un juego de materiales cuando vi una motocicleta estacionada al lado de la calle. Hablé con el dueño y le di el último juego.
Estaba casi oscuro cuando comencé la vuelta a casa. Cuando me acercaba al puesto de control, el hombre que vi antes desató la cuerda que servía de barrera para dejarme pasar. Ni siquiera tuve que bajarme de mi bicicleta. Agradecí al Maestro por todos los arreglos que hizo por mí.
Ahora sigo saliendo a hablar con la gente todos los días, incluso después de que mi comunidad residencial fue cerrada. Nadie me pidió nunca un pase o me preguntó por qué salía.
Sé que el Maestro está cuidando de mí y está a nuestro lado. Los cierres no pueden bloquearnos si tenemos un corazón puro para salvar seres conscientes.
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Categoría: Aclarando la verdad