(Minghui.org) Falun Dafa es una práctica espiritual cuyos practicantes siguen los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Desde que el PCCh comenzó a perseguir a Falun Dafa en julio de 1999, muchos practicantes fueron arrestados y detenidos.
Después de llegar a las instituciones de detención y a las prisiones, muchos practicantes fueron explotados como mano de obra gratuita, y tuvieron que trabajar de 12 a 19 horas todos los días. Los productos que elaboraban incluían escarbadientes, palillos chinos, caramelos, galletas y toallas femeninas. Algunos de los productos se exportaban al extranjero.
Aparte de las altas asignaciones de trabajo, los detenidos, entre 16 y 70 años, a menudo se veían privados de sueño y de las necesidades básicas. Muchos también se enfermaban debido a los entornos de trabajo antihigiénicos y tóxicos.
A continuación, se presenta una visión general de los diferentes productos hechos en varios campos de trabajo en China, y cómo los guardias persiguen a los practicantes de Falun Dafa por mantenerse firmes en su fe.
La primera parte expone las instalaciones en la provincia de Heilongjiang.
La segunda parte expone las instalaciones en la provincia de Liaoning y la provincia de Jilin.
La tercera parte abarca otras regiones.
Prisión de mujeres de Heilongjiang
Dos jóvenes menores de edad fueron condenadas por practicar Falun Dafa en 2003, y fueron obligadas a realizar largas horas de trabajo.
Xu Zi'ao, que entonces tenía 17 años y que todavía era estudiante de secundaria, fue juzgada en el tribunal del distrito de Daoli en la ciudad de Harbin en marzo de 2004. Fue condenada a una pena de tres años y transferida a la prisión de mujeres de Heilongjiang.
Sun Ruyan, que entonces tenía 16 años y era de la ciudad de Shuangyashan, se hospedaba en la casa de con otra practicante en abril de 2003, cuando la policía local irrumpió y las arrestó a ambas. Los agentes abofetearon Sun y la insultaron. Más tarde la condenaron a tres años y la trasladaron a la cárcel de mujeres de Heilongjiang.
La prisión de mujeres de Heilongjiang aumenta cada año la línea de producción de cada división y se triplicó entre 2008 y 2010. La prisión fabricaba productos que serían rentables, como hisopos de algodón, palitos de helado, empaquetar escarbadientes, lentejuelas para coser, sombreros y protectores para asientos de autos. También aceptó trabajos que incluían la recuperación de lino y el enhebrado de perlas.
La cárcel aceptó un lote de escarbadientes para empaquetar en julio y agosto de 2010. Debido a la prolongada escasez de agua, los presos no podían lavar sus tazones y tazas después del almuerzo, y mucho menos lavarse las manos después de usar el baño, antes de reanudar su trabajo con los palillos.
Hay un sistema de monitoreo de cinco personas, donde cuatro reclusos eran asignados para monitorear a un practicante las 24 horas del día. Los practicantes que no admitían su culpabilidad por practicar su fe fueron privados de visitas y de cualquier comunicación con sus familias.
Los reclusos eran obligados a trabajar todos los días durante muchos años desde las 6 de la mañana hasta alrededor de la medianoche, y a los que no terminaban su asignación no se les permitía descansar.
A veces a los prisioneros se les daba pegamento tóxico para hacer cajas de pasteles de luna, para coser sombreros, así como para hacer hisopos de algodón y escarbadientes. El olor del pegamento en el taller era sofocante, pero a pesar de ello, la etiqueta del empaque indica que los productos son hisopos de algodón altamente desinfectados.
Debido a las duras condiciones de trabajo, la practicante de Falun Dafa, Zhang Yaqin, tuvo una recaída de su enfermedad cardíaca, y sus pies se hincharon mucho. Murió en casa después de ser puesta en libertad condicional por razones médicas.
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Centro de rehabilitación de drogas de Heilongjiang
Una practicante que estuvo detenida en el centro de rehabilitación de Drogas de Heilongjiang recordó cómo ella y otros tuvieron que empaquetar una variedad de palillos todos los días en diciembre de 2009. Tenían que trabajar horas extras o llevar los productos a su celda para seguir trabajando en ellos. Su desempeño determinaría si su plazo se reduciría o extendería.
En particular, una tarea que requiere la selección de escarbadientes, era especialmente agotadora para los ojos. Algunos detenidos sentían náuseas después de trabajar, y el practicante también se sentía mareado, y le dolían los ojos después de trabajar durante horas.
En ese período, muchos practicantes fueron arrestados, y detenidos en el centro de rehabilitación. Primero se los aislaba, presionándolos para que renunciaran a su fe. Un practicante supo más tarde, después de regresar a casa, que Liu Shuling, un practicante de unos 60 años, había muerto en el centro después de recibir una descarga eléctrica.
Algunos guardias fingían cuidar a los practicantes cuando estaban en huelga de hambre por la persecución. Pero cuando las "tácticas suaves" de los guardias no lograban persuadir a los practicantes de comer, su comportamiento se volvía violento.
Otro practicante recordó que no hay fines de semana en el centro de rehabilitación de drogas de Harbin. A los practicantes, y a algunos reclusos, se les ordenó realizar trabajos, que incluían tejer tela de lino, clasificar el papel, recoger soja, plantar maíz, empacar palillos chinos, empaquetar escarbadientes y hacer artesanías.
También tenían que trabajar en un sótano sin sistema de ventilación. En los últimos años empaquetaron una cantidad significativa de escarbadientes. Si no podían cumplir con su asignación, sus plazos se extenderían.
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Campo de trabajos forzados de Qianjin en la provincia de Heilongjiang
El campo de trabajos forzados de Qianjin detuvo a más de 40 practicantes de Falun Dafa, que fueron transferidos allí desde el campo de trabajos forzados de Wanjia. Fueron forzados a trabajar por más de 14 horas cada día, incluyendo la carga y descarga de camiones. En el verano, hacían palitos de helado y escarbadientes, plantaban árboles, trabajaban en granjas, etc. Muchos practicantes sufrieron enfermedades debido a las duras condiciones.
La calefacción central del campo de trabajo se apagó en febrero de 2009, cuando el clima aún era frío. Todos los guardias llevaban abrigos calientes, mientras los internos trabajaban en el frío, clasificando escarbadientes. Más de 30 internos de dos divisiones sufrieron varios grados de congelación.
El campo, que albergaba a casi 70 personas, proporcionaba alimentos escasos y rancios a los detenidos, dejando a muchos desnutridos. Pero los menús de las salas de la cafetería hacían parecer a los visitantes que a los internos se les proporcionaba cada mes arroz, fideos, cerdo, pollo, verduras, tofu y otros condimentos todos los meses.
La mayoría de los centros de detención, prisiones y campos de trabajos forzados restringían los alimentos que debían darle a los detenidos.
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Campo de trabajo Changlinzi en la provincia de Heilongjiang
La división Nro. 5 del campo de trabajo Changlinzi de la ciudad de Harbin empezó a aceptar asignaciones para seleccionar escarbadientes en abril y mayo de 2004. Las palabras en el paquete decían: "esterilizado a alta temperatura", pero una practicante que estaba en el campo de trabajo dijo que no había ningún palillo desinfectado.
Había una mujer de 60 años que a menudo enviaba escarbadientes a la división. Se rumoreaba que tenía una fábrica en la ciudad de Harbin. Enviaba un camión de 500 a 800 cajas de palillos a la división, y pedía que el campo de trabajo lo terminara en un tiempo determinado.
Para cumplir con la petición de la mujer, el jefe de la división hizo trabajar a todos desde las 5 a. m. hasta las 3 de la mañana siguiente todos los días durante muchos días, con solo dos horas para dormir. A todos se les asignó llenar cuatro cajas de escarbadientes (cuatro cajas contienen 40 cajas, con más de 10.000 escarbadientes en una caja) Antes se usa un plato y una pinza para clasificar los escarbadientes de primera clase, segunda clase e inutilizables.
Los palillos de primera clase se usaban como escarbadientes, los de segunda clase se vendían a los restaurantes para usarlos con salchichas o frutas. Los palillos se esparcían por el suelo y se cubrían de polvo, luego se colocaban en un plato, se clasificaban y se empaquetaban. Además, algunos de los prisioneros sufrían de sarna con pus y sangre que brotaba de sus heridas. Algunos escarbadientes también se ensuciaban con orina de gato (la división tenía gatos y perros).
El campo de trabajo de Changlinzi también tiene una fábrica que produce pelotas de baloncesto y zapatos. El pegamento utilizado es principalmente benceno y xileno, ambos venenosos. El benceno y el xileno pueden causar numerosas enfermedades, incluyendo cáncer y leucemia. El campo de trabajo nunca seguía las pautas adecuadas de eliminación de desechos, por lo que estas sustancias venenosas van directamente al sistema de alcantarillado, y tal vez finalmente al río Songhua en la ciudad.
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Practitioners Forced to Toil in Unsafe Conditions at Changlinzi Forced Labor Camp in Harbin City
Campo de trabajos forzados de Wanjia en la ciudad de Harbin, provincia de Heilongjiang
Más de 100 practicantes estaban en la división Nro. 7 en el campo de trabajos forzados de Wanjia. Esta división se dividió en tres equipos. Cada día, los detenidos hacían trabajos forzados, y solo les daban pasteles de harina de maíz para comer y un poco de sopa de repollo. Incluso las ancianas, de más de 70 años, tenían que empaquetar suelas para los zapatos, bolsas con insecticida, así como palillos chinos y escarbadientes. Tenían que trabajar de 5 de la mañana a 10 de la noche y no se les permitía ir a la cama hasta que cumplieran la cuota asignada, aunque fuera más allá de la medianoche.
En el artículo de Minghui.org, "Gao Xunhong cuenta la persecución que sufrió", ella escribió: "Me obligaron a empaquetar suelas de zapatos, y las puntas de mis dedos tenían ampollas y mis ojos estaban rojos por falta de sueño". “Después me asignaron a empacar escarbadientes. Estaba exhausta, pero aun así me obligaron a hacer trabajos forzados. Teníamos que cargar los camiones de reparto a veces durante 2 o 3 horas cada vez. Cada caja pesaba más de 30 kg. Los ancianos practicantes también tenían que cargar las cajas".
En otro artículo, un practicante recordó que todos los practicantes de Falun Dafa detenidos en la división N.º 13 fueron obligados a recoger escarbadientes y a descascarar semillas de girasol. El campo de trabajo también fabrica alimentos como semillas de calabaza y frijoles. Obligan a los prisioneros a cerrar grandes bolsas de arroz, a empacar escarbadientes y barras de hielo. Los prisioneros siempre sufren de sarna, y el pus y la sangre brota de sus heridas. Sin embargo, no hay reglas de sanidad.
Es imposible para los practicantes cumplir con la cuota de producción asignada por el campo de trabajo antes de la hora de acostarse a las 10 p. m. Las tareas incluyen coser tapizados de los asientos de los autos, encolar pestañas postizas y zapatillas, coser ropa, seleccionar palitos de helado y escarbadientes, imprimir libros piratas, tejer suéteres, etc. El practicante Zhao Fengyun del equipo N.º 12 fue envenenado hasta la muerte por el fenol que se usaba para producir libros piratas.
Informes relacionados:
Ms. Gao Xunhong Recounts the Persecution She Suffered
Additional Persecution News from China - February 5, 2006 (12 Reports)
Centro de detención Harbin N.º 2 en la provincia de Heilongjiang
Los detenidos en el centro de detención Harbin N.º 2 eran obligados a decorar palillos chinos de contrabando. Trabajando en un ambiente sucio, no se les permitía lavarse las manos. Los detenidos pegaban imágenes decorativas en los escarbadientes que se utilizarían como palillos de fruta, e incluso se empaquetaban en cajas para ser exportados. A los detenidos criminales con enfermedades de transmisión sexual también se les asignaba ese trabajo, y no se lavaban las manos. Por la noche, los detenidos tienen que dormir encimados, incluso tumbados de lado debido a la falta de espacio. Por la noche no se les permitía usar el baño.
Campo de trabajo de Shuanghe en la ciudad de Qiqihar, provincia de Heilongjiang
El campo de trabajo de Shuanghe hizo que los practicantes y los reclusos clasificaran palillos chinos y escarbadientes en su celda, o a lo largo del pasillo en condiciones sanitarias extremadamente precarias en el verano de 2005.
Cuando no había trabajo, las autoridades hacían que todos barrieran el suelo, recogieran los palillos y los distribuyeran para su selección, diciendo que esto era para prevenir el desperdicio. Sin embargo, cuando estos escarbadientes eran barridos, se mezclaron con colillas de cigarrillos y basura.
Lo mismo ocurre con el empaquetado de escarbadientes. Los palillos para empaquetar a menudo se apilaban en el pasillo donde muchos reclusos escupían en el piso, y un recluso con trastorno mental incluso orinaba allí.
El campo de trabajo reagrupó los equipos en enero de 2006 y encontró un taller para el trabajo de producción. Sin embargo, todavía había un pequeño número de personas que trabajaban en el pasillo. Los reclusos que estaban enfermos también fueron obligados a trabajar a pesar del mal ambiente sanitario.
Los detenidos eran obligados a trabajar todos los días horas extras para seleccionar palillos chinos y escarbadientes, coser sombreros, bufandas y también armar cajas para píldoras. Los productos de calidad inferior se devolvían para ser reempaquetados. A los que no podían terminar su cuota de trabajo no se les permitía dormir, y tenían que seguir trabajando en su celda. Algunos trabajaban a menudo hasta la medianoche o durante la noche.
Una practicante de 56 años, Lu Xinsheng, estaba tan cansada, vomitaba sangre y no podía levantarse de la cama.
Los practicantes que se negaban a escribir documentos de garantías tenían los brazos esposados a la silla de hierro, y se usaban cuerdas para atar sus manos y brazos antes de colgarlos. Los guardias tiraban de las cuerdas y de repente las soltaban, haciendo que los practicantes se cayeran. Algunos fueron torturados hasta que se desmayaron. La tortura continuaba después de que los practicantes despertaban.
El practicante Wang Yanxin fue torturado hasta el punto de solo poder exhalar, pero no inhalar. Las manos y piernas del practicante Gao Shuying se pusieron moradas. Los brazos de la practicante Zhang Liqun se pusieron negros, y no pudo enderezar su espalda. La practicante Jiang Yuzhu fue torturada hasta que quedó irreconocible. La practicante Sheng Yi tuvo dificultades para caminar, y la practicante Wang Guofang fue torturada hasta la muerte. Había profundos desgarros en sus muñecas por las esposas, y fue golpeada en su pecho.
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Ms. Wang Yongfang Persecuted to a State of Mental Collapse; Her Family in Tragic Situation
Campo de trabajo y centro de detención de Jiamusi, provincia de Heilongjiang
Los campos de trabajo y centros de detención en Jiamusi trataban de aumentar la producción obligando a los detenidos a trabajar horas extras. La prisión hizo que cada practicante y recluso produjera al menos 8.000 escarbadientes, palillos desechables y palitos de helado cada día, y a veces hasta 12.000. Los detenidos eran golpeados si no cumplían con la cuota de trabajo, y tenían que seguir produciendo la misma cantidad de artículos al día siguiente. Así, algunos trabajaban las 24 horas del día y otros hasta las 3 de la mañana. Se decía que estos escarbadientes y palillos chinos se exportaban a los Estados Unidos a través de Corea del Sur.
Fue un infierno para los que fueron detenidos en el centro de detención de Jiamusi. El centro de detención obligaba a todos a producir más de 1.000 escarbadientes con dibujos decorativos cada día. Se castigaba a los detenidos y no se les permitía dormir si no podían completar la tarea. El centro de detención dificulta las cosas para los practicantes al no darles las sábanas y colchones comprados por sus familiares, o intencionalmente escribían mal los nombres de los practicantes, para que esas cosas no pudieran llegar a ellos.
Los practicantes que fueron detenidos en el centro de detención de Jiamusi tuvieron que completar una cierta cantidad de productos para exportar. Después de empaquetar los palillos, tenían que usar adhesivo tóxico para pegar la tapa de los empaques, antes de exportar los productos al extranjero.
Era imposible completar las cuotas estipuladas por el centro, aunque los practicantes trabajasen las 24 horas del día. Además, la comida en el centro de detención era muy pobre —a todos se les daba solo dos platos de harina de maíz cada día. Este tipo de harina de maíz se utilizaba a menudo como alimento para animales, por lo que se mezclaba con mucha arena.
La prisión de Mudanjiang en la provincia de Heilongjiang
La prisión de Mudanjiang ajustó su horario de trabajo de las 6:30 a las 20:00 horas, y el trabajo duró 13 o 14 horas a principios de junio de 2010. Para hacer frente a la inspección, los reclusos fueron obligados a mentir, diciendo que solo trabajaban ocho horas al día, y se les dio dos días de descanso cada mes.
Los reclusos que se perdían el tiempo de aseo después de regresar del trabajo tenían que pasar sin lavarse las manos y la ropa de 10 a 20 días. Algunos de ellos, que desarrollaron sarna y psoriasis, trabajaban con pus que les brotaba de las manos y usaban las manos cubiertas de sarna para empaquetar palillos chinos, palitos de helado, escarbadientes, intercalar pestañas postizas y hacer ropa. La sarna y la psoriasis ensuciaban la ropa. Los productos transportaban una gran cantidad de enfermedades contagiosas, bacterias y ácaros sarcóticos que suponen un gran daño para la salud de los consumidores. Estos productos no solo se suministran a localmente, sino que también se exportan al extranjero.
En 2004, un prisionero escribió un mensaje en una hoja de papel en el que describía cómo se fabricaban los palillos chinos en la prisión, e intentó ocultar la nota entre los palillos, pero fue descubierto por los guardias. Los guardias golpearon al recluso con picanas eléctricas y palos de madera hasta que estuvo al borde de la muerte. Lo llevaron al hospital, pero no le dieron ningún tratamiento. Murió unos días después.
El centro de detención Mudanjiang también alberga a muchas personas sospechosas de asesinato, incendio premeditado y prostitución. Muchos de ellos estaban enfermos con varias enfermedades contagiosas, incluyendo SIDA, enfermedades de transmisión sexual, Hepatitis B, tuberculosis pulmonar abierta, sarna y piojos púbicos. Se rascaban el cuerpo y muchos de ellos no se lavaban las manos después de usar el baño. Sin embargo, el centro de detención obligó a todos los internos a usar sus manos para empacar palillos chinos y escarbadientes en pequeñas bolsas plásticas etiquetadas: "palillos de calidad", o en bolsas usadas especialmente por los hoteles. Esas manos contenían materia fecal y exudaban sangre de heridas y sarna, pero no se les permitía lavarse las manos.
El campo de trabajos forzados de la ciudad de Suihua en la provincia de Heilongjiang
El campo de trabajos forzados de la ciudad de Suihua, en la provincia de Heilongjiang, comenzó a fabricar escarbadientes en 2008. Liu Gaofeng, un practicante de unos 40 años de la ciudad de Mudanjiang, provincia de Heilongjiang, fue detenido por la policía local y llevado al campo de trabajos forzados en octubre de 2008. Los reclusos Sun Lifeng y Fan Zhizhong golpearon a Liu por orden del guardia Diao Xuesong. En una ocasión, Sun golpeó a Liu en la cabeza con una silla hasta que esta se rompió en pedazos, causando que el Liu cayera al suelo y perdiera el conocimiento.
Los reclusos también torturaron a los practicantes de muchas maneras, incluyendo golpes con picanas eléctricas y palos de goma, y quemando el cuerpo con colillas de cigarrillos. Los practicantes son forzados a hacer trabajo de esclavos por más de 16 horas al día y a veces se les hace trabajar horas extras. Después de levantarse a las 5:30 a. m., se les daba solo 15 minutos para comer sus comidas que consistían en bollos y arroz que a veces estaba medio crudo, antes de ser llamados al taller para seleccionar palillos chinos, coser cojines y hacer ropa.
Informe relacionado:
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La prisión de Hulan en la provincia de Heilongjiang
Los detenidos en la prisión de Hulan tienen que trabajar 14 o 15 horas todos los días. Muchas personas sufren de varias enfermedades debido al duro ambiente de trabajo y a la malnutrición. La prisión alberga a unas 3.000 personas, y al menos una décima parte de las personas son diagnosticadas con tuberculosis. No están aislados, sino que están juntos para trabajar.
El trabajo incluye trenzar, hacer artesanías, escarbadientes y ropa, y los productos se exportan o se venden localmente. Los escarbadientes, empaquetados a mano, no son esterilizados ni inspeccionados antes de ser exportados. Con las duras condiciones de trabajo y los talleres sucios, y los detenidos enfermos uno podría imaginar la higiene de los productos.
Además, entre los prisioneros, se encontraba un gran número de personas con diversas enfermedades contagiosas como la tuberculosis y la hepatitis, que utilizaban sus manos y bocas para abrir y cerrar las bolsas de escarbadientes.
(Continuará)
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Categoría: Resumen de la persecución