(Minghui.org) Una mujer oriunda de Qiqihar, en la provincia de Heilongjiang, no podía salir de la prisión por sus propios medios después de permanecer recluida durante cinco años por su creencia en Falun Dafa (también conocido como Falun Gong), una disciplina espiritual perseguida por el partido comunista chino desde julio de 1999.
Poco antes de que cumpliera su condena de cinco años, en abril de 2019, las autoridades de la prisión de mujeres de la provincia de Hebei se pusieron en contacto con la policía de la ciudad natal de la Sra. Wen Jie para exigirle que se la llevaran de vuelta a Qiqihar. El día que estaba programada su liberación, cuatro personas de Qiqihar, incluidos dos policías y dos miembros del personal del comité residencial, llegaron a la prisión para escoltarla de vuelta a la provincia de Heilongjiang.
Como la Sra. Wen se quedó sin hogar en Qiqihar, les dijo a los cuatro que la llevaran con su hermano, que vive en la ciudad de Harbin, a unos 300 kilómetros de Qiqihar.
Las cuatro personas acompañaron a la Sra. Wen a Harbin, donde entraron en la casa de su hermano sin ser invitados y llamaron a la policía local para avisar de que una practicante de Falun Dafa acababa de mudarse a su localidad. La policía llegó y poco después la condujeron de vuelta a la comisaría, donde fue interrogada, le tomaron las huellas dactilares y una foto.
Después, al no poder permanecer más tiempo en la casa de su hermano, se dirigió a casa de su madre de 85 años, la cual se sentía tan intimidada por las autoridades que no se atrevió a dejar a su hija quedarse en casa.
Ya que tenía su documento de identidad suspendido, desde que la sentenciaron a nueve años de prisión por practicar Falun Dafa en 2001, le resultaba imposible encontrar un empleo a tiempo completo así que tenía que hacer trabajos esporádicos para ganarse la vida. Ahora se encuentra alojada temporalmente en la casa de una practicante de Falun Dafa, aunque sigue preocupada por su subsistencia.
Sra. Wen Jie
La Sra. Wen le atribuye a Falun Dafa el mérito de la curación de su artritis, su neurastenia y sus afecciones cardíacas. Sin embargo, por mantenerse firme a esta misma creencia, ha sido encarcelada dos veces.
Dos veces encarcelada por un total de 14 años
La Sra. Wen, de 55 años y exprofesora de escuela secundaria en la ciudad de Qiqihar, fue arrestada en enero de 2001 y sentenciada a nueve años de prisión por su fe en Falun Dafa. Se mudó a la ciudad de Sanhe, en la provincia de Hebei, para evitar el constante acoso de las autoridades después de ser liberada en 2010. Fue arrestada nuevamente el 22 de abril de 2014 por enviar mensajes de texto sobre Falun Dafa.
Después de pasar doce días en el centro de detención Sanhe, fue enviada a un centro local de lavado de cerebro. Dos miembros del personal calumniaron a Falun Dafa y a su fundador, e intentaron forzarla a renunciar a su fe. Ella se negó con firmeza.
Durante los dos meses que estuvo retenida en el centro de lavado de cerebro, las autoridades impidieron que su abogado se reuniera con ella. También sufrió un problema cardíaco y fue enviada al hospital.
Jia Zhixue, el director local de la división de seguridad doméstica, intentó impedir que su abogado declarara su inocencia.
Compareció cinco veces ante el tribunal de la ciudad de Sanhe y sufrió otro episodio cardíaco durante su segunda audiencia. Los funcionarios del tribunal no le proporcionaron ningún tratamiento médico. Simplemente aplazaron la audiencia.
El juez la condenó a otros cinco años de prisión el 5 de noviembre de 2015. La Sra. Wen apeló el veredicto en la corte de intermediación de la ciudad de Langfang, la cual decidió mantener la sentencia original del 13 de mayo de 2016.
Mientras cumplía su condena en la prisión de mujeres de la provincia de Hebei, fue obligada a ver videos de propaganda difamatoria que atacaban a Falun Dafa diariamente, a veces durante más de 10 horas al día, lo que le causó una tremenda angustia mental.
Los guardias le impidieron comprar alimentos o artículos de primera necesidad e higiene personal. También la obligaron a someterse a dos exámenes físicos y le extrajeran sangre a la fuerza. Más tarde, le ordenaron que pagara 600 yuanes por las tasas de los exámenes.
El padre de la Sra. Wen falleció durante su segundo período de encarcelamiento.
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Categoría: Hechos de la persecución
