(Minghui.org) (Continúa de Primera Parte)

Ser una practicante firme durante la detención

Quedaban tres días antes del Año Nuevo y quería distribuir más información sobre Falun Dafa (Falun Gong), porque no tendría tiempo durante las vacaciones. Al pensar de esta manera, había convertido esta tarea sagrada para Dafa en una rutina sin pensamientos rectos. No pasó mucho tiempo cuando un guardia de seguridad me detuvo y llamó a la policía. Le dije al practicante que me acompañaba que se marchara rápidamente.

Comencé a aclarar la verdad sobre Dafa al guardia. Eran las ocho de la noche y estaba en un pequeño parque, donde decenas de personas se reunieron y todos estaban escuchando. La policía no apareció hasta dos horas después, luego de explicar los hechos sobre Dafa. La estación de policía estaba a solo unos minutos a pie.

En la estación, un oficial me preguntó dónde había obtenido los materiales de Dafa. Me interrogaron durante toda la noche. Al día siguiente me llevaron a un centro de detención, que estaba en contra de las reglas porque mi presión arterial era peligrosamente alta.

Shifu dijo:

"No importa cuál sea la situación, no cooperen con las demandas, órdenes e instigaciones del mal" (Los pensamientos rectos de los discípulos de Dafa son poderosos, Escrituras esenciales para mayor avance (II)).

Cuando los guardias me ordenaron que repitiera las reglas del centro de detención, recité "Lunyu". También escupí las drogas que me dieron a la fuerza.

Permanecí en la primera celda durante cinco días y ayudé a cinco personas a renunciar al partido comunista chino (PCCh). En la siguiente celda, ayudé a otros nueve de 13 reclusos a abandonar el partido en un total de 19 días. Presté atención a mi actitud e imagen. Compré algunos utensilios adicionales para necesidades básicas y los compartí con quienes lo necesitaban.

En la segunda celda, la jefa era una chica de unos 20 años que cumplía una condena de 15 años por pelear. Estaba muy triste, y a menudo hablaba con ella sobre Dafa y le decía: "Las cosas cambiarán para mejor una vez que creas que Falun Dafa es bueno". Ella estuvo de acuerdo y fue muy amable conmigo, compartía bocadillos raras conmigo, como huevos y cacahuates.

Se suponía que debía pasar dos años en un campo de trabajo forzado, pero me permitieron cumplir ese tiempo fuera del campo, después de estar 24 días en el centro de detención. Incluso un guardia no podía creerlo. Antes de irme, le recordé a la joven: "Si crees en Falun Dafa recibirás ayuda cuando la necesites". Prometí enviarle dinero y ropa caliente.

Unos días después, envié a mi hija para llevar la ropa que le había prometido a la chica. Pero a mi hija le dijeron que la chica había sido liberada al día siguiente que yo. La localicé y le lleve los regalos. Ella se conmovió hasta las lágrimas y dijo: "Ahora me doy cuenta de cuán bondadosos son realmente los practicantes de Falun Dafa".

Enfrentar karma (yeli) de enfermedad

Bajé a la calle con un hombro congelado (capsulitis adhesiva) y no pude levantar el brazo. Era un inconveniente cuando quería repartía volantes. Le rogué al Maestro que me ayudara a recuperarme rápidamente para poder continuar con el trabajo de Dafa. Al día siguiente mi hombro estaba bien.

Salí una mañana después de una ligera nevada y me resbalé. Me caí al suelo y pensé que me había lesionado los órganos internos. Cuando el dolor era casi insoportable, recordé la enseñanza de Maestro:

"Decimos que lo bueno o lo malo surgen de un pensamiento de la persona, y la diferencia de este pensamiento también trae distintas consecuencias" (Cuarta Lección, Zhuan Falun).

Le dije al Maestro que, sin importar las nociones que tuviera, me rectificaría con el Fa: "No permitiré que las fuerzas del mal usen ninguna excusa para perseguirme". Logré regresar a la casa y mi esposo me ayudó a acostarme. Cuando me movía el dolor era insoportable. Con frecuencia enviaba pensamientos rectos y cuando no podía dormir escuchaba las conferencias de Shifu.

Al día siguiente, otros practicantes vinieron a ayudarme. Mi esposo me instó a ver a un médico, pero le dije: "Si voy al hospital, nunca volvería a levantarme. Estaré bien en unos días".

Dormía muy poco cada día y usaba todo el tiempo para escuchar o leer el Fa. Miré dentro y recordé lo que le había hecho unos días antes a mi yerno. Le aclaré la verdad, pero en lugar de escuchar, él calumnió a Dafa. Estaba tan enojada que lo regañé. Mi falta de compasión y tolerancia estaban siendo expuestas.

Una vez que reconocí mis apegos, pude sentir que comencé a recuperarme. Al día siguiente podía levantarme y hacer el primer ejercicio. Me llevó más de una hora y estaba sudando todo el rato. ¡Pude dormir esa noche! Al día siguiente, hice el segundo ejercicio. Al día siguiente, cuando estaba a punto de hacer el tercer y cuarto ejercicio dudaba si podría agacharme. Shifu dijo: "Difícil de soportar, se puede soportar; difícil de hacer, se puede hacer" (Novena Lección, Zhuan Falun).

¡Lo intenté y pude hacer el cuarto ejercicio! Después de 10 días pude caminar por mi cuenta y me recuperé por completo en dos semanas. Mi esposo exclamó: "Es sorprendente que te hayas recuperado tan rápido. Una persona común estaría postrada en la cama o incluso podría haber muerto".

Un día noté sangre en la orina y empecé a sentir dolor en la espalda baja. El dolor era tan insoportable que no podía levantarme. Al día siguiente tuve fiebre alta y perdí el apetito. Mi esposo insistió en que fuera al médico, pero me negué a ir y le dije: "Una vez que descubra lo que hice mal y lo corrija, estaré bien. Shifu cuidará de mí. El hospital no podría ayudarme".

Shifu dijo: "Por lo tanto, todos ustedes necesitan tener en claro que la práctica de cultivación es seria y nada es accidental" (Exponiendo el Fa en el Fahui de Nueva Zelanda).

Miré detenidamente en mi interior. Me iluminé después de un incidente, a que mi esposo tenía miedo de la persecución y no quería que yo saliera a aclarar la verdad. Interferida por el miedo y el amor por mi esposo, lentamente me había relajado.

Prometí al Maestro que, después de recuperarme, lo haría bien para que no tuviera que preocuparse por mí. Al día siguiente tuve apetito y fui capaz de retener la comida. Tardé dos semanas en recuperarme. Como prometí, volví a aclarar la verdad de inmediato.

Debemos mirar hacia adentro cuando nos enfermamos. Luego, debemos hacer cambios cuando descubramos cuál es el problema, o no habrá ayuda con la situación de otro modo.

Aclarando la verdad en el extranjero

A veces viajo al extranjero para visitar a un pariente. Lo que más recuerdo fue llamar a China e ir a sitios turísticos para aclarar la verdad a otros chinos.

Una vez ayudé a 200 personas a renunciar al PCCh con llamadas telefónicas a China. Llamé a un estudiante de la Universidad de Jilin y le hablé de la persecución durante media hora. Le recordé: "Estoy haciendo esto por usted para que esté a salvo cuando tenga problemas". El estudiante renunció al PCCh. Le pregunté: "¿Dónde están tus compañeros de tu dormitorio? ¿Les pedirías que vinieran, para que también pueda hablar con ellos?". Por teléfono escuché a muchos decir: "No es necesario, abuela. Todos te hemos escuchado y renunciaremos al PCCh". Seis de ellos renunciaron con sus verdaderos nombres. No querían colgar, admitiendo que estaban felices de escucharme hablar.

En otra ocasión hablé con el director de una escuela secundaria. Era reacio a hablar y me dijo que era cristiano. Le dije que no importaba: "Quiero que estés a salvo en tiempos difíciles. Falun Dafa es una práctica budista que está siendo perseguida por el PCCh y como resultado muchas personas buenas han muerto. Si eres miembro del partido, estas implicado en sus crímenes. Solo al renunciar no serás implicado cuando el partido incurre en una retribución". Todavía tenía dudas: "Mi hijo irá a la universidad el próximo año y no quiero dañar su futuro". Le dije que ayudaría a su hijo, y él podía renunciar anónimamente. Entonces, tanto él como su esposa renunciaron al PCCh.

Cuando aclaré la verdad en sitios turísticos y campus universitarios, ayudé a cientos de estudiantes chinos a renunciar. La mayoría de los estudiantes tenían pensamientos y nociones simples, y podían aceptar fácilmente lo que les decía. En una ceremonia de graduación, hablé con siete estudiantes sentados juntos. Al principio eran escépticos y tenían muchas dudas sobre la práctica. Respondí a cada una de sus preguntas mientras escuchaban atentamente. Todos renunciaron al PCCh y sus organizaciones juveniles.

Cuando traté de hablar de Dafa con una turista china en un lugar pintoresco, ella dijo: "¡No quiero escuchar!". Luego calumnió a Dafa. Levanté la mano y dije: "Renuncias o no, no quiero que cometas un delito. Si eres irrespetuosa con las divinidades corres el riesgo de ser castigada". Después de contarle acerca de la persecución, se calmó y se disculpó. "Ahora sé lo que es Falun Dafa. Por favor, ayúdame a renunciar al partido". Me dio las gracias antes de irse.

Me encontré con cuatro jóvenes en un parque, que no paraban de maldecir mientras les explicaba los hechos. Dije todo lo que pude hasta que dejaron de escuchar. Unos días después los volví a ver. Esta vez fueron completamente diferentes y dijeron: "Hemos pensado en eso. Por favor, ayúdenos a renunciar al PCCh". Cuando les pregunté a qué se dedicaban, uno dijo: “Pareces agradable, así que seré sincero contigo. Traficamos con drogas en China y luego vinimos aquí". Él preguntó: "Abuelita, ¿Falun Dafa nos protegerá después de que renunciemos al PCCh?". Le conteste: "Definitivamente no, porque pides protección para cometer delitos". Le expliqué que estarían protegidos y su destino cambiaría si se ganaran la vida honestamente. Todos renunciaron.

Shifu dijo: 

"La compasión puede disolver Cielo y Tierra y traer la primavera
Los pensamientos rectos pueden salvar a la gente en el mundo" 
(El Fa rectifica el cosmos, Hong Yin (II)).

Escribir los hechos en billetes

Una vez una persona me dijo que había oído hablar de Falun Dafa porque vio los hechos escritos en un billete de papel. Shifu dijo: "Pienso que es una excelente idea. (Aplausos) No puedes arrojar el dinero, y no lo puedes destruir" (Exponiendo el Fa en la ciudad de Los Ángeles).

Decidí hacer eso y comencé con los vendedores que conocía en el mercado. Los traté con respeto y los conocí. Luego hice compras con billetes de papel que tenían mensajes impresos y les clarifiqué la verdad a los vendedores cuando no estaban ocupados. Después de renunciar al PCCh y acordar con Falun Dafa, aceptaron ayudarme a distribuir los billetes.

Después de algunas veces, fueron recompensados y les sucedieron cosas buenas. Cada dos semanas me preguntaban si podía llevarles los billetes impresos. La mayoría de las veces les di 100 billetes de un dólar, y más durante las vacaciones.

Afrontar la muerte de mi esposo

Durante muchos años, mi esposo fue un gran defensor de mi clarificación de la verdad. Una vez me defendió cuando los funcionarios intentaron llevarme a un centro de lavado de cerebro. Un agente de la oficina 610 vino a disculparse con él al día siguiente. Ayudaba a los practicantes en prisión o aquellos que estaban sin trabajo debido a la persecución y les dio bienes o dinero. Estuvimos casados por más de 50 años y nos llevamos bien.

Su fallecimiento hace unos años casi me destruye. Todo lo que veía me recordaba a él. Le pedí al Maestro que me ayudara a detener la interferencia. A partir de entonces, cuando pienso en él, estudio el Fa.

Gradualmente, dejé el sentimiento y apego hacia él. No quería dejar a las viejas fuerzas ninguna excusa para explotar mi apego. Al considerar qué poner en su lápida, le dije a mi hija que no dejara un espacio para mi nombre al lado del suyo. Ella lloró. Le pedí que respetara mi creencia. El día de su entierro, le pedí que entendiera por qué hice lo que hice: "Nos veremos en un lugar mucho mejor".

No podría haberlo hecho sin Dafa. Ahora vivo sola en un apartamento y estoy feliz y satisfecha.

Han pasado 23 años desde que comencé a practicar Dafa. Todos los días sigo estudiando el Fa, hago los ejercicios y trato de mejorar.

(Presentada durante el 16.˚ Fahui de China en Minghui.org)