(Minghui.org) Después de 11 años de sufrir desorden mental causado por la alimentación forzada con drogas dañinas al sistema nervioso en la prisión, la Sra. Yang Dezhen murió recientemente en un centro de cuidado. Tenía 63 años.

La Sra. Yang tenía miedo de comer incluso dos años después de ser liberada de prisión en 2005.

La Sra. Yang, una practicante de Falun Dafa de la provincia de Guizhou, estuvo encarcelada en la prisión de mujeres de Guizhou (también conocida como la prisión de Yang’ai) entre el 2001 y el 2005. Fue sentenciada por repartir volantes informativos para generar conciencia sobre la persecución a Falun Dafa.

Comenzó a sufrir pérdidas de memoria dos años después de ser liberada. Tenía miedo cuando la gente golpeaba la puerta. Decía repetidamente: “No paran de golpearme y ponen drogas en mi comida”. Por el miedo a comer, su familia tenía que tener cuidado cuando le pedían que comiera e intentaban crear un ambiente relajado en la casa para ayudarla a ingerir algo.

Drogada en la prisión

Durante los 4 años en la prisión, los guardias la forzaron a trabajar por más de 10 horas al día sin pagarle. Mientras tanto, también la forzaron a mirar videos que atacaban a Falun Dafa durante horas.

A pesar de los esfuerzos de la prisión por lavarle el cerebro y hacerla renunciar a Falun Dafa, ella permaneció firme en su creencia.

Los guardias instruyeron a los reclusos para mezclar algunas píldoras amarillas en sus comidas. Cuando se enteró de las drogas, se negó a comer. Los reclusos la golpearon y la forzaron a terminar la comida.

Antes de que fuera liberada de prisión, los reclusos le agregaban las drogas amarillas a su comida y la forzaban a comerla. Esta experiencia fue traumática tanto físicamente como mentalmente.

Desorden mental empeora con los años

Como el desorden mental de la Sra. Yang progresó en los años recientes, se perdía fácilmente y no sabía cómo regresar a casa cada vez que salía. Gradualmente perdió la habilidad de cuidarse sola y sus hijos tuvieron que enviarla a un centro de cuidados.

Desde 2017 quedó postrada en la cama y con poca lucidez. Dejó de pedir comida, como si nunca tuviera hambre. Pero cuando alguien le daba comida, no paraba de comer, como si nunca se llenaría.

En septiembre de 2017, la policía la acosó en el centro de cuidados durante la campaña “golpeando la puerta”. Personal del centro reprendió a la policía y les pidieron que se fueran.

Antes de su sentencia a prisión en 2001, la Sra. Yang estuvo arrestada y detenida por apelar por Falun Dafa en Beijing en el 2000. La policía revocó su registro de vivienda, forzándola a vivir en la calle.