(Minghui.org) El MP Conservador Garnett Genuis planteó esta semana el asunto de la sustracción forzada de órganos en China en la Cámara de los Comunes con la esperanza de asegurar el apoyo del gobierno a su proyecto de ley contra el tráfico de órganos.

MP Garnett Genuis dando un discurso en la 18.a Celebración del Día Mundial de Falun Dafa en Ottawa este mes.

“Canadá necesita ser la voz de los derechos humanos internacionales, y en particular de los derechos de las minorías perseguidas. Por encima de esto, Canadá necesita una legislación que pueda definir nuestra posición en los casos de sustracción de órganos”, dijo Genuis el 17 de mayo.

Genuis se refería a la sustracción de órganos de prisioneros de conciencia de Falun Gong, mientras todavía están vivos -una atrocidad que fue expuesta en un informe en 2006 por los abogados canadienses David Matas y David Kilgour.

“A veces estos órganos son extraídos mientras la persona está todavía vivía y sin anestesia, gritando de dolor mientras el cuerpo de la persona es abierto. En muchos casos, la sustracción de órganos es un gran abuso de persecución a miembros de minorías religiosas”, dijo.

De acuerdo a “Cosecha Humana”, publicada el pasado junio por Kilgour y Matas, y el periodista de investigación Ethan Gutmann, otras minorías junto con practicantes de Falun Gong son asesinados para suministrar a China un lucrativo y gran negocio de trasplante de órganos incluidos, musulmanes uigures, cristianos y tibetanos.

El informe estima que “entre 60.000 y 100.000 órganos están siendo trasplantados en hospitales chinos cada año, cuyo origen es de practicantes de conciencia, principalmente de practicantes de Falun Gong”.

“Hay una urgencia real para avanzar en este tipo de legislación sobre derechos humanos dados los problemas alrededor del mundo, dado el énfasis de las relaciones del gobierno de Canadá con China.

Genuis señaló que la propuesta de ley C-350, cuyo objetivo es mostrar la sustracción de órganos, es la misma que la C-561 propuesta por el anterior Ministro de Justicia y MP Liberal Irwin Cotler. De esta propuesta solo se hizo una primera lectura en el último parlamento. El liberal y MP Borys Wrzesnewskyi secundó la propuesta de ley C-350 cuando Genuis la introdujo el 10 de abril.

La propuesta de ley C-350 enmendaría el Código Penal imponiendo sanciones penales contra quienes, ya sea en Canadá o en el extranjero adquieran o comercialicen con órganos humanos que hayan sido obtenidos sin consentimiento del donante o para obtener ganancias. También modificará la Ley de Inmigración y la Protección de los Refugiados para hacer inadmisibles a los no canadienses que trafiquen con órganos humanos.

Marco Mendicino, secretario parlamentario del Ministro de Justicia Jody Wilson-Raybould, estaba consternado con la propuesta de ley “Plantea algunas cuestiones de política legal y social”.

Por ejemplo, Mendicino dijo: “el proyecto de ley impondría un impuesto sobre la persona que recibe el órgano para certificar que fue donado y no comprado”.

Genuis dijo “Hay muchos detalles” en el proyecto y expone su importancia. “Los detalles son importantes para asegurar que haya una administración efectiva, que en realidad no estamos diciendo que estemos en contra de la sustracción de órganos, sino que tenemos un mecanismo para abordarlo concretamente”. Dijo que estaba abierto a las enmiendas del proyecto de ley.

Genuis anotó que actualmente no había ninguna ley que impida a los ciudadanos canadiense ir al extranjero para obtener un órgano que saben que han sido obtenidos sin consentimiento, y después vuelvan a Canadá para continuar su tratamiento médico.

Señaló que los trasplantes de órganos en China es un gran negocio, en el cual el régimen invierte gran cantidad de dinero en edificios, personal y formación en trasplantes.

“Dado el gran negocio en el alto volumen de trasplantes, la industria de trasplantes en China no solo se basa en el suministro de órganos disponibles en el presente, también en el suministro de órganos en el futuro” dijo.

“Como tal, vemos el fin de esta práctica por parte del régimen con bastante escepticismo”.

Israel, España, Italia y Taiwán han emitido leyes restringiendo a sus ciudadanos que viajen a China para recibir trasplantes ilícitos.