[Mingui.org] A continuación de la Parte 1 http://es.minghui.org/articles/2014/6/16/14745.html

5. Un escape milagroso

La policía torturó a Yuan durante casi dos meses utilizando todos sus métodos. Lo colgaron en el aire con sus extremidades separadas estiradas y lo golpearon brutalmente. Finalmente, viendo que estaba al borde de la muerte lo bajaron, pero aún lo mantenían esposado y con grilletes.

En la mañana del 29 de octubre Yuan milagrosamente se quitó las esposas y los grilletes, pasó a través de algunas puertas, trepó por encima de la puerta principal, y escapó.

Las graves lesiones que sufrió durante las torturas ahora le estaban pasando factura, y no fue capaz de llegar muy lejos. A la distancia se escuchaban los silbidos de las sirenas. Yuan se metió en una cueva y se desmayó.

Hacía frío en Lanzhou, provincia de Gansu, y había hielo en la cueva. Yuan llevaba ropa de verano. Se despertó y se desmayó varias veces durante los cuatro días que estuvo escondido allí.

Cuando las sirenas de la policía ya no se oían Yuan se arrastró fuera de la cueva. Usó una rama de árbol como bastón, y con dificultades alcanzó una carretera cercana. Un taxista amable lo llevó gratis hasta la casa de Wang Zhijun, otro practicante de Falun Gong.

Wang se sorprendió cuando vio a Yuan en la puerta. El rostro de Yuan estaba magullado; era visible la sangre seca en su nariz y boca. Se podían ver en el bolsillo de su camisa harapienta unos pocos rábanos silvestres que indicaban lo que había vivido en los últimos días. Había perdido un trozo de la piel y del músculo sobre la pantorrilla dejando al descubierto el hueso. Ambas piernas estaban negras y azules, con señales de palizas y otras torturas.

Wang no pudo reconocerlo hasta que dijo: “Soy Yuan Jiang”. Wang no podía creer que hubiesen torturado tanto a aquel apuesto joven. Se echó a llorar.

6. La muerte de un Héroe

Wang se comunicó con otros practicantes, incluido Yu Jinfang. No podían llevar a Yuan al hospital. Yuan no tenía identificación; ningún hospital lo atendería. Por otra parte, el hospital podía llamar a la policía, que lo estaba buscando por toda la ciudad.

En el apogeo de la persecución alrededor del 2001, muchos practicantes de Falun Gong fueron reportados como muertos. No sólo aquellos responsables se escaparon sin sufrir ninguna consecuencia, sino que fueron recompensados ​​y promovidos. Yuan estaría en gran peligro si la policía lo atrapaba de nuevo.

Los practicantes decidieron esconderlo y le pidieron a la hija de Yu que cuidara de él. Yuan fue gravemente herido interna y externamente. A menudo sangraba por la nariz y vomitaba sangre. Estuvo inconsciente de manera intermitente durante unos días.

Cada noche daba vueltas en la cama del dolor y no podía dormir. Sin embargo, durante la mañana del 9 de noviembre parecía estar en un sueño profundo, por lo que nadie fue a despertarlo para el desayuno hasta que un amigo suyo fue a visitarlo. Luego descubrieron que Yuan había fallecido durante la noche.

Yuan Jiang, de 29 años, un talentoso ingeniero, un buen amigo, un hijo obediente, y un ciudadano honesto, resistió pacíficamente la brutal persecución, se puso de pie por la justicia y la fe y perdió la vida. Yuan había dedicado todo su dinero y su tiempo a exponer las mentiras del régimen sobre Falun Gong, y aclararle la verdad a las personas. A pesar de ser sometido a una inimaginable tortura no dio ninguna información a la policía ni delató a ningún practicante.

La dolorosa noticia entristeció a todos los practicantes de las provincias del noroeste. Todo el mundo recordaba el rostro sonriente de este asistente voluntario y todo lo que había hecho por ellos.

El departamento de policía también escuchó las noticias. Retiraron el cuerpo de Yuan y obligaron a su familia a que lo incinerara de inmediato, borrando así toda evidencia de la tortura. El equipo creado para interrogar a Yuan fue despedido, y el personal involucrado en torturarlo fue ocultado y trasladado a diferentes puestos.

¿Cómo afrontó la familia de Yuan su muerte?

Su padre, Yuan Zhuguo, ex presidente del departamento de física de la Universidad Normal del Noroeste, comenzó a practicar Falun Gong antes de 1999. Su madre, Ren Canru, una maestra de escuela primaria, también es practicante de Falun Gong. Ella había ido a Beijing para apelar por Falun Gong, y fue arrestada en dos ocasiones, y ha estado bajo vigilancia constante.

Cuando la Sra. Ren Canru estuvo en la cárcel la policía le pidió a Yuan renunciar públicamente a Falun Gong a cambio de la liberación de su madre. Yuan se negó. Más tarde, la Sra. Ren orgullosamente elogió a su hijo por no ceder ante la policía.

Durante la persecución, ambos padres y el hijo se separaron varias veces, pero se mantuvieron animándose unos a otros a ser firmes en la creencia que compartían. Lo que no sabían los padres era que su siguiente reunión sería en una funeraria. La vieja pareja rompió en llanto.

7. La Persecución Continúa

La policía de Lanzhou no se detuvo tras la muerte de Yuan. Pusieron en marcha otra detención a gran escala orientada a las personas que habían ayudado a Yuan después de su fuga.

Wang Zhijun y Wen Shixue fueron condenados a cinco años y ocho y medio respectivamente. Yu Jinfang fue condenado a cinco años, y su esposa Xia Fuying a tres. Incluso la hija de Yu que no practica Falun Gong fue detenida y juzgada porque ella se había ocupado de Yuan por dos días antes de su fallecimiento. Su casa fue sellada por la policía, y a ella no se le ha permitido vivir allí desde entonces.

El Sr. Yu Jinfang fue torturado en la cárcel durante cinco años. Cuando fue liberado el 13 de noviembre de 2006 estaba demasiado débil para comer. Tenía la lengua estaba rígida, y a menudo vomitaba. Falleció 12 días después de su liberación.

El Sr. Wen Shixue también fue torturado en prisión. Fue obligado a leer y ver los materiales que difamaban a Falun Gong. Fue encarcelado en una celda de aislamiento y expuesto a una bombilla de alta potencia durante días. En octubre de 2009 tuvo un derrame cerebral en la cárcel y quedó paralítico.

La historia de Yuan Jiang es sólo una de las muchas historias que millones de practicantes de Falun Gong están escribiendo como parte de la historia contemporánea de China. El estándar moral tradicional destruido bajo el régimen comunista está siendo restaurado a través de los practicantes que salvaguardan y validan los valores de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.

Exponiendo las mentiras, poniendo fin a la persecución, y restaurando la justicia en la sociedad, millones de "Yuan Jiang" se esfuerzan por hacer justicia, tal como él lo hizo hasta los últimos momentos de su vida.

Versión en inglés disponible en: http://en.minghui.org/html/articles/2014/6/12/1610.html