[Minghui Net]
¡Saludos, respetado Shifu! ¡Saludos, compañeros practicantes!
Ha pasado un año más. Reflexionando sobre mi cultivación, en este último año no hice nada significativo, sólo me cultivé e hice las tres cosas, como de costumbre. No hay palabras para expresar mi agradecimiento a Shifu y me siento muy honrada de ser una discípula de Dafa.
Cada compañero practicante ha trabajado en un proyecto y creo que tengo más habilidades para esclarecer la verdad cara a cara. Al hacer esto, puedo ver y corregir rápidamente mi estado de cultivación.
El mejor ambiente para esclarecer la verdad cara a cara es un sitio turístico. Un día fui a un lugar turístico y me quedé cerca de un autobús. El guía estaba parado delante de mí. Dos compañeros practicantes me dijeron que había hecho algo malo en el pasado. Tenía sólo un pensamiento: "Quiero salvarlo. Sé que todo lo que hizo antes fue debido a los factores malvados detrás de él, pero él también vino a este mundo por Dafa". Lo traté con compasión y canté la canción de Dafa: "El Despertar". Cuando la escuchó, me miró, después vio el cartel con la información sobre Falun Gong y se fue en silencio.
Un día, una compañera practicante se quejó de que un guardia de seguridad había destrozado sus volantes y quería presentar una queja. Le sugerí que deberíamos tratar al guardia con compasión. Le dije que estábamos aquí para salvar a la gente. Tal vez, el guardia de seguridad no sabía la verdad sobre Falun Gong y había escuchado las mentiras que había dicho el guía. Hablé con el guardia de seguridad y le dije: "Si no sabe la verdad y rompe nuestros folletos, está bien, pero si destroza nuestros folletos después de que le aclaremos la verdad, entonces está mal".
Al día siguiente, les sonreí a los dos guardias de seguridad y ellos se preguntaron por qué todavía les sonreía. Me dijeron que les había causado problemas y me preguntaron cuánto me pagaban por día. Les dije: "A lo largo de los años, hemos sido golpeados e insultados por los guías y nos han destrozado folletos y carteles. Sin embargo, como discípulos de Dafa, no respondemos con malas palabras o mal comportamiento. El PCCh está traficando todos los días con los órganos de los practicantes de Falun Gong vivos y los venden por enormes ganancias. Los turistas chinos no tienen idea que esto está sucediendo. Por favor, díganme: ¿dónde están la justicia, la moralidad y la conciencia?”.
Los guardias de seguridad aceptaron mi DVD y los volantes. Les dije que investiguen en Internet, para entender la verdad sobre Falun Gong. Me prometieron que lo harían. Al día siguiente, les pregunté si habían investigado en Internet. Me pidieron más sitios de Internet para leer más información. Creo que ya entendieron la verdad hasta cierto punto.
En un lugar turístico se celebró un festival cultural. Pensamos que era una buena oportunidad para aclarar la verdad y sabíamos que se iba a organizar una conferencia de prensa. Les preguntamos a los organizadores a qué hora estaba programada la conferencia de prensa y nos preocupamos de que no íbamos a llegar a tiempo. Pasó el mediodía y sentimos que no debíamos esperar más, así que empezamos a buscar el lugar de la conferencia de prensa.
Nos acercamos a la multitud con carteles y folletos informativos. Gracias a la protección de Shifu, vimos que los funcionarios del gobierno estaban caminando en la misma dirección hacia la conferencia de prensa. Rápidamente les dimos nuestros folletos y carteles hasta que nos dimos cuenta de que se nos estaban acabando. Uno de los organizadores se nos acercó y nos pidió que vayamos a repartir nuestros materiales en otras partes. Después de que aceptó un cartel, me fui. No quería rendirme fácilmente, porque todavía no había alcanzado entregarles materiales a algunos de los funcionarios presentes. Un oficial comenzó a caminar delante de mí y me acerqué para hablarle sobre el tráfico de órganos y para aclararle la verdad sobre Falun Gong. Él se enojó mucho, dijo que al PCCh no le importa la vida humana y aceptó mi cartel.
Había muchos turistas extranjeros y supe que deberíamos salvar a más gente. Pasaron una señora inglesa y una niña y decidí hablarles. Cuando mencioné el tráfico de órganos, la señora dijo que ella había oído hablar de eso antes y que se lo había comentado a su amiga, pero que su amiga no lo pudo creer. Le di unos carteles con información y dijo que se los iba a dar a su amiga para que investigue en Internet. Ella dijo que quería practicar Falun Gong. Le hablé de los sitios de práctica locales y quedó muy contenta.
También nos gusta distribuir volantes cuando los niños salen de la escuela. Un padre se nos acercó para preguntarnos cómo conseguimos los folletos. Le dije que las fotos que aparecen en los volantes fueron tomadas por buenas personas y eran pruebas válidas. Nos preguntó, una vez más, quién nos había enviado allí para distribuir los volantes. Le dije que representábamos a la justicia y estábamos allí en nombre de la Verdad-Benevolencia-Tolerancia. Después de un rato entendió y aceptó nuestros folletos. También les pedimos a los estudiantes que busquen Zhuan Falun en Internet y muchos nos agradecieron.
Langkawi es una hermosa isla, pero allí no vive ningún discípulo de Dafa. Doce de nosotros decidimos ir a la isla para aclarar la verdad. Tomamos el autobús 23 de Kuala Lumpur y llegamos al puerto a las siete. Después, tomamos un ferri una hora para llegar a Langkawi. La interferencia durante el viaje fue enorme. Me sentí mareada todo el tiempo y solo pude aguantar porque no quería interferir con los compañeros practicantes que estaban descansando. Le pedí a Shifu que me dé fuerza y me sentí mejor.
La mayoría de los residentes en la isla son malayos. Eran muy amables y parecían muy agradecidos al entender la verdad de los hechos. Muchas personas nos estaban esperando y no quisimos decepcionarlas. Le hablé a un taxista del tráfico de órganos y se sorprendió mucho, no podía creer que estaban sucediendo estas cosas malas. Le di volantes y un DVD con Los 9 Comentarios sobre el partido comunista. Le dije que hable a más gente acerca de la persecución y dijo que lo haría.
Cuando llegó la hora de regresar, le aclaré la verdad a un hombre Malayo que tenía un negocio de alquilar coches. Me preguntó si tenía más volantes para ponerlos a la vista para que se los lleve la gente. Le dije que los volantes son muy valiosos y que los usamos para salvar a la gente, no los podíamos tirar. Dijo que no iba a hacer algo así y que entendía. Estaba preocupada, así que lo observé desde lejos. Lo vi entregando un folleto a cada persona y me sentí aliviada, así que me fui.
Después de miles de años de espera, la gente anhela saber la verdad y obtener el Fa. No podemos dejar que nuestra pereza nos impida salvar a más seres conscientes. Tenemos que tener a los seres conscientes en nuestros corazones y salvar a más gente –el tiempo se está agotando. Sólo así somos verdaderos discípulos de Dafa y asistimos verdaderamente a Shifu en la Rectificación del Fa.
Otra cosa que he estado haciendo fue enviar pensamientos rectos frente a la Embajada del PCCh. A veces, la gente se me acercaba para escuchar la verdad pero, a veces también había interferencia. Un día, se me acercó un oficial de policía vestido de civil y empecé a explicarle la verdad. No quiso escucharme, apuntó mis datos e insistió en que quite el cartel.
Me dijo: "No la puedo acusar, porque tiene casi la misma edad que mi madre. ¡Debería estar en su casa, jugando con sus nietos y tomando té! ¿Qué hace aquí?”. Le dije: "El PCCh detuvo a miles de practicantes de Falun Gong en campos de trabajo forzado, prisiones o centros de detención y muchos de ellos han sido víctimas de la sustracción forzada de órganos. ¿Cómo podría quedarme en casa? ¿Si su pariente, amigo o colega desapareciera de repente, no querría encontrarlo? En ninguna otra embajada además de la del PCCh, vienen personas para protestar cada día". Pareció que entendió y se marchó. Creo que voy a seguir protestando allí contra la persecución, para que más personas sepan qué está pasando en China y cómo el PCCh persigue a Falun Gong, para salvar a más gente.
Ahora está circulando la petición para poner fin al tráfico de órganos y creo que es una buena oportunidad para salvar a la gente, así que también participo en esta actividad, en mi zona. Estoy distribuyendo volantes a la gente y les pido sus firmas. Cuando escuchan lo que les explico acerca de la sustracción forzada de órganos, muchos están encantados de firmar. Me alegro mucho por ellos. Algunos tomaron mi volante y, antes de que tuviera la oportunidad de aclararles la verdad, ya habían firmado. Un día, se acercó un hombre, le di un volante y le pedí su firma. Me dijo que en Vietnam e India había también tráfico de órganos. Le dije: "Esto es diferente. En China, el estado, el gobierno, los funcionarios, el ejército y los hospitales son cómplices en el tráfico de órganos. En otros países, la gente está vendiendo sus órganos en el mercado negro". Dijo que firmaría inmediatamente. Después le aclaré la verdad a una mujer que era guardia de seguridad. Ella estuvo de acuerdo y me dijo: "Buen trabajo". Estoy muy feliz por ellos porque fueron salvados. Espero que más gente pueda salvarse.
También pensé que la petición debería estar circulando en los hospitales. Así que fui a un hospital para obtener firmas. Una enfermera le dijo al doctor lo que quería hacer. Una doctora Malaya firmó sin dudarlo y aceptó los carteles y volantes. Una doctora china no firmó, pero aceptó el volante. Cuando encontré a esta doctora por cuarta vez, me dijo que me estaba esperando y me hizo muchas preguntas. Hablamos durante 15 minutos y respondí a todas sus preguntas con paciencia. Finalmente firmó y pidió información sobre más sitios de Internet, para que otros médicos puedan firmar también, después de informarse en línea.
Atesoro nuestra libertad y el ambiente aquí, en nuestro país. Nuestro entorno relativamente abierto es precioso para salvar a los seres conscientes. No tenemos ninguna excusa para no hacerlo bien aquí, porque en Hong Kong experimenté interferencia y una situación difícil para aclarar la verdad.
En mayo, tres de nosotros fuimos a Hong Kong. El grupo "Atención a la Juventud", patrocinado por el PCCh, había tapado nuestros carteles en el sitio turístico. Ellos sabían que éramos de Malasia y querían ahuyentarnos. Al mediodía, algunos de nosotros fuimos a almorzar, mientras que los demás se quedaron quietos. Vi a un practicante de Hong Kong sosteniendo una pancarta en la multitud, así que me acerqué para sostener un cartel. Cuando una chica del grupo "Atención a la juventud" me pegó, me alejé unos pasos, pero me golpeó otra vez. Los compañeros practicantes me pidieron enviar pensamientos rectos, así que me fui. Una señora también nos quitó el cartel y lo tiró lejos.
Estaba enviando pensamientos rectos cuando, de repente, escuché un ruido fuerte. Un anciano residente de Hong Kong estaba regañando a la gente del grupo "Atención a la Juventud". A las cinco de la tarde, el viejo se me acercó y me preguntó cómo podría sentarme en esta área tan pequeña. Muchos residentes ven la naturaleza malvada del PCCh y saben lo que es bueno y qué es malo. Después de entender la verdad, pueden ser salvados. Siento que aclarar la verdad en Hong Kong no es fácil, porque cada día se enfrenta al mal, pero logro mantener un corazón tranquilo. Sé que la situación en China continental es aún más malvada y difícil. Shifu me envió para cultivarme en un ambiente relativamente fácil, así que no puedo olvidar quien soy u olvidarme de mi misión y responsabilidad. Voy a hacer lo mejor posible para salvar a más gente.
Tengo muchas historias del pasado año de cultivación, pero no se puede contarlo todo. Nuestras responsabilidades son enormes. Voy a recordar las enseñanzas de Shifu, me voy a cultivar diligentemente y voy a hacer las tres cosas. No voy a defraudar a los seres conscientes o decepcionar a Shifu.
¡Gracias, Shifu! ¡Gracias a todos!
Versión en inglés: http://en.minghui.org/html/articles/2014/1/2/144157.html
Todo el contenido publicado en este sitio web tiene derecho de autor y pertenece a Minghui.org. Minghui realizará compilaciones de su contenido online de forma regular y/o en ocasiones especiales.