[Minghui Net] Después de ocho meses de sufrimiento en el campo de trabajo forzado para mujeres de Beijing, la practicante de Falun Gong Zhang Fengying, fue liberada el pasado mes cuando cerraron el campo. Sin embargo, ese no fue el fin de su persecución.

De vuelta a casa, sigue bajo una tensa vigilancia. Le requirieron que informara al campo de trabajo cada miércoles por teléfono. Tres semanas después de su liberación, dos agentes del campo de trabajo visitaron su casa. Le preguntaron qué hacía en casa. La presionaban para que se quedara en casa y le decían que si se marchaba tenía que informarlo.

Cuando la Sra. Zhang fue a pedir un nuevo documento de identidad, se lo rechazaron porque, según los registros del campo de trabajo, todavía está cumpliendo “condena”.

Aunque fue liberada del campo de trabajo, le siguen denegando sus derechos civiles.

Condenados por la sociedad internacional, algunos de los campos más notorios se disolvieron recientemente, incluyendo el campo de trabajo forzado para mujeres de Beijing. Algunas practicantes fueron liberadas, sin embargo no habían quebrantado ninguna ley y no deberían haber estado detenidas ni sentenciadas en primer lugar.

Algunos practicantes “liberados” han sido transferidos a centros de lavado de cerebro para más persecución. Algunos practicantes que fueron liberados y les dejaron irse a casa, como la Sra. Zhang, permanecen bajo una estrecha vigilancia con la libertad personal limitada. Otros siguen cumpliendo sus condenas pero fuera del campo de trabajo

Incluso aunque algunos campos de trabajo han sido cerrados, la persecución a los practicantes de Falun Gong continúa.