[Minghui Net] A pesar de la copiosa lluvia, una corriente permanente de gente local se reunió alrededor del puesto que los practicantes de Falun Gong colocaron el 1 de marzo del 2013 frente al municipio de Sidney. Muchos expresaron su apoyo firmando una petición que pide una ley al gobierno para detener la sustracción forzada de órganos que continúa hasta este día matando a miles de practicantes de Falun Gong en China.

El tema de la sustracción forzada e ilegal de órganos, la cual parece ser parte de las políticas del régimen comunista chino, surgió en el parlamento de Nueva Gales del Sur la tarde del 28 de febrero. Varios temas y propuestas se presentaron, entre ellas negar entrenamiento a los médicos de trasplantes de órganos chinos, y prohibir a los australianos ir a China para hacerse trasplantes.

Jamie Parker, miembro del parlamento de Nuevas Gales del Sur, pidió una ley para tratar estos problemas.

Antes de la sesión los practicantes de Falun Gong presentaron más de diez mil firmas que piden que el PCCh detenga definitivamente la sustracción de órganos forzada a los practicantes de Falun Gong vivos y apoyando la creación de una ley en Nueva Gales del Sur.

 

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Los practicantes juntan firmas frente al municipio de Sidney a pesar de la lluvia.

 

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La gente firma para pedir un fin a la persecución a Falun Gong.

 

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La gente lee los carteles sobre Falun Gong y la persecución.

 

La Sra. Qu, practicante, dijo: “A pesar de que llueve, vine a participar en el evento porque la vida de todos es importante. Si no te opones a este crimen, nunca sabes, algún día te puede pasar a ti. Todos deberían participar. Aunque está lloviendo, mucha gente vino a firmar la petición”.

La Sra. Han, practicante, colecta firmas en el tren todos los días. Ella dijo: “Tomo el tren del sur al norte, ida y vuelta, para distribuir materiales informativos exponiendo la sustracción de órganos del PCCh a practicantes vivos de Falun Gong. Mucha gente ha firmado la petición para apoyar la ley de Nueva Gales del Sur contra la sustracción de órganos después de leer nuestros materiales”.  

Un transeúnte dijo después de ver los carteles exponiendo las torturas del PCCh: “Esto es un crimen inhumano que debería ser expuesto a todo el mundo”.

Un hombre de Nepal con su familia quería donar dinero a los practicantes de Falun Gong. Un practicante le explicó: “No aceptamos donaciones. No estamos para eso aquí. Estamos aquí para pedir un fin a la persecución y detener las atrocidades cometidas por el PCCh en la sustracción forzada de órganos a practicantes vivos de Falun Gong”. La familia entera firmó la petición.

Una joven china de 20 años renunció a su membresía al PCCh y sus organizaciones con la ayuda de un practicante en el lugar. Abrazó a los practicantes en muestra de agradecimiento.