[Minghui Net] El centro de servicio para renunciar al partido en Filadelfia, celebró el 13 de agosto de 2011 una concentración para apoyar a los 100 millones de chinos que han renunciado al partido comunista chino (PCCh) y a sus organizaciones afiliadas.
Los asistentes sostenían muchas pancartas, en las que se podía leer: “Apoyamos las 100 millones de renuncias”, “Renuncia al partido por un futuro brillante”, “Pueblo chino: Despierta y reconoce la naturaleza malvada del PCCh” y “Desintegremos el PCCh, detengan la persecución a Falun Gong”. Muchos ciudadanos locales acudieron a la concentración, hicieron fotos y escucharon los discursos.
El doctor en psicología Yang Jingduan, del hospital Jefferson de Filadelfia, dio un discurso
Yang Jingduan, doctor en psicología en el hospital Jefferson de Filadelfia, habló en la concentración. Señaló que los chinos tenían miedo del PCCh, pero con la publicación de los Nueve Comentarios sobre el Partido Comunista Chino, el miedo fué desapareciendo gradualmente. Los chinos han visto la naturaleza malvada del PCCh y han empezado a abandonarlo. El Dr. Yang dijo que al día de hoy, más y más chinos son lo suficientemente valientes como para decir no al PCCh.
El Dr. Yang dijo al final de su discurso: “Mientras que más de 100 millones de chinos han abandonado el PCCh, un puñado de chinos que son miembros destacados de su comunidad en el extranjero todavía están colaborando con el PCCh por su propio beneficio”. El Dr. Yang hizo un llamamiento a aquellas personas para que tomen la decisión correcta por su propio futuro.
George, un ciudadano local, habla en la concentración
George, un ciudadano local de Filadelfia, dijo en su discurso que China tiene una cultura divina profunda, la cual desgraciadamente ha sido arruinada por el PCCh. Dijo que muchos chinos han salido de China buscando libertad. Como americano, George espera que el pueblo chino pueda tener libertad en su propio país. Estaba feliz por aquellos chinos que habían renunciado al partido, porque esta es la mejor manera de obtener libertad espiritualmente.
La Sra. Yang cuenta su propia historia
La Sra. Yang, una practicante de Falun Gong china, dio un discurso en la concentración. Cuando estaba en China, se negó a renunciar a Falun Gong, por lo que en octubre de 2002 fue arrestada por la policía china. Fue atada a una silla de hierro durante 32 días hasta que se desmayó. Después fue sentenciada a tres años de prisión. En prisión la obligaron a hacer trabajos pesados entre 12 y 18 horas al día. Aunque fue brutalmente torturada, la Sra. Yang no odiaba a la policía. En su lugar, todavía trató de aclararles la verdad de Falun Gong a ellos.
La Sra. Yang invitó a los chinos a no permanecer en silencio al enfrentar el poder tiránico y malvado. Ella espera que los chinos despierten, abandonen el partido, y elijan un futuro brillante para sí mismos.
La Dra. Nandi Matanda de Suráfrica pasó por la concentración y dio un discurso. Dijo que hasta ese momento no había oído sobre la tendencia de renunciar al partido, pero recientemente había leído el libro de los Nueve Comentarios sobre el partido comunista chino y sabía sobre la persecución a Falun Gong. Dijo que la gente en Suráfrica tuvo una experiencia similar, pero ellos no tenían miedo del poder malvado y lucharon por sus derechos, de esta manera finalmente obtuvieron la libertad. Se alegró de que muchos chinos se hubieran enterado de la verdad. Quería decirles a los chinos que la verdad puede traerles libertad. Pidió más atención a la tendencia de renunciar al partido y expresó su esperanza de que China sea libre en el futuro cercano.
Muchos ciudadanos locales se detuvieron en la concentración a escuchar los discursos. Algunos pidieron información detallada sobre la tendencia de renunciar al partido. Otros pidieron una copia de los Nueve Comentarios sobre el partido comunista chino. Dos caballeros dijeron que pondrían lo que aprendieron de la concentración en sus cuentas de Facebook, para que sus amigos pudieran ver también la verdad. Una inmigrante de Vietnam comentó que conocía la maldad del partido comunista. Dijo que la mejor manera de desintegrarlo es dejar que más gente sepa la verdad sobre ello. Abraham Otero estaba interesado en el movimiento para renunciar al partido. Quería estudiar el movimiento y pidió más información.
Varios policías vinieron a la concentración. Dieron a los organizadores sus números de teléfono y les dijeron que les llamaran si alguien intentaba interferir con la concentración. “Apreciamos vuestra resistencia pacífica”, dijeron los policías.
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