[Minghui Net] La Sra. Song Caiping, de unos sesenta años, es una practicante de la ciudad de Dalian, provincia de Liaoning. Los guardias en el campo de trabajo forzado para mujeres han intentado envenenarla varias veces poniéndole drogas desconocidas en la bebida y en los cuencos de la comida.

La tarde del 28 de abril de 2008, mientras estaba en el campo de trabajo, la Sra. Song recibió una llamada telefónica de un familiar. Cuando dijo las palabras infierno en la tierra, indicando el trato que recibía en el campo de trabajo, Huang Xuhong, jefe de la división Nº 3 del campo, inmediatamente le quitó el teléfono de la mano. Luego procedió a gritarle durante dos horas. A la mañana siguiente, el mismo jefe la llevó a un almacén y la encerró en la oscuridad. No le permitieron comer, beber, ducharse ni lavarse la ropa. Más tarde la esposaron y la forzaron a estar de pie en la habitación durante siete días consecutivos. Los guardias también intentaron forzarla a escribir una declaración de garantía para que dejara de practicar Falun Gong.

Agentes del campo de trabajo dijeron que tenía un problema de corazón y también hipertensión. Intentaron obligarla a que tomara drogas, pero se negó. Entonces Huang Xuhong ordenó a un recluso que le pusiera drogas en la bebida. La practicante sabía esto y no bebió. El 4 de mayo de 2008, por la mañana temprano, la Sra. Song se encontró con drogas desconocidas en su desayuno, y se negó a ingerirlo.

El 12 de mayo de 2008, un guardia fue varias veces a la celda, para vigilarla cerca de las 12 h. Cuando la Sra. Song parecía estar dormida, el guardia intentó tomar el vaso que estaba debajo de la cama. Pero éste rápidamente lo dejó cuando ella se despertó. Luego el guardia le ordenó a una reclusa que le pusiera drogas en el vaso. Pero la Sra. Song se dio cuenta de lo que estaban haciendo y dejó de beber el agua hirviendo que le habían dado.

El 22 de abril de 2009, empezó una huelga de hambre en protesta por la persecución y solicitó ver al jefe del campo de trabajo y al abogado de la procuradora. Los guardias no solo rechazaron sus peticiones sino que además, para castigarla, la encerraron en una celda de aislamiento solitario.

El 4 de mayo de 2009, a la hora de comer, la Sra. Song notó que la comida sabía muy rara, así que rápidamente la escupió. La tiró por la ventana, y más tarde encontró muchas moscas muertas alrededor de la comida que había tirado. Todo esto la llevó a creer que la comida estaba envenenada.

Finalmente la practicante pudo informar del abuso en el campo de trabajo, y de los intentos para envenenarla a un fiscal de la procuradora de Xiaoheihe en Mongolia interior. Pero todavía no se ha hecho nada para detener el maltrato.

Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2010/9/27/120273.html