Nombre: Xu Qingyan (许清焱)
Género: Femenino
Edad: 51 años
Dirección: Poblado de Liushui, municipio de Daxue, distrito de Taihe, ciudad Jinzhou,
Provincia: Liaoning
Ocupación: Campesina
Fecha del último arresto: 24 de febrero del año 2009
Lugar del arresto más reciente: Central de Policía del municipio de Daxue (辽宁省锦州市太和区大薛乡派出所)
Ciudad: Jinzhou
Provincia: Liaoning
Vejaciones padecidas: privación de sueño, labores forzadas, lavado de cerebro, palizas, colgada de las esposas, encarcelamiento, confinamiento solitario, tortura, alimentación forzada, extorsión, contención física, tortura en hospital mental, saqueo de su domicilio, interrogatorio, arresto, se le negó el uso del retrete.
[Minghui Net] El 24 de febrero del año 2009, Zhang Dianhong, subjefe de la comisaría del municipio de Daxu, fue con un grupo de oficiales a detener a la Srta. Xu Qingyan a su trabajo. Intentaban arrestarla de nuevo y seguir hostigándola, pero el centro de detención se negó a aceptarla porque un examen físico reveló que tenía dos grandes tumores (alrededor de 19,9 cm de diámetro) en el abdomen. Después de eso, la Srta. Xu se vio forzada a quedarse sin hogar para evitar el hostigamiento de la policía. Por las noches antes de la "fiesta nacional" el 1º de octubre, Zhang Dianhong y otros oficiales de Dianhong hostigaron muchas veces a su familia con llamadas telefónicas. También fueron a la casa de sus parientes a solicitar información sobre su paradero.
La Srta. Xu Qingyan es una campesina común. Debido a que cree en Verdad-Benevolencia-Tolerancia, fue arrestada cinco veces por la policía, detenida en la cárcel por más de cuatro años y a menudo torturada. Aún no puede regresar a su casa. Su experiencia demuestra que el Partido Comunista Chino (PCCh) tortura inhumanamente a los practicantes de Falun Dafa. Al mismo tiempo, su espíritu indomable le mostrará al mundo que la injusta aplicación de la ley no puede cambiar la creencia de la gente en Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
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La Srta. Xu es soltera. Antes de comenzar a practicar Falun Dafa, tenía muchas enfermedades, incluso cáncer de tiroides que normalmente requiere cirugía inmediata. Como su familia era pobre, no podían pagar la operación, por lo que su tumor crecía día con día. También debido a otras enfermedades sufría dolores constantemente. Era una tragedia que una mujer tan joven perdiera movilidad. Con tan sólo 30 años de edad, a menudo lloraba en secreto, porque no quería preocupar más a su madre. Su sufrimiento hizo que fuera intolerante y estuviera resentida, a menudo descargaba su ira contra su madre. Su madre la quería mucho, así que era siempre muy tolerante con su hija. A medida que las enfermedades de la Srta. Xu comenzaron a empeorar, la relación con su madre pasó por lo mismo. La hermana mayor decidió llevarse a su madre a su casa.
El 12 de diciembre de 1997, la Srta. Xu comenzó a practicar Falun Dafa y en poco tiempo todas sus enfermedades desaparecieron. Esta fue la primera vez en su vida que experimentó la sensación de estar libre de enfermedades. Era un sentimiento difícil de describir. Entonces rápidamente leyó el libro Zhuan Falun y comenzó a seguir los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
Sabiendo que le había faltado el respeto a su madre, estaba muy arrepentida. Sin vacilar, fue a la casa de su hermana mayor y se arrodilló para pedirle perdón a su madre. Su madre se sintió tan conmovida por este gesto que se puso a llorar. Su hermana sorprendida dijo: "Sólo ha pasado un mes y sin embargo has cambiado tanto". ¡Falun Dafa en verdad es milagroso!" Desde entonces la Srta. Xu respeta a su madre y cuida de la gente a su alrededor. Desde que practica Falun Dafa, recuperó un cuerpo fuerte y saludable, lo que le permitió volver a trabajar en el campo. Incluso se ofreció a cuidar el huerto de su hermana mayor. Así su familia llegó a ser armoniosa y feliz.
Sin acceso para apelar, la Srta. Xu es detenida en la Plaza Tiananmen
Sin embargo la buena vida de Xu Qingyan no duró mucho tiempo. El 21 de julio de 1999, un año después de que comenzó a practicar Falun Dafa, otros practicantes le dijeron que Falun Dafa era una "organización ilegal" y que estaba prohibida en China. La Srta. Xu estaba totalmente conmocionada y se negó a creer que fuera cierto. Inmediatamente viajó a Beijing a apelar en nombre de Falun Dafa. Cuando llegó a la Plaza de Tiananmen, fue detenida de inmediato por la policía armada después de que les dijera que practicaba Falun Dafa. La llevaron a un lugar desconocido donde había muchos practicantes detenidos de otras regiones. La policía ordenó a los practicantes que se reunieran en una sala grande y les preguntaron sus nombres y direcciones, incluso les ordenó que pusieran sus huellas digitales. Al ver esto, la Srta. Xu se negó rotundamente a que le tomaran sus huellas digitales y trató de razonar con la policía. Sin escucharla, un fornido oficial de policía la tomó por el cabello y golpeó su cabeza contra una columna de piedra. Luego la arrastraron a un vehículo y la llevaron al Estadio de Deportes de Beijing. Esa misma noche, la policía de Beijing envió a la Srta. Xu al Centro de detención de la ciudad de Jinzhou. Un mes más tarde, fue trasladada al Centro de Detención del municipio de Heishan y estuvo allí detenida por más de un mes. Sólo después de protestar con una huelga de hambre durante 5 días, fue puesta en libertad.
Firme en sus creencias, detienen a la Srta. Xu
Después de ver cómo Falun Dafa era difamado y el pueblo chino era engañado por la propaganda contra Falun Gong, la Srta. Xu decidió valientemente aclarar la verdad sobre Falun Dafa en público. En octubre de 1999, agentes de la comisaría de Daxue en el distrito de Taihe irrumpieron en su casa y se la llevaron al centro de detención. Posteriormente la trasladaron al Centro de Rehabilitación de Estupefacientes de la ciudad de Jinzhou. En el centro vio a muchos practicantes detenidos.
Días después, agentes de la comisaría de la ciudad la llevaron al tribunal a una audiencia ilegal, pero se negó a contestar cualquier pregunta. Aproximadamente a las 10:00 horas de la noche, la enviaron de regreso al Centro de Rehabilitación de Estupefacientes. A la mañana siguiente, la policía siguió interrogándola en el tribunal y por consiguiente fue enviada al Centro de Detención Nº 1 de la ciudad. Luego, comenzó una huelga de hambre para protestar contra la persecución ilegal. Después de ver esto, un grupo de unos ocho hombres la sujetaron, le apretaron la nariz y trataron de verterle líquidos por la boca. Esto fue en vano ya que no le entró nada. Luego, fue esposada por Jin Liwen, guardia de la prisión y durante medio día se le negó el uso del sanitario. Después de casi cinco meses, sin pasar por ningún procedimiento jurídico propiamente dicho, fue condenada a tres años de prisión. Fue trasladada a la cárcel de Dabei en Shenyang.
Cuando llegó por primera vez a la cárcel de Dabei, el director de la prisión le entregó un libro con las normas y directrices de la prisión y le ordenó memorizarlo. Ella sabía muy bien que no había hecho nada malo y no era una criminal, botó el libro. Furioso el director de la cárcel le dio una bofetada y la ató a una cama. Fue encerrada en una pequeña celda (1). Durante los muchos años que estuvo en la cárcel, no se olvidó nunca de tratar a los demás con compasión y no guardar rencor hacia nadie. Mientras se encontraba en huelga de hambre para protestar contra la persecución, muchas veces fue alimentada a la fuerza. La primera vez, unos ocho agentes la sujetaron a su cama y el director Wang ordenó personalmente a los presos comunes alimentarla a la fuerza. Le abrieron la boca y le insertaron un tubo tan ancho como un dedo por la garganta. Después de un rato, empezó a vomitar sangre. Les fue imposible continuar por la boca y decidieron hacerlo por la nariz. Alimentarla de manera tan brutal fue sumamente doloroso y ella gritó durante el procedimiento, pero el cruel director Wang continuó sin vacilar.
Un día, fue torturada hasta que sus riñones empezaron a fallar. También sentía un fuerte dolor en el pecho y le faltaba la respiración. A pesar de ello, aún la obligaron a hacer trabajos manuales todos los días. Cada día después del trabajo, estaba tan cansada y agotada que sólo podía tenderse en la cama.
Cuando casi había terminado de cumplir su sentencia, el director Wu gruñó: "Puesto que eres tan persistente [en practicar Falun Dafa], ¡no voy a dejarte en libertad!" En esos tres años y medio, la Srta. Xu se había enfrentado a la persecución sin ningún tipo de odio ni resentimiento, siempre estaba tranquila y en paz. Su compasión y tolerancia influyeron profundamente en muchas personas en la cárcel y la respetaban mucho. Incluso los oficiales de policía y los guardias eran muy respetuosos siempre que mencionaban a Shifu Li delante de ella. Antes de dejarla libre, el director de la prisión le ordenó escribir su "entendimiento", ella escribió algunos poemas describiendo cómo un practicante de Dafa muestra una fe inquebrantable en Falun Dafa.
Detenida de nuevo y enviada al campo de trabajos forzados tras su liberación
En mayo del año 2003, finalmente salió de la cárcel. Se quedó en la casa de su segunda hermana. La Srta. Xu continuó estudiando el Fa, practicando los ejercicios y aclarando la verdad sobre Falun Dafa a mucha gente en su pueblo. Pronto se recuperó de sus heridas y enfermedades y de nuevo recuperó la salud.
Alrededor de las 8:30 p-m. del 4 de febrero del año 2004, fue detenida cuando estaba en su casa conversando con otra practicante la Srta. Wang Yulan. Un grupo de oficiales de la comisaría de Daxue en el distrito de Taihe, dirigidos por Zhang Wenxin, irrumpieron en su casa. La registraron y un oficial encontró una foto de Shifu Li. La Srta. Xu trató de evitar que se llevaran la foto, pero la abofetearon. Los golpes fueron tan violentos que padeció una pérdida temporal de la audición. Los agentes de policía se llevaron a ambas, a la Srta. Xu y a la Srta. Wang, al Centro de Detención Nº 1 de la ciudad. El 28 de febrero, la Srta. Xu fue condenada a tres años de trabajos forzados y la Srta. Wang a uno. A ambas las trasladaron al Campo de trabajos forzados de Masanjia.
En cuanto llegó al Campo de Trabajos Forzados de Masanjia, varios presos comunes y colaboradores se acercaron a la Srta. Xu. Intentaron de todo para "transformarla". La ataron a una cama, privándola del sueño por muchos días. Cada vez que trató de aconsejarles que no hicieran cosas malas, le cubrían la boca con un pañuelo, le abrían la boca a la fuerza con un cucharón y la rellenaban con ajo. Se le aflojaron los dientes y el ajo la hacia llorar. Le hicieron esto durante 40 días, pero la Srta. Xu se negaba a ceder. Una mañana de mayo, cuando descubrieron que aún no estaba "transformada", el director Zhang Xiurong y el subdirector Yang Xiaofeng fueron con otras cinco personas, le taparon la boca, luego la esposaron a la cama. Cuando se fueron la Srta. Xu sentía opresión en el pecho, le faltaba la respiración y comenzó a sudar frío. Posteriormente, su cara se puso blanca y perdió el conocimiento mientras estaba arrodillada en el suelo con las manos esposadas a la cama. No le removieron las esposas hasta las 8:00 de esa noche y hasta entonces no se le permitió usar el baño y comer.
Fue torturada con este método durante una semana completa. Para más vejaciones, un día la llevaron al Hospital para Enfermos Mentales de Shenyang. De camino al hospital, gritó constantemente: "¡Falun Dafa es bueno!" Pero el director Li intentó detenerla golpeándole la cabeza con una botella. Cuando llegó al hospital trató de aclarar la verdad a la gente de allí, diciéndoles que el "incidente de auto-inmolación en la Plaza de Tiananmen" fue una actuación. En el cuarto de los pacientes, corrió hacia la ventana para aclarar la verdad a la gente de afuera. El médico trató de ponerle inyecciones, pero sus forcejeos lo hacían imposible. Decidieron enviarla de regreso al Campo de Trabajos Forzados de Masanjia. En el campo, la abofetearon brutalmente y quedó sorda (hasta ahora aún sufre de sordera parcial). De nuevo la esposaron a la cama y le cubrieron la boca. El director Xiaofeng Yang dijo, "Esta vez tus gastos en medicamentos son de 200 yuanes". La Srta. Xu sabía que trataron de utilizar esto como una excusa para sacarle dinero, por el hecho de que no le dieron ningún tratamiento.
A la mañana siguiente, la encerraron en una pequeña celda del cuarto piso. En ese piso, también había otras nueve habitaciones con camas dobles (cuatro de ellas estaban cerradas con llave y no se usaban, cualquiera que entrara en ellas tendría dificultad para respirar por la falta de circulación de aire). Inicialmente, fue encerrada en una celda pequeña, en una de las cinco salas que se usaban frecuentemente. Dos minutos después de llegar allí, la arrastraron a un cuarto que no se usaba y la esposaron a una silla de tijera alta. Como en ese momento tenía su período menstrual, la sangre fluía hacia el suelo. También tenía dificultades para respirar. El ultraje fue agonizante.
Por último, la arrastraron fuera de la habitación que no se utilizaba hasta la pequeña celda de la habitación normal y la esposaron de nuevo a la silla de tijera alta. Unos diez días después, fue forzada a un banco de tigre. Veinte días después finalmente la liberaron de la pequeña celda.
Consciente de que su estado físico se había deteriorado rápidamente por la tortura y recordando cómo antes recuperó su salud, la Srta. Xu decidió continuar practicando los ejercicios de Falun Gong. El 1º de septiembre, la esposaron al anaquel en un almacén cuando la sorprendieron practicando los ejercicios. La obligaron a permanecer allí por nueve días y la parte inferior de sus piernas se hincharon y se le formaron forúnculos. Esta tortura causó que se quedara coja de la pierna derecha. Avanzada la noche, de repente la Srta. Xu se inclinó hacia adelante y el ruido de las esposas despertó a las internas. Una de las presas vio su agonía y con simpatía le dijo: "Yan, sus acciones han conmovido el cielo y la tierra". En ese momento, la Srta. Xu se dio cuenta que había una tormenta eléctrica. Nueve días más tarde, finalmente la liberaron regresándola de nuevo a la celda de la prisión
El 1º de diciembre, las autoridades penitenciarias obligaron a los practicantes a asistir a una clase para obligarlos a denigrar a Falun Dafa. Con el fin de evitar que le lavaran el cerebro en la clase, la Srta. Xu intentó escapar varias veces. En consecuencia, la llamaron varias veces a las oficinas de los directores de la prisión (los directores Zhang Xiurong y Zhang Zhouhui) para golpearla. Tuvo que soportar el dolor y el sufrimiento e intentó varias veces aclararles la verdad. Les dijo: "¿Quién no tiene padres, hermanos y hermanas? Sólo porque usted tiene un trabajo tan especial, no significa que deba perder esta oportunidad histórica. Cuando la nueva era llegue, pregúntese en lo más profundo, si podrá enfrentar a sus familiares y vecinos".
En ese momento, tanto Zhang Xiurong como Zhang Zhuohui estaban cansados de golpearla y decidieron encerrarla otra vez en la celda pequeña. En invierno, la pequeña celda sin calefacción era como un congelador. Otra vez, estuvo encerrada por nueve días. Cuando finalmente fue liberada, estaba tan helada que tenía dificultad para moverse. Después de un mes, necesitó apoyarse en otros para caminar. Le dolían todos los huesos, no podía acostarse y a menudo se despertaba por el dolor en medio de la noche.
En enero del año 2005, se formó la Quinta Sección de la Segunda Crujía, designada como la "Crujía de control estricto". La Srta. Xu y otros 30 practicantes fueron enviados a esta crujía. No se les permitía lavar la ropa ni bañarse, las celdas no tenían calefacción y se les servía la peor comida. Todo el mundo decidió hacer una huelga de hambre para protestar contra la persecución. Todos los practicantes gritaron al unísono: "¡Falun Dafa es bueno!" y enseguida llegaron más de diez guardias de la prisión tratando de separar a los practicantes y de encerrarlos en diferentes celdas. Los practicantes formaron una valla humana impidiendo así que se llevaran a cualquiera de ellos.
Un día de febrero la Srta. Xu y otra practicante lograron abrir la ventana de su cuarto y gritaron hacia el comedor: "¡Falun Dafa es bueno!" Por esto la encerraron de nuevo en la pequeña celda. Unos días más tarde, sufrió un colapso mental y problemas cardíacos. Estaba tirada en el suelo en agonía extrema. Esta vez, la encerraron por diez días antes de ser liberada. Después de regresar a la crujía de control estricto, todos los practicantes seguían en huelga de hambre y constantemente gritaban: "¡Falun Dafa es bueno!" Poco después, incluso se negaron a vestir el uniforme de la prisión.
El 17 de abril del año 2005, arrastraron afuera de su celda a la Srta. Qui Li para alimentarla a la fuerza y la Srta. Xu Qingyan gritó varias veces: "¡Falun Dafa es bueno!" Al oír esto el jefe a cargo, Li Yuming la agarró del cabello y dijo: "¡Aliméntenla a la fuerza!, ¿Qué estás gritando?", la Srta. Xu respondió: "Mi Shifu dice que los asuntos de un practicante son de todos". En este momento, todos los practicantes gritaron al unísono: "¡Falun Dafa es bueno!", pero sacaron a la Srta. Xu Qingyan de su celda y la llevaron a otro cuarto. Xie, el director principal, cerró la puerta y le dio una severa paliza, lo que le aflojó los dientes y le dañó los oídos. Cuando Xie se cansó de golpearla, la esposaron a un conducto de la calefacción.
La Srta. Xu apenas podía respirar y de pronto perdió el conocimiento. Se deslizó por el calentador y las esposas se apretaron. Esto fue sumamente doloroso y transpiraba a través de su ropa. Después de un rato, recobró el conocimiento y trató de levantarse, pero todo se oscureció y perdió otra vez el conocimiento. La segunda vez que lo recuperó, vio al director Li Yuming entrar al cuarto para obtener su declaración. Ella trató de aclararle la verdad y se negó a firmar ningún documento. Li frustrado, la golpeó de nuevo antes de taparle la boca y los oídos. Cuando la Srta. Xu pidió usar el baño, Liu Jing, el oficial a cargo, se lo negó. A las 10:00 de la noche la enviaron de nuevo a la sala de control estricto. Debido al maltrato brutal, el abdomen estaba hinchado con fluidos y los pulmones y el corazón gravemente lesionados. Incluso después de que otros practicantes le dijeron a los responsables que la Srta. Xu estaba enferma, los ignoraron completamente.
El 20 de abril del año 2005, llevaron a la Srta. Xu al hospital para un examen médico. Encontraron cinco tumores grandes, dos de 12 cm. de diámetro y tres de 5 a 6 cm. Fue diagnosticada con cáncer terminal en el útero, así como anemia al miocardio. El 24 de abril, comenzó a manifestar otros síntomas, como dificultad para respirar, protrusión lingual e incapacidad para mover la cabeza. Cuando llegó al hospital, el doctor dijo que necesitaba una operación inmediatamente, entonces la policía decidió llamar a sus familiares, para informarles que la Srta. Xu estaba muy enferma. Mintieron diciendo, "Xu Qingyan tiene cáncer en el útero desde hace nueve años". Los familiares respondieron: "Si ella lo contrajo hace nueve años, ¿por qué no se lo diagnosticaron en el campo de trabajos forzados?"
La mañana del 26 de abril temprano, el Director Zhang ordenó a varios practicantes ayudar a la Srta. Xu a ponerse algo de ropa y la enviaron a casa en un coche. Mientras estaban en el coche, la policía dijo a la Srta. Xu, "Cuando lleguemos a su casa, tiene que pedirle a sus familiares que le permitan quedarse. Ya no podemos mantenerla". Cuando llegó el coche al poblado de Liushui, el hermano mayor de la Srta. Xu, hermana, sobrino y sobrina, salieron a ver cómo estaba. Para su asombro, no la reconocieron. Le dijeron a la policía: "Usted la trae a casa después de torturarla tan terriblemente ¡¿qué ya no podemos reconocerla?! En su estado actual, ya no le queda mucho tiempo de vida. ¿Por qué la trae aquí?, ¡Llévenla de regreso a su campo! ¡Nos negamos a cuidarla en casa!" En ese instante, las lágrimas corrían por la cara de la Srta. Xu como testimonio de las brutales vejaciones que había soportado. Zhang Wenxin, un oficial de la comisaría del pueblo de Daxue trató de consolarlos. Después de mucha discusión entre los familiares de la Srta. Xu, decidieron tenerla en casa a pesar de su situación apremiante. Así fue como la Srta. Xu escapó del Campo de Trabajos Forzados de Masanjia, después de ser torturada durante más de un año. El campo fue realmente un infierno. En un año, dos terceras partes del cabello de la Srta. Xu Qingyan se volvió blanco.
Forzada a quedarse sin hogar
La persecución no ha terminado. El 24 de febrero del año 2009, Zhang Dianhong de la comisaría del municipio de Daxue y un grupo de agentes detuvieron de nuevo a la Srta. Xu. A medida que la arrastraban brutalmente a un vehículo de la policía, ella gritaba: "¡Falun Dafa es bueno!" Muchos curiosos comentaban lo que estaba sucediendo. Ella les habló con compasión a los oficiales de policía de Falun Gong. Posteriormente, fue examinada en el hospital de la policía y encontraron en el abdomen dos tumores grandes que median 19,9 cm de diámetro. Su intestino había cambiado de forma y su vejiga estaba de lado debido al empuje de los tumores. El centro de detención se negó a aceptarla. A las 8:00 de la noche, Li Yazhou, director adjunto del Departamento de policía de la ciudad, exigió que el centro de detención la aceptara. Catorce días más tarde, ella les dijo a los detenidos con todo su corazón que había sido empujada al límite. El guardia Dai Wei, le pidió a uno de los detenidos que la llevara a la oficina. La Srta. Xu se desmayó.
La llevaron en una ambulancia al hospital de la policía. El centro de detención ordenó a su familia que viniera para llevársela a casa. Esa tarde, dejó de respirar en tres ocasiones. Se veía totalmente desfigurada.
Después de su liberación, la Srta. Xu fue obligada a salir de su casa para huir de la policía. Antes del 1º de octubre, Zhang Dianhong y otros agentes de policía llamaron una y otra vez para hostigar a su familia. También fueron a la casa de sus parientes tratando de encontrarla. Después de enterarse, la Srta. Xu llamó a Zhang Dianhong y le dijo que dejara de perseguir a los practicantes de Falun Dafa, que recordara que Falun Dafa es bueno y que renunciara al Partido Comunista Chino (PCCh) y sus organizaciones afiliadas.
Nota:
(1) pequeña celda - El detenido es encerrado en una celda muy pequeña individualmente. Los guardias esposan a los practicantes por la espalda en una posición fija, de modo que no pueden moverse ni acostarse. La celda pequeña es muy húmeda y sin sol. Los detenidos tienen que usar en la celda un balde como retrete. Sólo se sirve a los que están encarcelados en esta pequeña celda, la mitad de una comida normal durante el día. Durante la noche, las ratas corren alrededor. El hedor en la pequeña celda es tan fuerte que es difícil respirar.
Artículo relacionado: http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2005/8/12/63840.html
Fecha de edición: 1/7/2010
Versión en inglés: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2010/1/7/113730.html
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Categoría: Hechos de la persecución